Este martes, sobre el césped de Anoeta, el Deportivo Alavés dio por finalizada la primera vuelta del campeonato liguero, y lo hizo con una sensación agridulce. No porque el punto cosechado fuera malo, pero sí por la manera en la que transcurrió el partido, pues, pese a verse las caras ante un rival muy exigente como la Real Sociedad, lo cierto es que los babazorros tuvieron todo a su favor para sumar su primera victoria a domicilio del curso.
Por desgracia, a los pupilos de Luis García les entró vértigo en los minutos finales, del mismo modo que frente al Real Madrid semanas atrás, y esa ilusión por conquistar el bastión donostiarra se desvaneció de un plumazo. Algo que no le va a impedir al Glorioso llegar al ecuador del calendario fuera de los puestos de descenso, pero que tampoco le va a permitir hacerlo con la tranquilidad que hubiera deseado y que, seguramente, se ha merecido.
A lo largo de esta primera vuelta, en la que ha cosechado 17 puntos, el Alavés ha mostrado una imagen muy mejorada a la de sus anteriores campañas en la élite. Con una idea de juego bastante atractiva, muy clara y bien trabajada, el técnico madrileño ha conseguido que su equipo compita ante a cualquier rival, lo que, al mismo tiempo, ha derivado en que la afición albiazul se sienta orgullosa con lo acontecido sobre el césped.
Lo curioso, y decepcionante, es que varias de sus mejores actuaciones no han tenido el desenlace deseado. Entre los partidos más destacados de estos meses, está la victoria frente al Almería, quien fue superado de principio a fin en Mendizorroza, y las derrotas contra Las Palmas, también en el bastión gasteiztarra, y el Barcelona, en Montjuic. Cabe mencionar, igualmente, el duelo con el Madrid y las visitas a Balaídos o La Cerámica.
En esos encuentros, y en otros tantos, el Alavés hizo méritos para sumar algo más, pero sus propios errores le castigaron sobremanera. Si bien ha habido aspectos a mejorar en todas las áreas, lo que más ha lastrado al equipo hasta ahora ha sido su ineficacia en ataque. Buena muestra de ello, aparte de ser la segunda escuadra menos goleadora de la categoría, es que, junto al Rayo Vallecano, también es la que más remates necesita para ver portería.
Siguiendo con el balance, no hace falta obviar que, como no podía ser de otra manera, también ha habido actuaciones pobres, aunque han sido las de menos. En las visitas al Cádiz, el Atlético y el Girona o en el derbi frente al Athletic en Mendizorroza se pudo ver al Glorioso más irreconocible. Ese que, aun compitiendo, no dio la sensación ni de poder hacer daño al rival ni de, por ende, sacar un resultado positivo. Cuatro partidos para olvidar, sin duda.
FIGURAS DESTACADAS
A la hora de hablar sobre individualidades, los grandes protagonistas de la primera vuelta han sido Antonio Sivera, Aleksandar Sedlar, Ander Guevara y Jon Guridi. De atrás hacia adelante, el guardameta de Jávea ha decidido varios encuentros y, de esta manera, ha vuelto a demostrar por qué el Alavés apostó tanto por él en su día. El central serbio, por su parte, estuvo excelente hasta su lesión de rodilla, liderando a la juventud que le rodeaba.
En cuanto al centrocampista gasteiztarra, lo cierto es que su adaptación de regreso a casa ha sido muy natural. Luis García le ha confiado la batuta de la creación de juego desde el primer día y no ha defraudado, más bien todo lo contrario. Algo que tampoco ha hecho el mediapunta de Azpeitia, quien, pese a que sigue teniendo pendiente mejorar su pegada, ha vuelto a ser una pieza fundamental en los esquemas del entrenador madrileño.
También ha habido, eso sí, varias revelaciones. Andoni Gorosabel, teniendo en cuenta las expectativas, ha ofrecido un rendimiento más que notable en el lateral diestro, dejando sin minutos a un fijo en Segunda como Nahuel Tenaglia, y tanto Javi López como Samu Omorodion han dado un paso al frente. El tinerfeño le ha quitado la titularidad a Rubén Duarte en varias ocasiones y el melillense lleva tiempo siendo un fijo en la punta de lanza.
En el apartado de decepciones, la principal lleva el nombre de Ianis Hagi. El futbolista rumano llegó a Vitoria-Gasteiz con la vitola de hombre importante y, sin embargo, ha demostrado muy poco hasta ahora. Nadie duda de su talento con el balón en los pies, pero brillar solo por eso es muy complicado, sobre todo en un club como el Glorioso. Necesita mostrarse mucho más participativo y sacar ese carácter que no se le ha visto hasta ahora.
Junto a Hagi, también se puede citar a Luis Rioja. Aunque el sevillano sí que se ha desgastado sobre el césped en cada una de sus actuaciones, sigue lejos de su mejor versión ofensiva, la cual necesita el Alavés para ser más peligroso en ataque. Tampoco han tenido una primera vuelta favorable Nikola Maras, Xeber Alkain y Jon Karrikaburu, pero su caso es diferente, pues apenas han tenido oportunidades para demostrar su valía en la élite.
CONDICIONANTES
Los errores en las áreas, que en Primera se pagan mucho más que en Segunda, no han sido lo único que ha condicionado al Alavés a lo largo de la primera vuelta. La mencionada lesión de Sedlar, a principios de noviembre, fue un mazazo e igual de duro fue perder a Giuliano Simeone en pretemporada. Afortunadamente, el delantero italiano ya está disponible, y así pudo comprobarse en su debut de este martes contra la Real Sociedad.
Un tercer condicionante está siendo la juventud de la plantilla. Como bien explicó Luis García, se “está construyendo un futuro” para el club babazorro, pero eso obliga a pasar el peaje de la inexperiencia. Hay talento en la plantilla –y en propiedad, además–, solo hace falta tiempo y una pizca de suerte para desarrollarlo. Si se consigue la permanencia, se dará un paso muy importante de cara a conseguir otra larga etapa del Glorioso en Primera.
En busca de dicho propósito, si se compara con lo ocurrido en la anterior etapa en la élite, puede comprobarse que los 17 puntos cosechados por el Alavés actual suponen el segundo peor desempeño, solo por delante de los 15 sumados en la campaña 2021-22. Ahora bien, las circunstancias no son, ni mucho menos, las mismas que en entonces, tal y como demuestra el hecho de que los babazorros estén fuera de los puestos de descenso.
La mejor puntuación (32) en el ecuador del campeonato la tuvo Abelardo Fernández, en la temporada 2018-19, y solo Javi Calleja, con las 15 unidades mencionadas, llegó a ese punto con el equipo metido en la zona roja. Es decir, Mauricio Pellegrino (16-17), el propio Pitu (17-18), Asier Garitano (19-20) y Pablo Machín (20-21) finalizaron la primera vuelta con el objetivo cumplido, si bien no todos corrieron la misma suerte en el banquillo.
La diferencia, respecto a aquellas campañas, es que la permanencia apunta a ser más barata que entonces. El Granada (11) y el Almería (5), cada semana que pasa, tienen menos tiempo para reaccionar y la plaza restante parece estar destinada, salvo debacle mayúscula del Sevilla o similares, al peor entre el Cádiz (15), Celta (16) y el propio Alavés. Hasta ahora, son los albiazules quienes han transmitido mejores sensaciones que los otros dos candidatos.
