Vitoria - Quedan poco más de dos semanas para la final de la Copa del Rey y ese histórico partido se ha convertido ya en el eje sobre el que pivota casi todo en Vitoria, una ciudad en la que el Deportivo Alavés es tema recurrente de conversación y que vive ilusionada con ese encuentro que prácticamente no tiene parangón en la trayectoria del club ni de la ciudad. Lo que es norma habitual en otros lares, supone salirse de la realidad cotidiana en una capital alavesa que no está ni de lejos acostumbrada a acontecimientos de semejante calibre. Y, como si se tratase de una festividad especial, balcones, terrazas, comercios y escaparates se van tiñendo poco a poco con los colores azules y blancos que caracterizan al Glorioso. Así, en varios establecimientos vitorianos se pueden contemplar estos días los murales de Alain Larreina, que está pintado Vitoria de albiazul con unas curiosas ilustraciones que recogen a la afición alavesista y su inminente desplazamiento a Madrid o jugadores albiazules.

Eventos de esta magnitud son siempre aprovechados para gente con ideas ingeniosas que ven una buena oportunidad de negocio y este joven vitoriano que lleva ya tres años dedicándose a la pintura y que ya tenía experiencia en la decoración de comercios no lo dudó cuando se le vislumbró la oportunidad que dibujaba la final copera.

“Empecé el año pasado en Navidades en el barrio de Zabalgana y la cosa gustó bastante. Luego seguí con Carnavales y en la Copa del Rey de baloncesto lo llevé al centro y ahí llegó un poco la explosión porque fue cuando la gente lo empezó a ver. Relacionado con el fútbol, pinté el bar Verode, de Jito, que fue de los que más impresión causó. Y después he seguido haciendo cosas en tiendas, pero desde que surgió la oportunidad de hacer algo relacionado con la final me volqué en buscar clientes”, señala Alain Larreina.

Y es que la fina labor del trazado y el coloreado con pincel y pintura es la parte más sencilla de todo el recorrido. El problema es convencer a los propietarios de los comercios para que apuesten por ese reclamo publicitario diferencial.

“Muchos han participado ya otras veces, pero hay que insistir a la gente para convencerles de que decoren su establecimiento porque tiene una repercusión publicitaria porque la gente recuerda dónde ha visto un dibujo u otro. Llevo muchos hechos porque me he recorrido mucho Vitoria. Estoy contento porque el objetivo cuando empecé era hacer diez, ya llevo trece y me han salido otros cuatro más. A ver si llego a los veinte”, señala el protagonista.

Bares como La Picota, Dublin House y Vendetta (Zabalgana), Elegan’s y Danae (Sansomendi), Urko (Lakua), Paladares (Salburua), Los Castillos y Akerra (Ariznabarra), Café Prado, el centro de enseñanza Zabaldu, la farmacia Gorbea, la inmobiliaria Fincas Uleta, la cerrajería Iñaki-Giltzaraba, la peluquería Eme Uve o la frutería Délika ya lucen orgullosos sus murales. También el Asador Baralde, sede de la peña Dulantzi Albiazul en Alegría. Y alguno más que vendrá en los próximos días. Eso sí, el objetivo que se marca el artista vitoriano es conseguir un espacio en Madrid para llevar a la capital sus ilustraciones.

“Ya que voy a estar en Madrid, a ver si se puede hacer algo bonito allí. Estoy buscando opciones, pero de momento no hay nada. A ver si alguien me puede ayudar. Lo he movido en redes sociales, tengo el contacto de la Asociación Hostelera de Madrid... A ver si alguien se anima porque puede ser bonito”, lanza al aire este artista vitoriano que pincel en mano ha coloreado ya de albiazul Vitoria y que sueña con llevarse sus pinturas a Madrid para extender allí el colorido alavesista.