Su nombre figura entre los que lograron el último ascenso del Alavés a Primera División en la temporada 2015-16. Fue una pieza clave del filial babazorro durante tres campañas y media, en las que coincidió con futbolistas como Martin Aguirregabiria, Sergio Llamas o Mikel Vesga. Debutó en el Glorioso a las órdenes de José Bordalás y, pese a que su salida de Vitoria no fuese la ideal, Asier Benito conserva un grato recuerdo de su etapa como albiazul. El futbolista natural de Amurrio pasó luego varias temporadas en el fútbol nacional hasta que llegó una interesante oferta desde Grecia que no quiso desaprovechar. Tras su primer ejercicio en el fútbol heleno, Benito repasa sus últimas experiencias en estas páginas.

¿Qué valoración hace de su primera temporada en Grecia?

–Ha sido complicada, no he tenido muchos minutos y en ese sentido ha sido duro. Yo me veía que podía jugar más y cuando lo he hecho he estado bien pero no he tenido la suerte de cara al gol. Estar fuera de casa para mí que soy tan de Amurrio ha sido un poco complicado pero al estar diez jugadores españoles y varios argentinos se ha hecho más fácil.

¿La adaptación al país heleno ha sido dura?

–Al principio quizá vas un poco nervioso porque es la primera experiencia fuera de España y no sabes lo que te vas a encontrar en cuanto a la competición, el lugar en el que vas a vivir o cómo son los griegos. En mi equipo, salvo con los entrenadores y algunos compañeros o trabajadores, muchos hablamos en castellano y en ese sentido no ha sido difícil. Si fui a Grecia fue por eso mismo, he coincidido con Eneko Capilla que somos de la misma edad y habíamos jugado en las inferiores de Euskadi. Me habló bastante bien del club, que era serio, que pagaba al día y que al fin y al cabo es una Primera División en la que vas a jugar contra equipos como Olympiakos, AEK de Atenas o Panathinaikos.

“Lo pasé mal en Vitoria porque salía todos los días en los periódicos y yo en ese momento era un chaval”

“En mi caso particular siento gran pertenencia y puede ser que poco a poco me vaya acercando a casa”

¿Qué puso en la balanza para recalar en Grecia?

–Siempre quise tener una experiencia en el extranjero. Se me presentó una oferta del Asteras Tripoli en el que me ofrecían tres años, algo que en España es complicado. Era un Primera con opciones de poder entrar en Europa League y económicamente son ofertas mayores. Se presentó todo perfecto y sentí que era el momento para probarlo. Este año ha sido de adaptación y espero que el próximo sea el definitivo.

¿Qué diferencias destacaría entre el fútbol griego y el español?

–Está claro que la Primera División griega no se puede comparar con la española, aunque los cinco primeros equipos sí que tienen gran nivel. Y en especial el Olympiacos podría estar entre los 10 primeros de LaLiga, compite en Europa prácticamente cada año. En la zona de abajo sí que hay otros que en cuanto a campo no son estadios de gran tamaño pero, por ejemplo, el césped sí que lo tienen muy bien cuidado. En el nuestro caben aproximadamente 7.000 espectadores pero no somos de los equipos que más afición mueve.

¿Las aficiones griegas son tan peligrosas y pasionales como la fama que les precede?

–Las más famosas como la del Olympiakos y PAOK se suelen llenar cuando juegan entre los de arriba en sus derbis. Allí sí que se calientan y este año, por ejemplo, unos aficionados de un equipo mataron a uno de otro. Esta temporada todavía hemos tenido alguna restricción por el covid-19 y no he vivido en primera persona esos ambientes. En nuestro estadio no se les ha permitido venir a las aficiones de los equipos más potentes.

Asier Benito posa en el campo de hierba artificial del Refor en su Amurrio natal. Pilar Barco

La vida en Tripoli es cómoda, ¿no?

–Nuestro pueblo es muy tranquilo. No hay muchas cosas para hacer y si quieres algo más de vida tienes que ir a Atenas que nos pilla aproximadamente a hora y media. Estamos en el centro de la península y en verano, por ejemplo, en pretemporada sí que nos movemos más por las playas para desconectar. En el pueblo te conocen pero nadie dice nada, pasas desapercibido y estás muy cómodo.

¿Qué experiencia recuerda de Segunda División?

–Por lo que he vivido me parece una competición muy dura en la que todos los equipos tienen buen nivel y está muy igualada. Además, es una liga de larga duración pero a su vez es muy bonita. En mi etapa en el Deportivo Alavés tan solo disputé dos partidos y sí que se me quedó la espinita de no haber podido jugar alguno más. Los dos que jugué creo que dejé buenas sensaciones y el mismo Bordalás me comentó que lo había hecho bien. Pero el equipo se la estaba jugando para ascender y entonces se optó por la veteranía. Aun así pude debutar, vivir el ascenso y para mí fue un año muy bonito.

¿Cuál fue la clave de aquel ascenso a Primera?

–El equipo tenía una intensidad tremenda y era muy difícil ganarnos. Se competía en todos los partidos y eso es algo que inculcaba Bordalás todos los días, se notaba en todos los encuentros. Me acuerdo que en nuestra época los entrenamientos eran muy duros y largos, con mucha intensidad y eso fue la clave.

“Se competía en todos los partidos y eso es algo que inculcaba Bordalás; los entrenamientos eran duros”

“La Segunda es un torneo muy duro en el que todos los equipos tienen buen nivel y está muy igualada ”

¿Conserva alguna amistad de su etapa en Vitoria?

–Por ejemplo, este año he visto partidos del Alavés para seguir a Martin, que es un muy buen amigo de mi etapa en el filial, estuvimos cuatro años. En el Alavés B el año en el que jugamos el play off éramos diez alaveses y nos fue bien, de ahí por ejemplo también salieron Mikel Vesga y Sergio Herrera, que aunque no es de Álava sí que es de la zona e hicimos un muy buen grupo.

¿Cómo vivió la salida del Alavés?

–Fue un año muy complicado. Yo todavía no había tomado una decisión y el club decidió apartarme. Empecé la pretemporada con el primer equipo y en teoría me iban a buscar una cesión a Segunda B. Me bajaron pronto de la pretemporada y en ese momento me molestó un poco porque la temporada anterior había estado en dinámica del primer equipo. Después tampoco me cedieron, vi que tenía muy complicado jugar en el Alavés y eso que me habría encantado hacerlo. Me prometieron que me cederían y no fue así. En enero el Alavés me dio un ultimátum para responder a una oferta de renovación y yo en ese momento no sabía qué hacer porque tenía ofertas de varios equipos. Entonces decidí buscarme otro destino. El Athletic me llamaba y además me dieron facilidades para terminar la carrera. Obviamente me dio pena salir así del Alavés porque había estado cuatro años muy cómodo y además me dieron la posibilidad de debutar profesionalmente. Lo pasé mal porque salía todos los días en los periódicos, en Twitter me ponían de todo y yo en ese momento era un chaval. No estaba acostumbrado a que me criticaran tanto. En parte decías que, bueno, esta gente no sabe nada, pero después te afecta. Me dio pena porque en Tercera íbamos primeros para ascender, los compañeros y trabajadores del club se portaron muy bien conmigo.

Asier Benito posa en el campo de hierba artificial del Refor en su Amurrio natal. Pilar Barco

¿En el Bilbao Athletic volvió a sonreír?

–El primer año con Garitano de entrenador fue muy bueno, llegamos al play off y jugué todos los partidos menos uno de titular. Hice goles y disfruté muchísimo, quizá ha sido el año en el que más lo he hecho. Llevaba seis meses sin jugar a fútbol y necesitaba confianza, ese año la recuperé. En la segunda temporada durante algún tramo fui capitán pero sí que es cierto que sufrí varias lesiones y eso complicó un poco el año. En Lezama estuve muy a gusto.

¿Se sintió cerca de poder debutar con el primer equipo?

–El primer año comencé muy bien y hubo un momento en La Copa durante noviembre que sí que me vi con opciones de debutar. Luego se fue complicando y no tuve muchas más oportunidades, había más delanteros de mucha competencia como, por ejemplo, Aduriz.

En su etapa en el Eibar encadenó dos cesiones, ¿era lo previsto?

–Hice la pretemporada del primer equipo con ellos y fui el pichichi del equipo. Pero estaban cuatro delanteros y la idea que teníamos era cederme a un Segunda para tener continuidad y aunque hiciese buena pretemporada se sabía que no me iba a quedar. Fue una experiencia muy bonita. Fui a la Ponferradina, no llegué a ser titular pero sí que tenía protagonismo saliendo desde el banquillo. Fue un año sobre todo de aprendizaje y de disfrutar de Segunda porque es una categoría muy buena. En Segunda te encuentras con centrales altos, fuertes y rápidos y sí que noté ese cambio de Segunda B a esta categoría. En Grecia por ejemplo también son físicos, aquí están jugadores de prestigio comoChigrinsky, Manolas o Sokratis, hay mucho nombre.

¿Qué aspiraciones tiene de cara al futuro?

–Tengo dos años más de contrato en Grecia. En principio, el club cuenta conmigo y veremos si la próxima temporada es mejor que la anterior. Tengo la base de la pasada temporada y parece ser que habrá cambio de entrenador. En mi caso particular siento una gran pertenencia hacia mi tierra y puede ser que poco a poco me vaya acercando. Mi idea sería estar más cerca de casa pero todo depende de las ofertas que salgan.

LOS DATOS

  • Asteras Tripolis. Su protagonismo en las filas del conjunto heleno ha ido de menos a más. Disputó 17 partidos de 26 en la primera fase de la competición y en el play out jugó 5 de 7.
  • Sus mejores cifras en 2ªB. Tras su salida del Alavés, Asier Benito se hizó un nombre en la categoría de bronce durante su periplo en el Bilbao Athletic. En Lezama disputó 64 encuentros, en los que anotó 18 goles.