Simplemente, tomates con sabor a tomate. Este podría ser el resumen del trabajo que desde que era bien joven, ayudando al principio a su aita, desempeña Iñaki López Azkorra a las afueras de Erandio. Pero no solo es el resumen de su vida laboral, sino también de su vida personal que se enmarca en un círculo por y para los tomates y donde no pasa ni un solo día en el que nuestro protagonista no disfrute comiendo uno de esos preciados tomates que cultiva con mimo y cariño en un invernadero al que mejor ir sin un jersey encima. “Soy un verdadero friki del tomate y muy orgulloso de ello”, comenta divertido Iñaki. 

Los mejores tomates de Euskadi

No sabemos si es por esta tranquila zona, cuya calma ni siquiera interrumpen los aviones del aeropuerto que pasan justo encima de las tomateras, pero estos tomates nacen con un sabor de lo más especial y único. Tanto es así que conocidos chefs como Fernando Canales no dudan en comprar aquí los tomates que forman parte de sus impresionantes platos. 

Pero, esta maravilla, como decimos, no nace de la nada. Son el fruto de días y días de un trabajo sin descanso (Iñaki ni se acuerda de la última vez que tuvo vacaciones), pero que hace con el mayor de los orgullos por ver crecer la multitud de variedades que tiene en su zona de cultivo. Aquí lo raro, bromas aparte, es encontrar el clásico tomate de ensalada de toda la vida con su característico color rojo. Aquí el arcoíris se abre a verdes, rosas, morados y hasta blancos y negros en una sucesión mágica que ahora es una realidad tras más de tres décadas de experiencia en el sector y multitud de ensayos de prueba y error para dar con los que muchos consideran los mejores tomates de Euskadi. 

“Tenemos claras nuestras prioridades y estas no son otras que ofrecer el mejor producto posible con el menor impacto medioambiental, por ello nuestros envíos de tomates los realizamos únicamente en embalajes neutros de cartón reciclado y reciclable, sin florituras, porque lo importante está en el interior”, nos explica Iñaki. “Cuando pruebes nuestros tomates lo entenderás”, añade este entusiasta del tomate que cuenta con el apoyo de su madre y de un empleado para todo el trabajo de campo; que no es poco. 

Desde la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA lo saben y por eso no dudaron en apoyar el proyecto de emprendimiento de Iñaki cuando tomó las riendas del negocio que empezó su padre y que ahora ha visto cómo ha evolucionado. 

Iniciativa apoyada por Gaztenpresa y Lanbide

DESCUBRE MÁS SOBRE EL PROYECTO GAZTENPRESA DE LABORAL KUTXA

En la actualidad, Iñaki se ha decantado por el cultivo de sus preciados tomates con el sistema de la agricultura hidropónica con la que se usan disoluciones minerales en vez de suelo agrícola. “Las raíces reciben una solución nutritiva y equilibrada disuelta en agua con los elementos químicos esenciales para el desarrollo de la planta, que puede crecer en una solución acuosa únicamente, o bien en un medio inerte, como arena lavada, grava o perla, entre muchas otras”, como nos enseña Iñaki en un recorrido de lo más didáctico por sus invernaderos.

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Iñaki López sujetando una caja de tomates. Markel Fernández

Más de un tomate

En la actualidad existen, aunque no te lo creas, más de 10.000 variedades de tomate distribuidas por todo el mundo. Pero no hace falta que hagas la maleta y te montes en uno de los aviones que sobrevuelan este paraíso del tomate (de cerca de 2000 metros cuadrados), ya que en Goikosoloa prueban y seleccionan las mejores (cuentan con cerca de 200) para que no tengas que hacerlo. Así de sencillo. Así de fácil y así de delicioso. 

Y lo decimos con conocimiento de causa probando algunos de los mejores tomates (no son pocos los que tiene Iñaki) y entre los que se encuentran tan conocidos como el tomate rosa de Aretxabaleta, el Raf Capuchino, el tomate Jack o Cherokee Purple. Tras el primer bocado entendemos que Iñaki no pase ni un solo día sin comer tomate. Sería un pecado.