El destino quiso que los caminos de Dusko Ivanovic y el Baskonia volvieran a cruzarse este jueves en la visita de la Virtus Bolonia al Buesa Arena. El estreno del mítico técnico montenegrino al frente del equipo italiano, sorpresivo colista en la Euroliga, no podía celebrarse en otro escenario que el feudo azulgrana, en el que tantas alegrías brindó durante 12 cursos repartidos en cuatro exitosas etapas como entrenador. Y su vuelta a Vitoria se saldó con una agónica victoria cuando el Baskonia ya saboreaba el triunfo.
“Es un partido especial para mí”, reconoció Dusko en su primera comparecencia como técnico del conjunto transalpino. Y no es para menos, dado que jamás, en la Euroliga, había visitado Vitoria como rival. No en vano, Dusko Ivanovic es el hombre elegido por la entidad transalpina para revertir la pésima dinámica de resultados que atraviesa un equipo compuesto por jugadores de renombre.
Hasta este jueves, eran seis los encuentros que acumulaba la Virtus sin ganar en la máxima competición continental. De nuevo, le toca ejercer las dotes de bombero que demostró en sendos cursos como técnico del Baskonia El curso pasado, con su libreto, fue capaz de clasificar al equipo para el play off de la Euroliga, si bien los resultados en el campeonato doméstico no llegaron a estar a la altura del club.
Vuelta a casa
Ahora bien, queda fuera de toda duda que el regreso de Ivanovic a Vitoria constituyó una jornada histórica para los 8.336 espectadores congregados en el recinto de Zurbano. Desde el aterrizaje –la tarde del miércoles– de la expedición italiana en Vitoria, las muestras de cariño hacia Ivanovic no cesaron, síntoma de su importancia en los éxitos logrados en la entidad gasteiztarra.
El afecto que recibió este jueves, antes del inicio de partido, resultó abrumador. Cuando restaban 11 minutos de calentamiento, Dusko Ivanovic, con el semblante sereno, cruzó la puerta que da acceso a la pista y la respuesta por parte del baskonismo fue inmediata. “¡Dusko, Dusko!”, coreó parte de la afición azulgrana tras su entrada en pista. El resto se fundió en un aplauso coral para homenajear al que fue entrenador del Baskonia hasta el final del pasado ejercicio.
Eso sí, Ivanovic no fue el único ovacionado en la plantilla italiana. Shengelia y Polonara, ambos integrantes del último trofeo liguero logrado por el Baskonia, también recibieron el cariño por parte de una afición que sabe rendir homenaje a los suyos.
Dusko Ivanovic advirtió en la previa del partido que aunque el reencuentro con el Baskonia se tratara de un capricho del destino “muy especial”, se comportaría como un “profesional”. Y así, el mariscal, en su regreso a la que siempre será su casa, cosechó una agónica victoria en su estreno al frente del banquillo transalpino.