VITORIA. Ha sido junto a Asier Salcedo y Sendoa Agirre uno de los tres únicos futbolistas que sobrevivió a la drástica criba efectuada el pasado verano por Josean Querejeta para concretar una cirugía imprescindible que revitalizase el ánimo babazorro. Y el tiempo ha terminado por dar la razón a las altas esferas a tenor del excelente rendimiento ofrecido por un lateral indestructible que está siendo inmune a las sanciones y las lesiones tan propensas en el mundo del fútbol. Oscar Rubio ya se ha ganado el respeto de compañeros y rivales porque puede presumir de haber disputado los últimos 38 compromisos oficiales del Deportivo Alavés entre el final de la pasada temporada y lo que se lleva transcurrido de ésta. Un registro prácticamente imposible de ser alcanzado hoy en día por un jugador profesional.
Sus comienzos en la capital alavesa no resultaron del todo alentadores y fue víctima de la pésima inercia de un conjunto perdedor que soliviantó los ánimos de Mendizorroza. Incluso perdió la titularidad en detrimento de Marc Fachán, pero terminó el fatídico año pasado a gran nivel y se ganó un voto de confianza por parte de los rectores para formar parte del nuevo proyecto escapando de una revolución cantada que se cobró infinidad de víctimas entre sus anteriores compañeros.
Los resultados no se han hecho esperar y el protagonista vive sus momentos de mayor esplendor. "He tenido la suerte de no sufrir lesiones y espero que siga siendo así. Es un dato anecdótico lo de los 38 partidos, pero lo cierto es que acumular tantos minutos es positivo a nivel personal. Me encuentro bien físicamente, algo que por mi forma de jugar es muy importante", justifica el defensa albiazul.
Tras militar en primera instancia en el Lleida, el Nástic y el Elche, se vio obligado a emigrar a Rumania ante la falta de ofertas. Esta etapa le ha dejado un poso de insatisfacción, aunque ya no quiere mirar atrás. "Tras el periplo que tuve por el extranjero, al volver me costó. Pasé un tiempo en los que tuve problemas para encontrar un club. Este último verano, en el que fui un afortunado por renovar pronto aquí, estuve más tranquilo, me pude mentalizar más y no estar pensando en a ver si me iba a quedar sin equipo. Ojalá no me vuelva a ocurrir eso nunca más, daré todo de mi parte. Así me lo he planteado y por ahora las cosas me están saliendo bien", se congratula Rubio.