Vitoria. Una de las primeras piezas en el proyecto del Deportivo Alavés de cara a la temporada 2011-12 tiene que ser el nuevo entrenador. A pesar de la notable campaña que ha firmado, culminada, eso sí, con un enorme varapalo en el play off y con la sensación de que el equipo podía haber dado más de sí, la marcha de Miguel Ángel Álvarez Tomé se da por hecha sea quien sea el encargado de gestionar la planificación deportiva de cara al curso venidero. En el caso que de ella se ocupen los actuales dirigentes, el entrenador ha perdido toda la confianza que en él depositaron hace un año y las relaciones entre ambas partes son inexistentes desde que el técnico leonés se alineara al lado de sus jugadores en la protesta por los impagos. En el caso de que los encargados de la planificación sean los nuevos inversores, ellos apostarán por la llegada de un equipo de su plena confianza.

Con la más que presumible marcha de Álvarez Tomé, a quien no le faltarán equipos en la categoría porque su trayectoria en Segunda División B es impresionante, se abre la búsqueda de un nuevo responsable de la parcela deportiva para dirigir al Alavés desde el banquillo. Y en la mayoría de las listas de futuribles, el nombre que figura a la cabeza es el del vitoriano Natxo González, quien recientemente ha puesto punto final a su etapa en el Sant Andreu tras cuatro temporadas en el conjunto catalán.

Natxo González reúne todos los requisitos para convertirse en el candidato ideal a ocupar el banquillo alavesista. Nacido en Vitoria y formado como entrenador en el propio fútbol base del Alavés (ha entrenado, entre otros, a los juveniles y al filial y también ha formado parte del organigrama técnico del club), tuvo que emigrar lejos de tierras alavesas para encontrar la oportunidad que no se le daba en su propia casa a pesar de sus excelentes resultados con los equipos de categorías inferiores (condujo a los juveniles a la final de la Copa del Rey y logró un ascenso a Segunda B con el filial).

La parte principal de su carrera la ha desarrollado en Cataluña, primero en el Reus, al que llegó como director deportivo para convertirse posteriormente en entrenador, y los últimos cuatro años en el Sant Andreu. En su trayectoria destacan tres ascensos a Segunda División B (con el Alavés B, el Reus y el Sant Andreu) y la temporada 2009-10 disputó el play off de ascenso a Segunda División, cayendo en la última eliminatoria ante el Barcelona B después de haber sido el líder del Grupo III con los mejores registros de toda la categoría. En su cuarta y última temporada en el Sant Andreu los resultados no le han acompañado y ahora se encamina hacia un nuevo proyecto.

"Te llegan cosas, pero de momento nadie se ha puesto en contacto conmigo. Agradezco que se hable de mí porque el Alavés tiene el añadido de ser el equipo de mi ciudad y es una alternativa muy importante si se llega a presentar", señala el preparador vitoriano.