El Deportivo Alavés puso fin a su preparación de la mejor manera posible al imponerse a un exigente rival como Osasuna en un amistoso en el que el conjunto babazorro mostró dos versiones muy diferentes con una primera parte gris y una segunda mitad mucho más reconocible y de asedio constante al área local. Una genialidad de Romero y un remate de cabeza de Benavídez en la última acción del partido dieron la victoria a los vitorianos. 

Luis García Plaza apostó por una alineación en la que los integrantes de la portería, el centro del campo y la delantera (Sivera, Guevara, Blanco, Guridi, Conechny, Romero y Kike García) perfectamente podrían ser titulares en el estreno liguero del próximo viernes en casa del Celta de Vigo, pero con una defensa con muchas novedades condicionadas por la escasez de efectivos formada por Jay, el debutante Pica, fichado este verano para el filial, Álvaro y Eneko.

El encuentro, marcado por el intenso calor que obligó a realizar pausa de hidratación, arrancó escaso de ritmo, con ambos equipos tanteándose y buscando el juego directo sin demasiada continuidad. La primera llegada al área la protagonizaron los albiazules con un centro pasado de Jay que no encontró rematador y apenas generó peligro a los rojillos.

Dominio local en el arranque

Con el avance de los minutos, Osasuna fue haciéndose dueño del partido no tanto por el dominio del balón como por su mayor número de llegadas a la portería defendida por Sivera. Un disparo de Rubén García bien tapado por Pica dio paso a 20 minutos en los que el conjunto navarro dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el encuentro gracias a su verticalidad por las bandas y las incorporaciones de sus laterales al ataque.

La primera ocasión clara la tuvo Budimir, que no acertó a empujar al fondo de la red un gran centro raso de Bretones desde el flanco derecho al corazón del área. Poco después, en el minuto 16, Iker Muñoz probó fortuna con un disparo desde fuera del área que se marchó rozando el palo de la portería defendida por Sivera.

La pausa de hidratación cortó el ritmo ofensivo de Osasuna y la balanza se volvió a equilibrar durante los últimos 20 minutos de la segunda parte, en la que apenas se generaron oportunidades con la única excepción de un remate cruzado a la media vuelta en el último instante de Budimir tras recibir en el área que detuvo bien Sivera en su primera intervención meritoria del choque.

De esta manera, se llegó a la segunda parte sin cambios en el marcador y con ambos entrenadores satisfechos, ya que ninguno de los dos realizaron sustituciones en el descanso y mantuvieron a los mismos 22 jugadores que empezaron el choque.

Cambio de guión tras el descanso

El encuentro se reanudó con un ritmo muy superior al de la primera parte, con el Alavés adelantando líneas para presionar la salida de balón de Osasuna y recuperar la posesión más cerca de la portería rival.

Fue así como llegó el primer gol del encuentro. Tras un robo en el centro del campo, los albiazules montaron el contraataque, Conechny recibió en la banda izquierda, envió el balón a Jay y este controló el balón con maestría y se lo sirvió a Romero dentro del área. Cuando parecía que el argentino se quedaba sin ángulo para rematar se inventó un espectacular disparo con el exterior de la pierna izquierda a la escuadra corta que sorprendió a Herrera.

Poco duró la alegría a los albiazules, ya que tres minutos después, en el 57, un error defensivo de bulto facilitó que Iker Muñoz anotara el gol del empate con un acrobático remate de chilena en el borde del área pequeña facilitado por el tímido marcaje de Eneko.

En cualquier caso, ni eso ni la brecha que sufrió Álvaro en el minuto 65 y que obligó a que fuera sustituido por Maras afectaron el ánimo ni el plan de juego del Alavés, que mantuvo su presión alta y su versión mejorada desde el paso por vestuarios.

Los hombres dirigidos por Luis García Plaza tuvieron dos buenas oportunidades para recuperar el mando con un disparo cruzado de Stoichkov al que Herrera respondió con una meritoria estirada y Rioja tuvo a continuación una ocasión aún más clara tras un error de la defensa que lo dejó solo. Regateó a Herrera, pero no acertó a definir con la derecha y Catena despejó en boca de gol.

La insistencia albiazul tuvo recompensa en un córner ejecutado por Rioja en el último suspiro que Benavídez envió al fondo de la red con un inapelable remate de cabeza a la escuadra al que no pudo llegar Herrera y con el que el árbitro señaló el final del partido y, en consecuencia, también de una pretemporada muy positiva para el Alavés.