Supone un éxito rotundo que el Deportivo Alavés haya llegado a las últimas jornadas del campeonato doméstico sin ningún tipo de presión y con todos los deberes hechos. El equipo de Luis García ha estado fuera de los puestos de descenso durante toda la temporada y la holgada situación clasificatoria ha permitido al técnico madrileño brindar minutos a los menos habituales en estas últimas semanas.
Frente al Real Madrid, el conjunto vitoriano contó con varias novedades en su once inicial como las de Ianis Hagi, Luis Rioja y Samu Omorodion. No obstante, los contrastes en la recta final del curso entre los integrantes de la plantilla albiazul son evidentes y no todos han llegado con la misma frescura en sus piernas a estos últimos compromisos del mes de mayo.
Por ejemplo, resulta muy positivo el estado de forma de Tenaglia, Giuliano y Benavídez, quienes han asumido un rol importante en las victorias frente al Atlético de Madrid, Celta y Valencia. De ser actores secundarios durante la primera mitad del curso y sumar minutos sobre todo en Copa, todos ellos han pasado a ser decisivos en esta excelente recta final protagonizada por el Glorioso.
Y es que el Deportivo Alavés dejó sellada la permanencia hace dos semanas tras su extraordinaria racha de tres victorias consecutivas. Esta fue una dinámica que comenzó en el duelo frente al Atlético de Madrid, en Mendizorroza, después de que Luis García agitase el árbol en busca de nuevas alternativas. Una arriesgada apuesta que dio sus frutos ya que el plantel vitoriano recuperó las señas de identidad extraviadas durante el mes de marzo.
Fuerzas renovadas
El Glorioso recuperó toneladas de agresividad en la sala de máquinas con la aparición de Benavídez y también gozó de verticalidad con Simeone en el sector izquierdo. El atacante cedido por el Atlético de Madrid se ha ganado el puesto en el once en detrimento de Luis Rioja, a quien le ha pasado factura en estos últimos meses el enorme minutaje acumulado en la primera mitad de la temporada.
La garra de Tenaglia también se ha convertido en otro de los intangibles en la consecución de la permanencia. El zaguero argentino ha desplegado su versatilidad tanto en el lateral derecho como en el eje de la zaga. Y eso que esta no ha sido una temporada sencilla para él. Regresó a Vitoria con el curso ya comenzado y no lo ha tenido fácil para sumar minutos dada la brillante campaña de Gorosabel, pero ha elevado el rigor defensivo del equipo en las últimas victorias.
Referencia ofensiva
Otro nombre de estas últimas jornadas es Kike García. Ha sido titular en las últimas tres victorias y en el empate frente al Girona. El Deportivo Alavés, con su figura, ha contado con un ariete experimentado y resolutivo en los duelos individuales.
Su buena lectura del juego ha propiciado un ataque mucho más coral ya que se ha asociado de maravilla con Giuliano. De hecho, este tándem protagonizó una tarde inolvidable en la victoria frente al Celta, pues ambos estuvieron involucrados en los tres goles babazorros.
La inspiración de los futbolistas más entonados del Alavés choca de frente con el estado de forma de otros jugadores a los que se les está haciendo larga la temporada. Es el caso de Omorodion, Rioja y Guevara. Los tres han sido pilares indiscutibles en la permanencia y el mérito es mayúsculo, pero su elevada carga de minutos no les ha permitido llegar con frescura a la recta final. Fueron titulares frente al Real Madrid, pero tan solo han sido revulsivos en las últimas tres victorias ligueras.
Omorodion es el reflejo de lo que depende un ariete de su idilio goleador. Es el máximo realizador del Alavés con ocho dianas, pero se ha visto relegado a un segundo plano en los compromisos de abril. Contra el Real Madrid, en su regreso al once, tuvo sus opciones de cara a puerta, pero pagó muy cara la falta de efectividad.
El aspecto más positivo, eso sí, es que cuando falla un integrante de la guardia pretoriana de Luis García, otro jugador con un rol secundario emerge como una opción de garantías. Benavídez, Tenaglia y Giuliano son el claro ejemplo de que llegar entonados a la recta final es crucial para dosificar a aquellos compañeros con más carga de minutos.