Vitoria - El Deportivo Alavés está dando pasos en la reestructuración de todo el club, pero las dos figuras fundamentales del nuevo proyecto en Primera División, las que encabezan en estos momentos la lista de prioridades de Josean Querejeta, son la de un director general -o perfil similar- y un director deportivo que se encarguen de estructurar las dos parcelas fundamentales de la entidad: por un lado la ejecutiva y por otro la deportiva. El máximo mandatario alavesista ya maneja sus opciones, aunque no parece sencillo concretar esas prioridades. En el primer caso, Vicente Casado -hasta el pasado noviembre, en el Málaga- es la figura que más gusta para asumir la dirección general por su gran trabajo en el club andaluz y sus excelentes contactos con la cúspide del fútbol estatal, aunque todavía no se ha materializado ningún acuerdo. En el caso de la dirección deportiva de momento no ha cuajado ninguna alternativa, ya que uno de los grandes deseados, el exvalencianista Francisco Rufete, no tiene entre sus planes inmediatos el trabajo directo con ningún club. Eso sí, estos movimientos evidencian que El Glorioso se encuentra en plena ebullición en busca de esa pareja fundamental en su nueva estructura.

En lo que se refiere a la parcela deportiva, y siempre comenzando desde la cúpula hacia abajo, Josean Querejeta busca potenciar ese departamento que en las últimas temporadas ha tenido como referente casi exclusivo a un Javier Zubillaga que apenas ha contado con el apoyo de Iñaki López Murga y un grupo muy reducido de técnicos para desarrollar todo el trabajo propio de la dirección deportiva y la secretaría técnica. En situación de economía de guerra como en los primeros años del de Lazkao en el club o en una categoría como la Segunda División la estructura, aunque con carencias, podía servir. Ahora, el paso a Primera obliga a tener un sistema operativo mucho más poderoso y con mucho más personal trabajando en la criba de mercados y jugadores.

rufete, solo asesor Así, el club busca una persona que lidere todo el entramado. Y una de las principales figuras en las que se ha fijado Querejeta es Francisco Rufete, quien fuera jugador, entre otros, de Mallorca, Málaga, Valencia, Espanyol o Hércules, y mánager general deportivo del Valencia -su única aventura hasta ahora en los despachos- desde el 25 de noviembre de 2013 al 1 de julio de 2015. El máximo mandatario alavesista ha mantenido varios contactos con el técnico alicantino (Benejúzar, 20 de noviembre de 1976), pero Rufete, por lo menos hasta la fecha, se ha mostrado contrario a asumir el mando absoluto de la dirección deportiva de la entidad del Paseo de Cervantes, aunque no a colaborar de alguna manera con la misma.

Desde que abandonase el Valencia el pasado mes de julio al mismo tiempo que el presidente Amadeo Salvo por discrepancias con la directiva del máximo accionista Peter Lim, Rufete se ha dedicado a seguir viendo fútbol y jugadores, pero sin la intención de volver a ocupar, a menos a corto plazo, un puesto de alta responsabilidad en ningún club.

Tras colgar las botas como jugador al final de la campaña 2010-11, el alicantino se sacó el título de entrenador nacional y en junio de 2013 Amadeo Salvo lo contrató como mánager deportivo de la escuela y cantera del Valencia. Un puesto en el que permaneció durante cinco meses, ya que en noviembre ascendió a mánager general deportivo, máximo responsable de esa parcela. Las discrepancias con Lim y su equipo -sobre todo con el entrenador Nuno-, le llevaron a abandonar el club de la mano de su mentor.

Con esa trayectoria al frente de todo el entramado deportivo del Valencia, Rufete le fue recomendado a Querejeta como figura de referencia para estructurar dicha parcela en un Alavés de Primera. Los dos han mantenido varios contactos y reuniones a lo largo de los últimos meses e, incluso, el alicantino ha visitado Vitoria en más de una ocasión. Eso sí, ante la posibilidad de encabezar la dirección deportiva, la respuesta ha sido negativa, ya que, según los que le conocen, entre sus ambiciones inmediatas no se encuentra regresar a los despachos de ningún club.

Eso sí, lo que no descarta el técnico es un trabajo de colaboración con el Alavés. Pasar a formar parte la parcela deportiva pero sin una responsabilidad clara en la cúspide del entramado. Un asesor externo sin el desgaste del día a día en el club, ofreciendo informes de jugadores. Una idea que no casa, al menos por el momento, con la que tiene un Querejeta que está ahora centrado en conformar un aparato de técnicos poderoso con un claro líder a la cabeza del mismo que, al menos a día de hoy, no parece que finalmente vaya a acabar siendo Rufete, a menos que su postura inicial cambie de manera radical y acepte la propuesta de liderar la dirección deportiva alavesista.

En esta tesitura, la figura de Zubillaga no puede desaparecer de los planes de futuro. En un principio, todo hace indicar que la idea pasa por englobar al riojano, al que se le reconoce un gran trabajo a lo largo de las cuatro últimas campañas, dentro de esa dirección deportiva, aunque en un escalafón diferente al de líder que hasta ahora ha ejercido. Que no se haya anunciado todavía su renovación habla bien a las claras de que se están buscando alternativas en este sentido. Eso sí, de quedarse sin alguna de las opciones que se manejan -como de momento ocurre con el caso de Rufete-, Zubillaga podría seguir durante una nueva campaña al frente de la parcela deportiva alavesista.

casado, una eminencia La segunda pata fundamental sobre la que Querejeta desea asentar su nuevo proyecto es la de un director general que comande el trabajo en los despachos. Y, en este sentido, una de las personas que encabeza el listado de prioridades es Vicente Casado, quien hasta el pasado mes de noviembre ejercía esas funciones en el Málaga hasta que fue despedido. Desde entonces, se le ha relacionado con el Betis y con la posible candidatura de Jorge Pérez a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, pero ninguna de esas dos opciones ha fructificado y busca nuevo destino.

Vicente Casado es toda una eminencia en el mundo de la mercadotecnia y el Málaga lo contrató en septiembre de 2011 -recomendado por Fernando Hierro, entonces en el club de su ciudad y con el que había coincidido en la Federación- para hacerse cargo de su área de marketing como director de desarrollo y área de negocio. Llegaba avalado por una brillante trayectoria como director general ejecutivo del Mutua Madrid Open de tenis, creó el nuevo departamento de marketing y comercial de la Federación Española de Fútbol, fue director comercial de Santa Mónica Sports y contaba con experiencia como director y profesor de la especialización en marketing y comunicación deportiva del MBA Alfredo di Stefano del Real Madrid en la Universidad Europea de Madrid, en la Universidad del Valle de México y en la Universidad de Sao Paulo, además, entre otras cosas, de ser jefe del proyecto Le Tour de France du Sport Populaire durante el Mundial Francia’98, para el Ministerio de la Juventud y Deporte francés. En apenas un año, dentro de un club en grave crisis económica, ascendía hasta la dirección general y se convertía en la cara visible del Málaga del jeque Nayef Al-Thani.

En el club andaluz, su labor fue mucho más allá de los despachos y su importancia fue clave a la hora de confeccionar también los proyectos deportivos junto a su mano derecha y máximo responsable de esa parcela, Mario Armando Husillos. En una época en la que el Málaga pasaba por un momento económico muy complicado, se convirtió en la cabeza visible del club y lo lideró en todos sus frentes para evitar el descenso administrativo.

El ya por entonces director deportivo, a través de las ventas de jugadores, consiguió reducir de manera muy considerable la deuda de un club que en verano de 2012 estuvo al borde de la desaparición, mientras que se cumplían los objetivos de la permanencia de manera reiterada. Además, por sus experiencias anteriores, Casado consiguió que el Málaga entablase unas buenas relaciones con LFP, Federación y Consejo Superior de Deportes. Una figura con un gran entramado de contactos personales que se considera fundamental en la nueva estructura alavesista -ya se ha fracasado en este sentido en campañas anteriores- para contar con una mayor presencia en los centros de decisión del fútbol estatal.