A base de mucho trabajo, y también resultados, el Deportivo Alavés ha conseguido llegar al segundo impás internacional de la temporada con su objetivo cumplido. Cerca de los puestos de descenso, como era de esperar por su condición, pero fuera de los mismos, lo cual va a permitir trabajar con menos presión a Luis García Plaza y sus pupilos durante estos días sin competición –el balón volverá a rodar el domingo 22 de octubre en La Cerámica–. 

En concreto, los babazorros han finalizado la novena jornada del campeonato en decimoséptima posición, a solo dos puntos de la zona roja, e igualados a ocho con el Villarreal, Mallorca y Sevilla. Seis unidades tienen el Celta y el Granada, quien estuvo cerca de amargar el parón al Glorioso cuando se puso 2-0 contra el Barcelona, y solo tres alberga el casillero del Almería, claro farolillo rojo al no haber conocido aún la victoria este curso.

Pese a que todavía resta mucha liga por delante, eso no ha evitado que rueden varias cabezas llegados a este punto. La primera fue la de Quique Setién, reemplazado por un José Pacheta que, de momento, no ha conseguido lavar la cara del submarino amarillo, y después han hecho lo propio las de Vicente Moreno, cuyo cargo en el banquillo indálico lo ha ocupado el exalbiazul Gaizka Garitano, y José Luis Mendilibar, aún sin sustituto oficial en Nervión.

Ahora bien, que el Alavés esté fuera de los puestos de descenso y haya podido evitar ese aura de nerviosismo que sí ha llegado a otros clubes no deja satisfecho a Luis García, tal y como manifestó al término del choque contra el Real Betis: “Si tengo en cuenta los merecimientos que ha hecho este equipo hasta ahora, el arranque es malo. Tendríamos que llevar diez u once puntos muy fácilmente”. Los mismos, por ejemplo, que Las Palmas. 

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En imágenes: Partido Alavés-Betis en Mendizorroza Iñigo Foronda

Y razón, en realidad, no le falta al técnico madrileño. Salvo en un par de ocasiones –contra el Cádiz y el Athletic–, sus pupilos han dejado sensaciones notables. Ya no por su juego, que también, sino debido a su capacidad para competir en cualquier escenario, sin importar la entidad de quien estuviera enfrente. Algo, claro está, fundamental para pelear por la permanencia y que, cabe recordar, se había perdido en los últimos años en la máxima categoría.

Le ha lastrado mucho, en relación con lo anterior, la falta de puntería. Aunque es una de las escuadras de Primera que más remata portería –pocos recién ascendidos pueden decir una cosa así–, el Glorioso únicamente ha sumado siete goles a su casillero, lo cual solo empeora Las Palmas con seis. Y a esto, además, se deben añadir los distintos errores arbitrales que le han perjudicado, en especial los acontecidos en Vallecas y el Coliseum.

También se ha echado de menos, y Luis García ha hablado de ello en varias ocasiones, más aportación por parte de los revulsivos. Salvo contadas excepciones, el nivel medio del Alavés ha bajado una vez completados cuatro o cinco cambios, al contrario de lo que sucedía la temporada pasada. Si el entrenador babazorro consigue mejorar esto último durante el parón, su equipo tendrá bastantes más opciones cuando vuelva la competición.

De todas formas, la sensación general en las gradas de Mendizorroza es que, si hay un camino para que el conjunto albiazul consiga la permanencia, es precisamente el actual. Aparte de ver un equipo competitivo, la afición babazorra está disfrutando de ratos de fútbol que hacía años que no se veían en el feudo gasteiztarra. Puede que alguno de los anteriores, como el de Pellegrino o Abelardo, fueran más prácticos, pero no combinaban tan bien.

REGRESO EXIGENTE

Es digno de mención, eso sí, que todo lo que trabaje el Alavés durante estas dos semanas va a ponerse a prueba en una fase del calendario muy exigente. A la vuelta, los de Luis García deberán visitar consecutivamente dos estadios de competición europea, La Cerámica (Villarreal) y el Metropolitano (Atlético), para luego batallar en casa contra un rival directo como el Almería, intentar asaltar el Olímpico de Montjuic (Barcelona) y acoger en Mendizorroza otro duelo clave ante el Granada