Vitoria - Afronta el Deportivo Alavés esta mañana un partido de esos que pueden marcar el devenir de una temporada. El conjunto vitoriano se encuentra atravesando por un bache de juego que no ha tenido gran afección en los resultados y, por primera vez en muchas semanas, le toca poner su liderato en juego en un duelo directo frente a un Leganés que llega a este choque al alza como segundo clasificado. Las ganas del aspirante madrileño, ante la solidez de un Glorioso que ha demostrado saber defenderse a la perfección cuando han venido mal dadas. La opción de asestar un directo al mentón de uno de sus grandes rivales o la posibilidad de que se incrementen las dudas en torno al equipo. O, como todo cabe en el fútbol, la opción de que todo siga igual entre estos dos contendientes cuando finalice la jornada, ya que el empate cuando se miden dos iguales siempre es una opción a tener en cuenta de manera destacada.
El objetivo de partida para el equipo de José Bordalás no puede ser otro que saltar al césped de Butarque con la idea de finiquitar con la imbatibilidad del Leganés como local, cuestión que se lleva extendiendo prácticamente durante todo un año. Para conseguir asaltar semejante fortaleza, es evidente que el equipo vitoriano va a tener que mejorar mucho con respecto a sus versiones precedentes. No se pueden conceder tantas ocasiones como en algunos casos -el partido ante el Mirandés fue dramático en este sentido- y los registros ofensivos, tanto en insistencia como en efectividad, han de elevarse obligatoriamente.
Si ya de por sí el duelo con el segundo clasificado no se presentase complicado por la envergadura del rival, el cuadro vitoriano se verá muy lastrado por los problemas propios. Todos los males que no se han sufrido durante toda la temporada se han venido a acumular juntos en una sola semana, lo que obligará a Bordalás a recomponer su once inicial de manera muy importante al verse privado de tres piezas que eran completamente inamovibles en sus esquemas.
Conocida era ya la baja por sanción de Víctor Laguardia y también cabía esperar que Gaizka Toquero no se recuperase a tiempo del esguince de tobillo que arrastraba. A ellos dos se unió el viernes Javi Carpio, con una luxación de hombro que también le obligó a quedarse ayer en casa.
La relevancia de las bajas es importante, ya que todo el flanco derecho de la defensa tendrá que ser recompuesto. Dani Estrada es el llamado a actuar en el lateral derecho, seguramente al lado de un Sergio Pelegrín que se verá desplazado a ese costado en el eje de la zaga, mientras que Einar y Aritz Borda se juegan el otro puesto de central con ventaja, a priori, para el vitoriano, por el que el técnico siempre ha confiado en caso de necesidad cuando han llegado los problemas.
La ausencia de Toquero resulta menos relevante, ya que las alternativas son bastante fiables. Le llega de nuevo la oportunidad a Manu Barreiro. Y cabe esperar algún retoque más en la vanguardia, en este caso por decisión técnica como ocurrió con la entrada de Iñaki en Miranda como extremo izquierdo.
No son las mejores condiciones, pero este Alavés irá con todo a por la gloria de seguir líder.