Vitoria. Buenas noticias, o al menos ninguna negativa, fueron las que le llegaron ayer a Natxo González cuando se conocieron los resultados de las pruebas radiológicas a las que fueron sometidos Juanma Gómez y Mauro Quiroga para evaluar el estado de las respectivas dolencias que les han llevado a perderse los últimos entrenamientos. Ni el extremo ni el delantero sufren lesiones de alcance en tobillo y rodilla, respectivamente, pero tampoco está nada claro que vayan a estar disponibles de cara al compromiso del domingo en Córdoba. De momento, ninguno de los dos tomó parte en el entrenamiento matinal de ayer y los servicios médicos del club irán valorando su evolución día a día para decidir casi en el último momento si pueden formar parte de la expedición que el sábado pondrá rumbo hacia tierras andaluzas.
Compás de espera, por tanto, el que se impone con estos dos futbolistas, aunque lo más importante era descartar alguna lesión de cierta gravedad. Juanma ya se perdió el partido contra el Las Palmas por un esguince de tobillo que le ha mantenido al margen del grupo durante toda la semana, mientras que Quiroga hubo de retirarse del entrenamiento del martes al sufrir una torcedura en la rodilla, un susto de gran calibre al tener en cuenta que el argentino ya ha sufrido problemas anteriormente. En todo caso, aún habiéndose descartado un problema importante, los dos seguirán un trabajo específico en las sesiones que quedan por delante.
Si finalmente Natxo González no puede contar con alguno de estos dos futbolistas, el panorama volverá a complicársele. Y es que, pese a que ya trabajan con el grupo, ni Nano ni Jarosik se encuentran aún en plenitud de condiciones. El primero porque lleva mucho tiempo en el dique seco por lesión y físicamente no está a punto, mientras que en el caso del segundo, que viene de hacer pretemporada con el Sparta Praga pero que ayer volvió a entrenar tras unos días parado, necesitará unos pocos días para adaptarse al equipo, los compañeros y los sistemas, además de recuperar su mejor tono.
Con la baja segura de Beobide, la ausencia de cualquiera de estos cuatro futbolistas reduciría a diecisiete los disponibles del primer equipo y obligaría a volver a echar mano de la cantera, como se hizo en las dos primeras jornadas con Einar.