Vitoria. Hay días en los que cuesta levantarse de la cama por temor a lo que uno puede enfrentarse al cruzar la puerta. Cuando esos días se repiten uno tras otro para formar semanas, el ánimo empieza a decaer, y donde antes había ímpetu para afrontar la realidad y ansía por defender tu posición, empieza a haber solo cansancio y desánimo. Hasta ahora, al menos hasta ayer, desde que el fútbol ha transformado en una pesadilla lo que consideraba la gran oportunidad de su vida, Luis de la Fuente siempre se había mostrado directo y combativo a la hora de defender su trabajo al frente del Deportivo Alavés.

Ayer, sin embargo, un día antes de que esta tarde, a partir de las 17.00 horas, el Amorebieta ejerza de juez -y tal vez de verdugo- de su futuro, el entrenador riojano apartó a un lado su discurso en defensa propia y, aunque siempre educado, repitió como un mantra una única frase cada vez que los medios presentes le instaron a responder preguntas sobre su futuro. "Sólo quiero hablar del Amorebieta", incidió De la Fuente tras el entrenamiento a puerta cerrada completado ayer por el equipo en Mendizorroza. El mismo escenario donde el pasado día 2 el público cargó contra él durante el partido contra el Zamora.

Desde entonces, el cuadro vitoriano ha enlazado una victoria por 0-1 en Liga ante el penúltimo clasificado y la eliminación copera a manos de un Albacete que ahora se medirá al Atlético de Madrid en la siguiente ronda, ya a doble partido. Esta tarde, catorce días después del que probablemente fue uno de los días más duros de su trayectoria en los banquillos, el preparador albiazul se enfrentará de nuevo a una afición con la que nunca ha llegado a congeniar. Una relación que De la Fuente aún confía en reconducir, empezando por sacar los tres puntos ante un Amorebieta que se ha ganado a pulso el cartel de equipo revelación del grupo.

"No tengo miedo a la reacción de Mendizorroza. El público nos ha estado apoyando siempre, incluso cuando no hemos ganado. No se les puede pedir nada, pero me gustaría que estén con el equipo porque eso nos haría más fuertes y nos ayudaría a solucionar los problemas que puntualmente hemos tenido", solicitó el entrenador. La cuestión es que esos "problemas puntuales" a los que De la Fuente hace referencia han llevado al Alavés a la sexta posición a base de un juego huérfano no ya de vistosidad, sino de contundencia en ataque y contención en defensa.

Eso, unido a su férreo carácter a la hora de defender sus decisiones, incluso las malas, y cierta falta de autocrítica en su discurso han llevado a muchos aficionados a desconfiar de un entrenador cargado de ilusión pero falto de bagaje. Los malos resultados han rellenado los huecos. "No tenemos que olvidar que en Mendizorroza no hemos perdido ningún partido, y de hecho deberíamos haber ganado los cuatro", resaltaba ayer en este sentido un De la Fuente que, según afirmó ayer, no tiene nada que reprochar a la junta directiva presidida por Avelino Fernández de Quincoces, que en días pasados instó al técnico a cambiar el rumbo del equipo cuanto antes. "Siempre, semana tras semana, sólo he recibido palabras de ánimo, de tranquilidad y de apoyo por su parte", aclaró.

jugadores "al límite" Así, con la cuchilla de la guillotina elevada para descender sobre su cabeza en caso de derrota, Luis de la Fuente no quiere guardarse ninguna bala para hacer frente al contundente equipo entrenado por Axier Intxaurraga, que en sus cuatro desplazamientos hasta la fecha ha sumado tres victorias, todas por 0-1. Por eso ha citado a todos sus efectivos para esta tarde, incluidos Sendoa, Azkorra y Javi Rubio, que arrastran problemas físicos. Antes del partido, el técnico deberá hacer dos descartes.

"Tanto Javi Rubio como Azkorra han entrenado bien esta semana y esperamos que estén en perfectas condiciones. En cuanto a Sendoa, veremos a ver, aunque intentaremos que los que jueguen puedan hacerlo al límite, lo hagan durante noventa o treinta minutos. Intentaremos poner a la gente que nos pueda ofrecer su límite. Mañana -por hoy- saldremos de dudas", aclaró de cara a un partido que se anticipa crucial Primero, porque el equipo deberá sobreponerse a una semana "muy dura, de mucha tensión", y segundo, porque el rival no es precisamente el más propicio para relanzar la maltrecha situación que atraviesa el Alavés. "El Amorebieta me está sorprendiendo gratamente. Saben a lo que juegan y están con mucha moral. Intentaremos cortar su racha, porque si ganamos nos situaremos con quince puntos en zona de play off", apuntó. Un futuro inmediato en el que, salvo triunfo de por medio, no estará Luis De la Fuente.