El Deportivo Alavés saborea un punto tras una visita al estadio de El Molinón que pudo haber finalizado en tragedia. Los de Luis García tenían entre manos una nueva oportunidad idílica para igualar al segundo clasificado, pero el bloqueo de cara a portería presidió la actuación albiazul en territorio asturiano.
Abonados a las individualidades de Rioja y Jason, el conjunto babazorro se mostró incapaz de derribar el muro de Cuéllar. Los de Luis García no exhibieron las credenciales de ser un aspirante al ascenso y sumaron un nuevo compromiso liguero sin meter gol. El Alavés, sin un rumbo claro en un partido repleto de duelos y disputas individuales, apenas encontró fluidez para dar un último pase certero. Ese último envío que tanto peligro ha generado durante el curso mediante las potentes cabalgadas de sus extremos.
La única ocasión en la que Rioja y Jason conectaron en el área pequeña, la falta de acierto se volvió a cruzar en el camino del Glorioso. El cuadro vitoriano tuvo dos ocasiones manifiestas de gol al comienzo de la segunda parte, pero la imprecisión de cara al arco mermó las aspiraciones de un Alavés netamente espeso.
Y eso que, a priori, Luis García mostró una puesta en escena valiente. El madrileño mantuvo la sala de máquinas a cargo de dos futbolistas de buen pie como Salva y Blanco y brindó la oportunidad de partir desde el once a Villalibre, pero el Glorioso estuvo lejos de mostrar ese colmillo característico de un equipo que pelea por ascender. El ariete de Gernika, no obstante, apenas trascendió durante el partido y estuvo aislado en la punta de ataque. Además, su única intervención de cara a portería fue a falta de veinte minutos para el final. Dado su ostracismo durante su tímida actuación, Sylla fue el encargado de aportar cierta frescura en los metros finales, pero el senegalés se ahogó entre los defensas del Sporting.
La enorme dificultad para ver portería rival con cierta frecuencia durante el último mes de competición ha impedido al Glorioso escalar a los puestos de ascenso directo. De hecho, en las últimas ocho jornadas, el conjunto vitoriano tan solo ha metido dos goles. La igualdad en la categoría de plata queda de manifiesto en cada jornada, pero los pupilos de Luis García están viendo penalizada su falta de precisión en los metros finales. Todavía más teniendo en cuenta los pinchazos de los rivales directos en la pugna por el ascenso.
Vaso medio lleno
Si bien es cierto que el Alavés no hizo méritos para sumar tres puntos balsámicos en su particular maratón, al menos logró un empate en la visita a uno de los estadios más hostiles de la competición. Y eso que el cuadro vitoriano tuvo que hacer frente a un escenario desfavorable dada la ausencia de su pareja de centrales. El Glorioso, que comenzó la contienda con una dupla en la retaguardia conformada por Duarte y Laguardia, la concluyó sin centrales puros ante el ida y vuelta propuesto por el Sporting.
En ese impás de descontrol fue donde el único despiste albiazul pudo haber acabado en tragedia. Tras un errático repliegue y una clamorosa pérdida en el marcaje por parte de Duarte, Campuzano apareció solo ante Sivera para establecer lo que podría haber sido una victoria para los asturianos. Por fortuna para el interés sumatorio del Alavés, el tanto sportinguista se esfumó tras una revisión exhaustiva del VAR.
Luis García ha repetido en numerosas ocasiones que “lo que el fútbol te quita, te lo acaba dando”. Hace apenas una semana, el Alavés vivió en sus carnes la crudeza del tiralíneas del VAR con el tanto anulado a Jason, algo que, en el duelo ante el Sporting, se resolvió de cara para la escuadra alavesista tras la pertinente revisión de Prieto Iglesias.