Vitoria. Llevaba mucho tiempo el Deportivo Alavés sin verse perjudicado por las decisiones arbitrales, pero el enfado al vestuario y al entorno albiazul regresó en una visita al Eibar que se saldó con una inmerecida derrota tras un partido espectacular del cuadro vitoriano. Dicho tropiezo, además, vino propiciado por una concatenación de errores del colegiado de este partido, el asturiano Eduardo Moro Sánchez, otro nombre a añadir al particular listado de inefables colegiados que han perjudicado los intereses del Glorioso con sus desacertadas decisiones.

Además de otros errores de bulto, como el clarísimo penalti del guardameta Irureta sobre Jito en la salida de un saque de esquina que pilló al colegiado a dos metros de la infracción y con una visión completamente frontal de la misma al encontrarse los dos jugadores en la disputa del balón, el gran error del colegiado asturiano fue el que propició el gol de la victoria conseguido por Diego Cascón.

El primer error de Moro Sánchez, con la inestimable colaboración de su asistente en esa banda Javier García González, fue la concesión de un saque de esquina favorable al Eibar después de que el local Nacho Garro rematase de cabeza fuera un córner. El centrocampista vitoriano, autor del remate, ya regresaba a posiciones defensivas secundado por sus compañeros cuando el colegiado cometió el primero de tres fallos que acabarían siendo trágicos para el Alavés.

En el segundo saque de esquina, el guardameta Alberto Montero es obstaculizado dentro del área pequeña por un atacante eibarrés que comete una falta que tampoco es sancionada. Para finalizar de rizar el rizo, ni Moro Sánchez ni su asistente vieron tampoco el clamoroso fuera de juego en el que se encontraba un Cascón -parado sobre la línea de gol y con los dos últimos defensas del Alavés a una distancia considerable- que culminó el esperpento perpetrado por un colegiado que perjudicó al Alavés.