El Deportivo Alavés tuvo en sus manos la posibilidad de sumar tres puntos en su visita al Reale Arena y comenzar el año ampliando el escaso margen respecto al descenso. Sin embargo, al equipo vitoriano se le escurrió en el epílogo una victoria que pudo haber puesto su punto y final a una fatídica racha de resultados a domicilio lejos del calor de Mendizorroza.

Y es que el Glorioso encadena 25 partidos como visitante en Primera División sin saborear un triunfo, una losa que obliga a exprimir al máximo el tanteo logrado como local y que merma inevitablemente las aspiraciones clasificatorias. Lo cierto es que este curso el equipo de Luis García ha hecho méritos como para sumar alguna victoria a domicilio, pero las esperanzadoras sensaciones no se han llegado a convertir en triunfos.

En la retina de la parroquia albiazul se encuentran los enfrentamientos ante el Celta de Vigo y el Villarreal, en los que el Alavés tuvo sendas opciones de poder sumar dos triunfos. No obstante, la realidad es cruda para la escuadra vitoriana. El conjunto babazorro es, con cuatro puntos en diez partidos a domicilio, el cuarto peor visitante de la categoría. Está igualado con el Cádiz y tan solo supera al Granada y el Almería, tres rivales directos en la lucha por la permanencia.

Dos años de penitencia

La negativa dinámica de resultados fuera de Mendizorroza se mantiene desde la campaña 2021-22, la más reciente del Glorioso en la máxima categoría. En aquella temporada el Alavés encadenó 15 jornadas sin sumar un triunfo a domicilio y su fragilidad como visitante fue uno de los motivos por los que finalizó el curso como colista.

Además, la última victoria albiazul como visitante en Primera es del 23 de octubre del 2021, en la remota visita al Cádiz que se resolvió con un doblete de Joselu. Desde entonces, tras más de dos años y un breve lapso de tiempo en la categoría de plata, el Deportivo Alavés se ha mostrado incapaz de brindar alegrías fuera de casa y ha jugado con fuego en su dependencia del factor Mendizorroza.

El tramo final de los partidos también resulta fatídico para el Alavés y ha sentado un precedente alarmante en la primera vuelta. Ante la Real Sociedad el castillo de naipes se vino abajo durante el tiempo añadido, pero en la visita al Getafe el equipo también encajó el gol de la derrota en los últimos diez minutos del partido.

Así, el Deportivo Alavés afronta la segunda vuelta del campeonato con el objetivo de comenzar a sumar triunfos como visitante y dar por finalizada una alarmante racha de 25 jornadas sin victorias lejos de Mendizorroza. Si bien el equipo de Luis García es el decimoprimer mejor anfitrión de la categoría, la losa de derrotas y empates a domicilio impiden a la escuadra vitoriana ampliar el margen respecto a sus perseguidores en la incesante lucha por la permanencia.