Ya el viernes 27 de abril, distintas sociedades gastronómicas de Vitoria calentaron sus fogones antes de San Prudencio, como marca la tradición, en la elaboración de una gran cazolada de caracoles.
Los vecinos de Armentia celebraron una íntima celebración, con tamborrada incluída, la víspera del patrón de Álava. Ocho horas de fiesta ininterrumpida: Empezaron a las siete de la tarde y no acabaron hasta las tres de la mañana, cuando dejó de tocar la orquesta.
Las retretas del Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación alavesa marcaron el arranque de una celebración que el domingo reuniría a miles de personas en las campas de Armentia. Puntual, como todos los años, la retreta arrancó con su primer acto a las 20.00 horas desde la balconada de la Casa Consistorial de la Plaza Nueva.
A las 23:30 empezaba la habitual tamborrada, con una concentración en la Plaza de la Provincia de las Sociedades Gastronómicas participantes y posterior desfile de las mismas por las calles del casco medieval y centro de la ciudad.
A las 9 de la mañana del 28 de abril el tradicional zortziko 'Álava' daba inicio a una jornada llena de actividades y buen ambiente en la capital alavesa. Estuvo interpretado por la Banda de Txistularis y Trompeteros de la Diputación Foral de Álava.
Desde primera hora las campas de Armentia se empezaban a llenar de gente disfrutando el buen tiempo. A las 11 de la mañana las campas estaban totalmente repletas de gente que, atraídos por el olor de las rosquillas, los talos y la sidra, se acercaron a honrar al patrón de Álava.
Como cada año, tras el paseo de reconocimiento a las autoridades, la comitiva se dirigió a la basílica de San Prudencio en Armentia para celebrar la misa y procesión.
La jornada del 28 de abril también estuvo protagonizada por los más 'txikis', que por la tarde se acercaron al centro de la ciudad para participar en la tamborrada infantil que desfiló por la calle Postas, la Plaza de la Virgen Blanca y la Plaza Nueva para concluir frente al Palacio de la Provincia.