El Deportivo Alavés nunca está solo en su casa de Mendizorroza. Un coro de voces le anima y le empuja de principio a fin en cada partido. Una lista de hits de lo más extensa y con temas variados que ha servido a lo largo de la historia del club para animar al equipo, jugadores y hasta técnicos durante estos 103 años de vida de la entidad albiazul.

Desde el himno, cinco ha llegado a tener el cuadro babazorro según diversos historiadores y sus diferentes versiones más modernas, pasando por repertorios traídos de tribunas históricas como Racing, River y All Boys, entre otros equipos, hasta temas propios surgidos de la tremenda capacidad de inventiva de la bulliciosa e imaginativa afición albiazul.

Respecto al himno, el que finalmente ha calado entre los seguidores y ha llegado hasta nuestros días es el compuesto por Alfredo Donnay –el archiconocido que empieza así: “Bravo equipo albiazul”– prácticamente el único que corea el público en la actualidad, debido a ese ritmo pegadizo de su música.

Eso sí, hay que recordar que con anterioridad, tal y como recoge la web glorioso.net, el Deportivo Alavés también dispuso de otro himno, el que compuso Dámaso Villanueva como Canto Bélico, muy similar, aunque diferenciado en algunas estrofas, al conocido como –Aurrera Beti–.

Los himnos

También hay que destacar otro que hizo furor en los primeros años de existencia del Deportivo Alavés, el Ánimo pues, mientras que como dato curioso allá por la década de 1920, en los campos vizcaínos, los aficionados cantaban el himno Tracatá que comenzaba: “Deportivo gana..”, que se le atribuye a Dámaso Villanueva. 

Por último, otro himno que no tuvo tanto éxito como los anteriores es el que compuso Francisco Villaverde y que empieza: “La victoria nos sonríe ...”.

Aficionados del Deportivo Alavés animan a su equipo durante un partido en Mendizorroza Redacción DNA

Ecos del pasado. Hoy todos corean a pleno pulmón estrofas como “que resurges potente otra vez, recordando la gloria de aquel gran Deportivo Alavés” o “Vitoria ha puesto en ti su esperanza y su gran ilusión de que llegues a ser de tu grupo algún día campeón”.

Himno este último que han versionado distintos artistas a lo largo de su historia. Otros también.

La Banda Municipal de Vitoria-Gasteiz presentó en febrero de 2022 un documental de unos 15 minutos en los que interpreta tres de ellos: el Ánimo pues; el tradicional, Bravo equipo albiazul, escrito por Alfredo Donnay en 1956; y el más reciente, Gora burua (Alta la frente), propuesto por Mikel Izal en 2021 con motivo del Centenario del equipo.

Cánticos a jugadores

Sin embargo, si hay algo que marca es la banda sonora creada por la propia afición albiazul en Mendizorroza. Años y años lanzando temas de lo más curiosos.

Un histórico como Compañón tiene su tema en el fondo albiazul, al igual que en su día cantaron temas propios a Tito, Sívori o Lluís Codina

“Aquí están estos son los fieles de Compañón”, cántico dedicado al que fuera mano derecha de varios presidentes albiazules y toda una institución en el Deportivo Alavés, donde prestó sus servicios durante la friolera de casi cincuenta y dos años.

Los jugadores también han recibido el cariño de la grada en forma de cánticos. Desde el “Tito sube” con el que animaban al guardameta, pasando por el dedicado a Lluis Codina, “olé le, ola, la, Codina, Codina”, que recibiría años después Julio Salinas hasta el grito de guerra para animar al canterano Arturo Igoroin Sívori en el que Mendizorroza gritaba su apodo de esta manera “Si, si, si... Sívorí”. 

El guardameta Ttio, Sívori y Salinas tuvieron su cántico por parte de la afición albiazul mientras militaron en el Deportivo Alavés Picasa

Otros, debido a su garra, coraje y ardor guerrero en el campo, casos de Beobide y Aitor Arregi, eran recibidos al grito de “gudaaaaaari, gudaaaaari....”.

Bordalás y el ADN argentino

Al técnico José Bordalás, tras el ascenso logrado en 2016, también le dedicaron el suyo. Un tema que caló hondo y que coreaba con fuerza la grada aquella histórica temporada con una letra que al final fue premonitoria tras conseguir el ansiado regreso a Primera y que comenzaba de este modo: “Es que yo sin tí, Bordalás no sabría cómo subir...”.

Siempre animando. Apoyando al equipo con sus canciones. Eztanda Norte, en su día, y hoy su relevo Iraultza 1921 han sido de los más prolíficos a la hora de elaborar los temas que corean al unísono desde el fondo de Polideportivo y al que se han ido sumando el resto de tribunas de Mendizorroza.

Canciones que llevan el ADN de las barras argentinas y su forma de entender la animación en un partido como es el caso del tema que creó la hinchada de All Boys, popularizó Racing y hoy suena entre los seguidores de River y también en Mendizorroza y que en el fortín del Paseo de Cervantes han llamado ‘Otra vez en Europa quiero verte jugar’. 

Este comienza así: “Viajar allá donde tú juegues con mi gente de Iraultza, de fiesta animando al Glorioso para que meta un gol, ven y podrás comprobar lo que dice la gente, que los mejores animando son los del Alavés. [...] ya nadie puede dejar de botar, todo el fondo unido cantará una vez más: otra vez en Europa quiero verte jugar”. 

'La vida fanática'

Hay muchas. Ahí están, por ejemplo, 'La vida fanática' que comienza así “Todo aquel que vive la vida en albiazul tiene que saber que es lo mejor, que esta vida es una locura y hay que vivirla...” o 'La Primera es mi obsesión', que concluye con el siguiente grito de guerra: “Y van a ver, a Primera División vamos a volver, y van a ver, la hinchada del Deportivo enloquecer”.

También hay temas en euskera como el 'Hona hemen Iraultza' en el que el grupo de peñas canta “Txikitatik Glorioso gure bihotzetan etengabeko ametsa futbol zelaietan izan ginelako izango gara hona hemen Iraultza Arabako Garrasia”, además de otro muy conocido y que habla de la idiosincracia de los seguidores del Glorioso, el 'Nadie lo puede entender' que comienza de este modo: “Los momentos que viví, todo lo que yo dejé por seguir a mi glorioso nadie lo puede entender...”. 

Así es una pequeña parte de la banda sonora que suena en cada partido en Mendizorroza.