En la actualidad, la ficha de cualquier futbolista que destaca por encima de los demás, sin importar la categoría, entra directamente en la agenda de multitud de directores deportivos y ojeadores que ni siquiera han estado cerca de la acción. Esto, principalmente, se debe al enorme avance que se ha dado en los últimos años en el ámbito de la recopilación de datos, el cual, gracias a la realidad digital que predomina en la sociedad, ha facilitado sobremanera las tareas de las secretarías técnicas.
Sin embargo, aunque, como se ha mencionado, siempre va a haber alguien en todos los campos al acecho de los jugadores más brillantes, es un hecho innegable que, cuando uno deslumbra en un escenario de primer nivel, esa actuación tiene un valor extra y hasta puede cambiar la vida de un deportista. En este sentido, el Camp Nou, por ejemplo, es uno de esos estadios en los que cualquiera, incluso los más grandes, quiere jugar para así mostrar su mejor versión y, al día siguiente, estar en boca de todos los aficionados y compañeros de profesión.
Lo novedoso, en el ámbito del Alavés, es que esa oportunidad con la que muchos sueñan la va a tener Antonio Sivera este sábado (21.00 horas). Pues, salvo giro inesperado de los acontecimientos, el guardameta alicantino volverá a enfundarse los guantes y defenderá la portería babazorra en el feudo culé. Un lugar de ensueño donde no podrá estar Fernando Pacheco después de que el club del Paseo de Cervantes confirmara ayer su baja por un esguince de grado I en su tobillo derecho.
Por tanto, la visita al FC Barcelona es, sin duda, la ocasión que el cancerbero de Jávea estaba esperando. Desde que llegó a Vitoria-Gasteiz en el curso 2017-18, Sivera ha vivido a la sombra del pacense y, cuando ha podido aparecer, no ha dejado sensaciones positivas -más bien, todo lo contrario-. Algo que, entre otras cosas, hizo que saliera cedido al Almería en enero de 2020 en busca de una continuidad que nunca había tenido en la capital alavesa, pero, por desgracia, tampoco la encontró en tierras andaluzas y, además, su periplo en las categorías inferiores de la selección española terminó.
Ahora bien, la de esta jornada no va a ser la primera aparición del alicantino esta campaña. El trece albiazul ya fue titular en el derbi frente a Osasuna y, pese a que recibió dos goles, siguió la línea de la pretemporada e hizo un buen papel. La exigencia, eso sí, entonces era inferior, pues, en ese momento, nada funcionaba en el conjunto gasteiztarra y destacar negativamente no era una tarea sencilla. Ahora, sin embargo, el Glorioso carbura, sobre todo en defensa, y cualquier error es más llamativo, por lo que la exigencia de Sivera será máxima.
Rotaciones en el once
No obstante, el portero valenciano no será el único que contará con esta inigualable oportunidad. Al igual que hizo frente al Elche, Javi Calleja rotará varias piezas debido a la acumulación de partidos y, mientras que algunos futbolistas tendrán la ocasión de demostrar su valía, otros, asimismo, podrán confirmar las buenas sensaciones que han dejado en las últimas semanas.
Dentro de este último grupo de jugadores entran, principalmente, Matt Miazga, Toni Moya y Miguel De la Fuente. Los tres están siendo, junto a Loum, los refuerzos más destacados y, tras ser suplentes en el choque ante el cuadro franjiverde, podrían ser parte del once inicial en el Camp Nou, donde el Alavés tratará de dar la sorpresa ante un Barça en horas bajas.
Quienes, por el contrario, aún deben demostrar si merecen o no protagonismo en la escuadra vitoriana son Manu García, más presente últimamente; Mamadou Sylla, inédito en los dos últimos encuentros, en los que Joselu ha recuperado su supremacía; e Iván Martín, que no ha vuelto a vestirse de corto desde que fue titular en el derbi contra Osasuna y el técnico madrileño le sustituyó por Facundo Pellistri al comienzo de la segunda mitad.