A muchos aficionados les vino a la cabeza los últimos segundos de la Liga perdida en 2005 ante el Real Madrid tras el triple de Alberto Herreros. Un final de partido dantesco, horrible y cruel acabó condenando a la derrota a un Baskonia que segundos antes tenía el partido ganado hace 19 años y ante la Virtus también. Cruel, muy, muy cruel.
El Baskonia tiró por la borda un duelo áspero, en el que con mucho sufrimiento había conseguido tener a tiro un triunfo ante una Virtus herida y que se llevó del Buesa una victoria a base de fe.
Sí es que hay que creer y mucho para poder llevarse una victoria así viendo como estaba el partido a falta de unos segundos. Y es que con todo a favor, el Baskonia no supo gestionar los segundos finales.
Pésimo día en el tiro libre
Primero por su pésimo día desde el tiro libre. El Baskonia tan solo metió dos de sus últimos ocho lanzamientos de personal tras fallar Moneke y Hall los dos que tuvieron para dejar encarrilado el partido.
Howard erraría después el primero de los que dispuso. Cinco lanzamientos de personal de seis intentos tirados por la borda en los tres minutos finales para un Baskonia horrible desde los 4.60 metros –16/26 (61%)–. Demasiado poco para un equipo profesional.
Howard, 2 de 14 en triples
Pese a estos errores, el acierto de Howard, quien tuvo otro día horrible desde la línea de tres –2/14 (14%)– en el siguiente lanzamiento de personal, dejaba con todo a favor para el Baskonia a falta de 18 segundos tras dejar al conjunto azulgrana 4 puntos arriba (78-74).
Tan solo faltaba defender esa posesión, hacer gastar tiempo a los hombres de Ivanovic y después tratar de sentenciar en la siguiente posesión. Pues el Baskonia dejó de defender de forma incomprensible en esos segundos finales.
La Virtus se encontró una autopista y en menos de cinco segundos ya había anotado. Incomprensible la actitud de los jugadores azulgranas.
Al menos, Baldwin sí que anotaría los dos siguientes tiros libres y dejaba de nuevo a los de Laso con todo a favor a falta de 12 segundos (80-76). Sin embargo, el Baskonia volvió a pecar de falta de actitud defensiva. Inexplicable.
Huelga de brazos caídos y canasta rapídisima en tan solo seis segundos de Grazulis para poner de nuevo a la Virtus dos abajo a falta de seis segundos (80-78).
Muy mal había que hacerlo para no rematar el partido. Pues el Baskonia lo hizo mal no, aún peor. Primero, un Rogkavopoulos que estuvo soberbio y batió con sus 19 puntos su récord anotador en la Euroliga que databa del pasado 1 de mayo ante el Real Madrid cuando consiguió 18, falló uno de sus dos tiros libres y dejó el partido en un ajustado 81-78 con cuatro segundos por jugar.
Incomprensible falta de Moneke
Bueno. Con hacer falta y cerrar el rebote del segundo tiro libre estaría acabado y ganado el partido. Pues ni por esas. No se hizo esa primera falta, sino que se permitió a Clyburn cruzar la pista y lanzar de tres. Error.
Más aún la incomprensible falta de Moneke. Para creer en brujas. 3+1 en menos de 3 segundos y parcial de 3-8 en 18 segundos para acabar perdiendo un partido que estaba ganado. Al Buesa volvieron los fantasmas de Alberto Herreros.