Vitoria. Avelino Fernández de Quincoces se convirtió el pasado viernes en el trigésimo tercer presidente del Deportivo Alavés. Portador de un apellido que han lucido dos de los mayores iconos del alavesismo de todos los tiempos -Quincoces I y II-, el hombre elegido por Josean Querejeta para asumir el exigente reto de reflotar la semihundida nave albiazul toma el relevo de Alfredo Ruiz de Gauna en el despacho presidencial de Mendizorroza y llega al coliseo del Paseo de Cervantes acompañado en el consejo de administración del máximo responsable del club hace dos mandatos, Fernando Ortiz de Zárate.

El recién estrenado presidente afrontará esta nueva etapa de su carrera profesional -a la que él mismo ha puesto una fecha de caducidad próxima- en una situación sensiblemente más favorable que la que ha sufrido su predecesor durante los aproximadamente quince meses que ha permanecido en el cargo. La capitalización de 2,5 millones de euros que ha llevado a cabo el grupo inversor, el acuerdo institucional de los principales grupos políticos que garantiza importantes ayudas públicas durante los próximos ejercicios y la confianza del entorno provocarán que el objetivo de sacar al Glorioso del pozo deportivo y económico en el que se halla desde hace demasiado tiempo se pueda contemplar con más optimismo.