Vitoria - La mala suerte en forma de lesiones de rodilla persigue al Deportivo Alavés esta temporada, tanto en el primer equipo como en el filial. En el cuadro médico de este último, precisamente, se temía hasta ayer lo peor con Andrei Lupu, lesinado en el partido del pasado domingo ante el Ontinyent con cierta gravedad, lo que había llevado a los galenos del club a esperar la temida rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, la misma lesión que el pasado curso sufrieron Einar Galilea y Víctor Laguardia . Sin embargo, la resonancia magnética realizada ayer al delantero rumano reveló que la lesión se queda en un “fuerte” esguince que, eso sí, le mantendrá alejado de los terrenos de juego entre tres y cuatro semanas.
Andrei Lupu fue fichado hace un año del Comillas riojano y hasta el pasado mes de marzo estuvo jugando con el División de Honor juvenil del Alavés. El episodio de Asier Benito, al que el club albiazul apartó de la competición al no aceptar la oferta de renovación que se le planteó, le permitió subir al conjunto filial, con el que ha marcado cuatro goles durante estos meses. A sus 19 años cuenta con una temporada más de contrato con la escuadra que dirige Aitor Orueta pero la dirección deportiva de la entidad del Paseo de Cervantes pretende ampliarle su vinculación ante el interés que ha despertado por parte de otros equipos filiales. - M. U.