Si se retrocediera en el tiempo hasta el mes de agosto y, varios días antes de arrancar la temporada, se preguntase a los clubes destinados a merodear la zona media y baja de la clasificación a qué otro igual envidiarían por su delantera, la respuesta sería unánime: al Rayo Vallecano. Sin embargo, el fútbol y los goles van siempre más allá de los nombres, y así lo ha estado corroborando la escuadra madrileña a lo largo del vigente ejercicio. 

El casillero de Raúl de Tomás, por ejemplo, registra un único tanto en Liga hasta el momento. Pese a ser considerado uno de los arietes nacionales más potentes, tal y como demostró en el Espanyol tras destaparse años antes en el propio Rayo, su regreso a Vallecas no ha surtido el efecto esperado y algunos aficionados empiezan ya a lamentar los ocho millones más variables invertidos en su traspaso –el más caro de la historia franjirroja–. 

Es cierto que el nueve madrileño no se ha encontrado un escenario favorable en tierras vallecanas, pues la marcha de Andoni Iraola a la Premier League supuso un varapalo para el club y la transición errática de Francisco Rodríguez tampoco ha ayudado en nada; pero, aun y todo, sus actuaciones no han estado a la altura. Según reveló Iñigo Pérez, es un jugador que no sabe mantener la mente fría en las rachas malas, y eso le está perjudicando. 

Lo positivo para RDT es que, desde su reciente regreso al Rayo –fue la mano derecha del propio Iraola–, el técnico navarro ha confiado en él, que es lo que necesita para recuperar su mejor versión. Suma tres titularidades consecutivas (Real Madrid, Girona y Cádiz), tras haber arrancado en el banquillo en las seis jornadas anteriores, y en la primera de ellas pudo estrenar su casillero particular, castigando al conjunto blanco con la popular ley del ex

Sergio Camello celebra uno de sus goles con el Rayo. Efe

Resulta evidente que el delantero madrileño pasa por una de las etapas más complicadas de su carrera, si no la que más, pero eso no puede relajar al Alavés. Su batalla contra sus propios demonios acabará en algún momento, pues sus botas atesoran un talento innegable, y cuando eso ocurra volverá a ser el ariete temible que fue hace no mucho. Algo que la zaga gasteiztarra, atendiendo sus intereses, debe evitar vigilándole muy de cerca. 

Otro de los grandes nombres, aunque todavía es muy joven, que no está teniendo fortuna de cara a gol es Sergio Camello. El canterano colchonero suma solo dos, uno más que De Tomás, y esto ha ralentizado la gran proyección que había demostrado la temporada pasada, cuando también defendió la zamarra franjirroja. Además, su participación ha ido a menos en las últimas jornadas, coincidiendo con el esperado relevo en el banquillo. 

Falcao se dispone a lanzar un penalti frente al Atlético.

Falcao se dispone a lanzar un penalti frente al Atlético. Efe

Camello, cabe recordar, estuvo en la agenda de Sergio Fernández el pasado verano, pero la apuesta del Rayo, quien terminó pagando alrededor de cinco millones por hacerse con sus servicios, fue más interesante para el Atlético. El Alavés, como con Giuliano Simeone –y después Samu Omorodion–, buscaba una cesión para apuntalar su delantera y el delantero madrileño, ya con experiencia en la élite, encajaba a la perfección en ese perfil. 

El tercero en discordia, si bien es el que más nombre tiene de todos, es Radamel Falcao. Es evidente que, a sus 38 años, el Tigre ya no pasa ni mucho menos por su mejor momento; pero, si algo ha demostrado a lo largo de su carrera, es su habilidad de cara a gol, y este curso no se ha visto –solo ha marcado uno–. Pese a no haber jugado demasiado, los rayistas esperaban más de él como revulsivo, faceta en la que brilló durante el curso 2021-22. 

Cabe mencionar, de todas formas, que la falta de pegada de sus delanteros no convierte al Rayo en un equipo inofensivo en ataque. La responsabilidad de batir al portero rival la han adquirido sus dos extremos, Álvaro García e Isi Palazón, y ambos, muy verticales, ya pusieron en apuros a la defensa albiazul en la primera vuelta. El primero, en concreto, suma seis dianas y el segundo tres, sobre un total de 23 que registra el cuadro vallecano.

UNO Y OTRO

La comparación entre el rendimiento goleador de los delanteros del Rayo y los del Alavés es muy favorable para los babazorros. Mientras que los dirigidos por Íñigo Pérez, como se ha comentado, han logrado un total de cuatro tantos en Liga, los de Luis García Plaza llegan a los once, y eso que son uno menos. Samu Omorodion tiene ocho en su casillero y Kike García tres –Giuliano Simeone y Joaquín Panichelli aún no se han estrenado–.