Con la pretemporada ya finiquitada y a tres días de que arranque la competición, ¿se puede decir que el balance es positivo a pesar de los resultados?
El balance es positivo porque la evolución que ha tenido el equipo en los partidos desde los primeros días de entrenamiento hasta ahora ha sido bastante buena. Vamos asimilando poco a poco lo que el mister quiere y eso es lo que tenemos que valorar. Los resultados durante la pretemporada son lo de menos. Hay que buscar la puesta a punto, que estemos lo más cerca posible de lo que quiere el mister y llegar en la mejor forma posible.
Pero la realidad es que, de diez partidos jugados, cuatro han acabado en derrota y tres en empate.
Todo el mundo valoramos mucho los resultados. No sólo durante la competición, sino también ahora en la pretemporada. Pero tenemos que dejar eso al margen porque, aunque las victorias dan mucha confianza, los resultados no sirven prácticamente de nada a estas alturas. Ahora, en el partido del miércoles en la Copa del Rey y el sábado en Liga, eso es lo que vale.
A priori, el trabajo estival ha sido duro y exigente, reflejo de la personalidad del nuevo entrenador. ¿Cómo ha recibido la llegada del técnico leonés?
Bueno, cada entrenador tiene sus ideas y ahora nosotros tenemos que coger las suyas. Tomé es un entrenador exigente, que quiere que apretemos desde arriba, desde la salida de balón del rival, para meterlos en su campo y que, cuando tengamos el balón, sepamos retenerlo con tranquilidad para poder hacer daño cuando surja la oportunidad.
Lo que cualquier aficionado puede comprobar de primera mano en los entrenamientos es su carácter, totalmente opuesto al de Ocenda o Pereira.
Sí, es cierto. Pero bueno, a eso los futbolistas tenemos que estar acostumbrados. Es normal que el mister nos corrija o nos chille de esa forma. Él quiere que juguemos de una manera y si no ve que lo estamos haciendo como él quiere es normal que nos grite. Es cierto que es un técnico de mucho carácter y que le gusta estar muy encima del jugador, pero para nosotros es bueno que, cuando estés en el campo o en el entrenamiento, nos exija y esté pendiente de nosotros. Así podemos corregir defectos que nosotros no vemos, porque al final te tienes que aclimatar a los deseos de cada entrenador.
Por lo visto en los partidos amistosos, el "leit motiv" de este nuevo Deportivo Alavés va a ser la presión constante sobre el área rival cuando éste saque el balón jugado.
A mí me gusta apretar arriba y estar cerca del área contraria. El otro día contra el Numancia se vio que robamos muchos balones cerca del área y les hicimos mucho peligro. No tuvimos fortuna de cara a gol, pero en los quince primeros minutos de la segunda parte tuvimos cuatro robos cerca del área contraria que fueron cuatro ocasiones de gol. A mí me gusta el estilo que quiere imponer, que el equipo esté enchufado y que apriete arriba, y eso en una categoría como la Segunda B nos va a venir muy bien.
Ha sufrido una pequeña lesión durante esta pretemporada, pero enseguida se ha visto que va a ser uno de los elegidos por Tomé para el once titular.
La verdad es que ahora mismo me encuentro a gusto. Tuve un parón de unos días por culpa de una elongación y eso te hace perder un poco la puesta a punto, pero fueron sólo unos días porque luego estuve trabajando por mi cuenta. Ojalá el miércoles, cuando empiece la competición oficial, pueda confirmar las buenas sensaciones que siento estos días.
Parece que alternará el centro de la defensa con el medio campo en función de las circunstancias del equipo. ¿Alguna preferencia?
He jugado bastante en las dos posiciones y no tengo ninguna preferencia. De pivote puedes llegar más arriba, y de central los fallos se ven mucho más. Cada una tiene sus cosas buenas y malas. En los últimos partidos el mister me ha estado probando en las dos posiciones, y a mí lo que me gusta es jugar, me da igual la posición. Para eso entreno. Estaré encantado de jugar en cualquier posición.