Vitoria. La capacidad goleadora es la virtud más destacada de este Deportivo Alavés, pero para que los rematadores puedan culminar su particular tarea tienen que recibir unos balones medidos. En el cuadro albiazul, esta tarea está recayendo en el inicio de la temporada en los jugadores zurdos. Óscar Rico y Asier Salcedo son los más destacados en eso de poner el esférico en el punto exacto para el remate. Curiosamente, los dos se desenvuelven con su pierna izquierda. Cuatro pases de gol ha dado cada uno, pero no son los únicos. Jon Moya, otro que se maneja con la zurda, también ha dado dos pases decisivos. Queda claro que en el Alavés las asistencias son siniestras. Sobre todo para unos rivales incapaces de contener la creatividad de los zurdos albiazules.
Si hasta hace bien poco se despreciaba a las personas que manejaban mejor su mano izquierda que la derecha, e incluso se trataba de corregir mediante el aprendizaje este don innato, en el mundo del fútbol tener un zurdo es tener un tesoro. Lo demuestra un Glorioso que está poblado de ellos. Moya, Morcillo, Casas, Salcedo y Rico. La población con tendencia a utilizar de dicho lado del cuerpo en el vestuario albiazul dobla la media mundial, que está cifrada en torno al 10% del total de la población.
Los zurdos alavesistas comenzaron a destacar en el apartado pasador ya desde la primera jornada. De los veintidós goles que ha marcado el conjunto vitoriano, catorce han llegado tras rematar el goleador una asistencia y, de estas catorce dianas, diez han llegado propiciadas por un pase salido de una pierna izquierda, la de Óscar Rico, la de Salcedo o la de Jon Moya. Las otras cuatro asistencias corresponden a Morcillo (zurdo también, pero en su caso con un saque de banda), Iván Malón y Esparza (pie derecho) y Jules Pardo (pase de cabeza).
a balón parado Óscar Rico se destapó en el apartado asistente sobre todo en el inicio de la temporada. De su pierna izquierda salieron los pases que propiciaron los goles de Geni contra el Caudal (primera jornada), Esparza ante Osasuna B (segunda jornada) y Jito contra el Real Unión (tercera jornada). A partir de ahí, el ilicitano pasó varios partidos en un segundo plano en el apartado pasador hasta que en la visita del Oviedo a Vitoria volvió a conectar su zurda con la cabeza de Geni, firmando así su cuarta y última asistencia en los trece partidos que se han disputado.
El relevo de Rico en los pases de gol lo cogió en Irun Salcedo. El vitoriano, ejecutor de las jugadas de estrategia, se ha convertido en una de las principales armas ofensivas para Álvarez Tomé por su capacidad para propiciar ocasiones de peligro con sus centros a balón parado. Se estrenó en el Stadium Gal poniendo el balón en la cabeza de Jules Pardo (tercera jornada) y los tres últimos goles del Alavés han llevado su sello. Contra el Peña Sport, Salcedo puso primero el balón en la cabeza de Morcillo y luego le dejó un cómodo remate a Jito para completar la goleada, en una sociedad que volvió a repetirse el sábado en Mendizorroza al conseguir el vitoriano su cuarta asistencia y el catalán su quinta diana.
Precisamente, los cinco goles que ha logrado el pichichi albiazul los ha creado un zurdo. A las asistencias ya mencionadas de Rico y Salcedo (2) hay que añadir la que le dio Moya con un centro lateral contra el Logroñés y el saque de banda de Morcillo que propició su gol en la visita a la Gimnástica.
La última asistencia con la izquierda también corresponde a Moya, que en el partido contra el Logroñés dejó buenas muestras de su calidad, ya que además del mencionado pase de gol a Jito también propició el remate de Casares para el segundo gol del gaditano en ese partido. Creatividad zurda para el Alavés.