Vitoria. En toda la trama que tiene al Deportivo Alavés como protagonista se han ido sucediendo de manera irremediable las declaraciones de unos y otros, desde dentro y desde fuera, sin que aparezca la necesaria solución para el club que responde al nombre único de capitalización. La semana ha sido prolífica en declaraciones, pero faltaba aún un actor por saltar al escenario. Lo hizo ayer la directiva alavesista a través de la consejera delegada, Vanessa Ruiz de Gauna. Su postura es bastante clara y la resolución a todo el proceso pasa, a su juicio, por una simple llamada telefónica de la Diputación Foral de Álava al presidente del Glorioso para comunicarle la llegada de un nuevo grupo inversor.
"Que nos llamen cuando quieran que les vamos a coger el teléfono con mucho gusto porque trabajamos por el bien del Alavés y estamos receptivos y abiertos. Es un proceso sencillo, si nos llaman y tienen un respeto del que hasta ahora han carecido, nos vamos y punto. No vamos a ser un obstáculo porque no vamos a agarrarnos a ningún sillón", aseguró Vanessa Ruiz de Gauna en su alocución.
Eso sí, a pesar de mostrar la disponibilidad de la actual directiva a facilitar un relevo en la cúpula del club sin estridencias, tampoco quiso ir más allá en sus explicaciones acerca de la manera en la que se va a desarrollar dicho proceso. "Lo valoraremos cuando nos llamen y nos comuniquen que hay inversores. Si tienen a alguien, que lo saquen y, si no, que nos dejen trabajar para buscar soluciones porque con voluntad todo se puede conseguir", zanjó, asegurando también que la directiva no piensa presentar su dimisión: "No nos hemos ido ni nos vamos a ir si no entra nadie. No vamos a ser cobardes y si hemos aguantado hasta ahora vamos a seguir hasta el final".
Se refiere Vanessa Ruiz de Gauna al "camino de espinas" que para la actual directiva ha supuesto el poco más de un año de mandato desde que asumiera los mandos del club. "Ha sido un año de machaque, pero estamos haciendo todo lo que humanamente se puede y más. Que nos dejen trabajar y respeten a esta directiva porque estamos abiertos a una buena solución y, si no la tienen, a conformar la mesa de trabajo que propusimos el pasado mes de septiembre", indicó.
"Si no se hace más es porque no se puede y porque al club se le debe dinero". El desencuentro entre la directiva y las instituciones es evidente y el enfado de la primera es mayúsculo, sobre todo teniendo en cuenta que los plazos para la capitalización se han ido cumpliendo sin que haya llegado al club más capital que el aportado hace un año por Alfredo Ruiz de Gauna.
"Al Alavés se le pedía tiempo y está concedido. A ellos les tocaba poner los inversores y el acompañamiento institucional y después de tres meses de ampliación no han aparecido. A día de hoy los únicos que hemos cumplido somos nosotros. Si las instituciones que tanto quieren al Alavés hubieran acompañado hace cuatro años ahora mismo todo sería diferente", indicó.
un solo inversor En este sentido, la directiva se encuentra especialmente dolida tras escuchar "determinadas declaraciones con alusiones a gestión irresponsable y a inconsciencia" por su parte: "¿Dónde estaban hace un año los que ahora se hacen abanderados del alavesismo? Porque sólo veo a una persona que ha puesto y sigue poniendo de su propio patrimonio y es Alfredo Ruiz de Gauna, que sin ayudas de ningún tipo ha conseguido mantener a este equipo vivo y en el primer puesto de la tabla clasificatoria".
Lamenta la consejera delegada que el plazo marcado desde la Diputación sea el del 4 de abril, fin del periodo de ampliación, cuando el próximo 24 de marzo hay un juicio por incumplimiento del convenio de acreedores que puede suponer la liquidación del club. "Sorprende que digan que el juicio es un problema de la directiva. Estamos trabajando para intentar frenar las demandas, pero nuestras propuestas han sido rechazadas y los abogados de los acreedores nos dicen que con una llamada de la Diputación todo podría ser distinto porque consideran que es un interlocutor válido ante la posibilidad de cobrar pronto si llegan inversores", indicó Ruiz de Gauna.
Pero, además de estas vistas judiciales del próximo jueves, los problemas económicos también ahogan al Alavés en su día a día. "Estamos haciendo malabares, pero este club lleva noventa años subsistiendo solo y poco a poco vamos consiguiendo hacer frente a los pagos, estirando el dinero al máximo y consiguiendo recursos de diferente forma". En este sentido, sigue echando de menos la consejera delegada el apoyo económico de las instituciones locales. "Si se agilizase el apoyo institucional la situación sería mucho menos precaria", concluyó.