El estreno liguero para las Gloriosas no pudo ser más fatídico el pasado sábado en Ibaia con la derrota por 1-2 ante el Madrid CFF. Sin embargo, el equipo dirigido por Mikel Crespo puede sufrir algún daño colateral con la posible sanción a una de sus jugadoras si el Comité de Competición entra de oficio para sancionar unas palabras pronunciadas por Camila Sáez al término del partido ante las madrileñas y por las cuales recibió una tarjeta amarilla.

Una vez finalizado el choque, la colegiada Patricia Luna reflejó en el acta una frase que le espetó la defensa internacional chilena, reclutada este verano por el club albiazul procedente del Rayo Vallecano: “No tienen ni idea y encima cobran más”, fue su controvertido comentario que, además, llega en un momento inoportuno.

Una compatriota del equipo rival, en concreto Karen Araya, medió en ese instante para apaciguar los ánimos y que el castigo para la jugadora de las Gloriosas no fuera mayor. El acta del árbitro dijo lo siguiente: “En el minuto 90, la jugadora Sáez Oyaneder, Camila Alejandra fue amonestada por el siguiente motivo: Dirigirse a mí en los siguientes términos, mientras me dirigía al vestuario, al finalizar el partido: “NO TIENEN NI IDEA, Y ENCIMA COBRAN MÁS”.

Se trata de la primera polémica tras la huelga arbitral que obligó a aplazar la primera jornada de la Liga Femenina. El colectivo arbitral lanzó un órdago para reivindicar un incremento de sus salarios, que ha pasado de ser de 300 euros por partido a 1.666 euros, una cifra que en la mayoría de los casos es superior a lo que perciben muchas jugadoras de clubes modestos como el Alavés femenino.

Después de que sus demandas se vieran parcialmente atendidas tras el acuerdo entre la Liga F y la RFEF con la mediación del Consejo Superior de Deportes, el salario anual de una colegiada principal será de 35.000 euros. Por su parte, las árbitras asistentes que se encargan de las bandas pasan de cobrar 168 euros a 1.066 euros.