Ahora mismo, el Deportivo Alavés está varios escalones por encima de aquellos que ocupan los puestos de descenso. Así lo demostró hace poco contra el Almería y, del mismo modo, lo hizo este viernes frente al Granada. Mendizorroza volvió a tomar su aura de bastión inexpugnable y, con goles de Raúl Torrente (en propia puerta), Abde Rebbach y Samu Omorodion, los babazorros cosecharon un triunfo muy importante (3-1).
Para este duelo directo, Luis García Plaza optó por dar continuidad a lo que tan buena imagen había dejado ante el Barça en Montjuic. La única novedad en su once fue Abde, quien formó en la banda izquierda en detrimento de Rubén Duarte, y repitieron de en él Abdel Abqar, Rafa Marín, Javi López y Samu, ausentes durante parte de la semana debido a sus respectivos compromisos internacionales.
El inicio del choque, a decir verdad, no fue sencillo para el Alavés. Pese a que los babazorros saltaron intensos al césped de Mendizorroza, el Granada se mostró con las ideas más claras durante los primeros minutos y, a través de varios desplazamientos en largo a Lucas Boyé –buscando a Myrto Uzuni en la caída–, le complicó la tarea a la zaga local. No tuvo que intervenir Antonio Sivera, pero sí se apreció cierta confusión entre los centrales.
Muy poco recorrido, de todas formas, tuvo ese guión desfavorable. Los gasteiztarras presionaron a los nazaríes y, en un contragolpe casi idéntico al que sirvió para aventajar al Barça, lograron estrenar el electrónico. Luis Rioja recuperó el balón, se lo dio en la medular a Jon Guridi, que condujo hasta encontrar la incorporación de Javi López por la banda, y este último asistió raso a Samu para el 1-0, si bien fue Torrente quien lo empujó a la red.
Esa no fue, eso sí, la única ocasión del Alavés en la primera mitad. Antes, nada más arrancar el choque, había avisado el propio delantero melillense y, cerca del descanso, otra contra volvió a dar grandes resultados. Javi López, de nuevo, arrancó hacia campo andaluz, donde encontró a Abde, y el extremo argelino batió a André Ferreira con un bonito derechazo colocado que tocó en el palo. Así, con el 2-0, se marcharon a los vestuarios.
Sin mostrar su mejor versión, o al menos la más dominadora, el conjunto babazorro dejó claro en 45 minutos que está uno o dos escalones por encima del Granada, sobre todo en términos defensivos. Los nazaríes sufrieron sobremanera para tapar los contragolpes del Glorioso y, en ataque, tampoco estuvieron acertados. Mendizorroza pudo comprobar por qué la de Paco López es la segunda escuadra más goleada de toda la Primera División.
SAMU SENTENCIA
Ya en la segunda parte, lo cierto es que todo fue rodado en favor de los albiazules. Los visitantes se vieron obligados a adelantar sus líneas en busca de un resquicio de esperanza y, antes de la hora de juego, Samu amplió la diferencia a tres goles. Su asistente fue Rioja, en otro centro lateral, y el dorsal 32 definió con un testarazo cruzado. Cuatro dianas suma ya en lo que va de temporada, dispuesto a cumplir el pronóstico que hizo en su presentación.
Vista la superioridad sobre el césped, Luis García decidió dar descanso a Ander Guevara, dando entrada a Carlos Benavídez, y sustituyó también Abde, por quien saltó Álex Sola. Más tarde entraron Ianis Hagi (Guridi), Kike García (Samu) y Nahuel Tenaglia (Rioja), pero el regreso del centrocampista uruguayo, ausente en los tres últimos compromisos, fue lo más reseñable de esos cinco cambios.
El Alavés finalizó la contienda sin demasiados apuros, lo cual parecía imposible en la máxima categoría, y volvió a dejar a Mendizorroza con un gran sabor de boca, pese al gol final de Uzuni de penalti (3-1), cometido por Benavídez. Además de los mencionados Javi López y Samu, también merece la pena destacar la gran actuación de Rioja. El sevillano ofreció, sin lugar a dudas, su mejor versión de la presente campaña.