Vitoria - Durante más de siete años ha estado sometido el Deportivo Alavés a un concurso de acreedores que fue aprobado el 19 de noviembre de 2009 y que quedó resuelto este miércoles 8 de marzo con la declaración, por parte de la jueza María Teresa Trinidad Santos, de la conclusión del dicho procedimiento, una resolución firme ya que no cabe recurso contra ella y que cierra, definitivamente, una de las etapas más negras en la nonagenaria historia de la entidad del Paseo de Cervantes. Tan oscura que hoy no se podría hablar del espléndido presente del club y de su no menos esperanzador futuro de no haberse resuelto satisfactoriamente.
Este último auto no es más que el epílogo a todo un proceso que en los tiempos recientes ha sido una balsa de aceita tras haber sido causa anterior de innumerables terremotos. El pasado 3 de octubre se dictó un auto judicial en el que el concurso se declaraba cumplido íntegramente, cuestión que se publicó en el Borme el 12 de diciembre. Caducadas ya las acciones de declaración de incumplimiento, el auto del pasado miércoles da por finiquitado el proceso concursal.
Se trata de la rúbrica oficial y definitiva a un largo trayecto jurídico, en el que se recurrió a la solicitud del concurso voluntario de acreedores para evitar, en el verano del 2009, el descenso de categoría por impagos. En todo el proceso que condujo a la salida de Dmitry Piterman del club y a la llegada de Fernando Ortiz de Zárate, bajo la tutela del hoy presidente de la LFP, Javier Tebas, el club alavesista entró en concurso para hacer frente a una deuda de 25 millones de euros, varios de ellos de pago inminente a los que no podía hacer frente y amenazaban seriamente su viabilidad.
La petición del concurso salvó al Alavés en primera instancia del descenso administrativo, pero aún habría de pasar por delicadísimos momentos una vez aprobado el mismo, con la quita de la mitad de la deuda y un calendario de pago a cinco años que, de no cumplirse, podría conducir a la liquidación del club. El abono de las primeras anualidades -alrededor de un millón de euros- causó serios problemas y la entidad estuvo al borde de quebrar, pero a partir de la entrada de la actual directiva todo se estabilizó hasta alcanzarse el recién decretado final del proceso concursal. - DNA