Es un silencio que se soporta en soledad. Y Vitoria lucha contra ello en un llamado al encuentro para sentirse parte de algo. Las personas mayores, con su experiencia, sus historias y sus ganas de vivir, se convierten en protagonistas de su propio bienestar y de la vida de la ciudad y los barrios.

Gracias a programas, talleres y redes de apoyo como BIZAN, los espacios vacíos se llenan de risas, conversaciones y complicidades; la ciudad aprende a escucharlas y ellas aprenden a reconectar. Este martes se celebra el Día Internacional contra la Soledad No deseada, que recuerda que la compañía y el apoyo no son un lujo, sino una necesidad básica.

La ciudad de Vitoria ha desarrollado una estrategia integral para prevenir, detectar y paliar la soledad no deseada en las personas mayores, a través del Departamento de Políticas Sociales, que coordina acciones basadas en la proximidad, la escucha activa y la participación directa de las propias personas mayores.

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Guía de los recursos de apoyo para personas mayores en Vitoria

La Red BIZAN, con 16 centros socioculturales y una oficina de información, se ha consolidado como el eje de estas políticas, ofreciendo espacios de encuentro, relación, aprendizaje y participación que promueven el bienestar individual y comunitario.

Sus programas incluyen talleres y cursos permanentes para personas mayores de 60 años, con propuestas específicas para mayores de 75 y personas en situación de mayor vulnerabilidad; destacan actividades centradas en la soledad y el acompañamiento, como Trascender la soledad: ejercicios y autoconocimiento, Autocuidado para combatir la soledad, Grupo de encuentro: compartiendo vivencias, Encuentros de café, así como programas intergeneracionales y viviendas comunitarias colaborativas que fomentan la convivencia y la solidaridad.

Un grupo de participantes en uno de los talleres contra la soledad no deseada en los BIZAn de Gasteiz Pilar Barco

Además, el programa Activa tu barrio ofrece encuentros gratuitos de una hora, abiertos a toda la población, donde profesionales facilitan la relación entre los vecinos y la integración en la comunidad, contribuyendo a que los barrios sean más acogedores, accesibles y seguros.

La participación de las personas mayores también se articula mediante comisiones de actividades, donde los usuarios diseñan y gestionan mensualmente 250 actividades entre todos los centros, en áreas como Salud, Recreativa, Excursiones, Escénica, Educativa, Lectura y Audiovisuales; complementariamente, se desarrollan talleres generativos para transmitir conocimientos a otras generaciones y el programa En bici sin edad, que permite paseos intergeneracionales.

Los centros BIZAN también cuentan con programas de prevención de caídas dirigidos a mayores de 70 años, y parques de salud abiertos a toda la ciudadanía que combinan ejercicio físico, hábitos saludables y relación social.

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En imágenes: Actividad sobre la soledad en BIZAN Unai San Pedro Camacho

Según explica Raquel Villarreal Rodríguez, responsable de BIZAN, a ello se suman servicios complementarios de gran importancia, como comedores sociales, podología, peluquería, asesoría jurídica y psicológica, salas de encuentro, hemeroteca y cafetería; además, BIZAN Info ofrece orientación, acompañamiento, talleres sobre jubilación, idiomas, brecha digital, y espacios de encuentro como Lagun artean para personas que sufren soledad, panel de quedadas, y actividades.

“Creemos que no es lo mismo estar sola que sentirse sola. A veces me siento sola con gente y todas nos hemos sentimos solas en algún momento. Hay distintos tipos de soledad. A veces siento la soledad existencial. ¿Cómo ha sido mi vida? ¿Qué es lo que quería vivir? También vemos ventajas en la soledad. Puedo hacer lo que me da la gana. Me da libertad y autoconocimiento, porque fluyen sentimientos que en ocasiones es necesario vivir y es una oportunidad de hacer cosas. Creemos que hay que aprender a estar sola a pesar de la dificultad de aceptar la propia soledad. Cada persona es un mundo, por ello no debemos enjuiciar la soledad. Hay un estereotipo muy generalizado negativo hacia las personas que se sienten solas, pero en alguna ocasión también hay una admiración por las personas que ya han recorrido ese camino", relata la responsable de BIZAN.

Programas de voluntariado para combatir la soledad no deseada. Pixabay

"La soledad que más pesa, es la que vivimos en momentos en los que somos más vulnerables (enfermedad, pérdidas, dependencia,…). Creemos que no es lo mismo resignarse a estar sola, que aceptar que estás sola. Hay más personas que la afrontan desde la resignación, y por lo tanto adoptan una actitud más pasiva ante su situación”, concluye Raquel Villarreal Rodríguez.

Para las familias cuidadoras, el programa MAITEKI proporciona apoyo psicológico, actividades de ocio y formación, ayuda a domicilio y servicios de respiro, incluyendo centros de día los fines de semana.

Esta red integral de programas y servicios demuestra que, con planificación, acompañamiento profesional la soledad no deseada puede convertirse en oportunidades.

Valoración

Además de los programas y servicios mencionados, la participación de las personas mayores se considera eje transversal en toda la estrategia del Departamento de Políticas Sociales.

“El Departamento de Políticas Sociales trabaja la soledad no deseada en general y en las personas mayores en particular desde varias facetas porque estamos absolutamente involucrados en prevenir, detectar, valorar y combatir esta situación, que afecta a muchas personas mayores”, explica Lucho Royero, concejal de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Vitoria.

Vitoria cuenta con múltiples programas y actividades para combatir la soledad no deseada EFE

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Y añade: “En la prevención, se realizan numerosas acciones y programas para que las personas encuentren actividades y personas que les ayuden a evitar sentir la soledad no deseada. También trabajamos en la detección junto con las entidades del tercer sector, las asociaciones vecinales y, de forma muy importante, con los centros de salud. A la hora de realizar la valoración integral de cada situación, si la persona no acude a los servicios sociales, nos acercamos a la persona, la visitamos, nos coordinamos con su centro de salud y cualquier institución o entidad que la conozca para acordar un plan de atención individual de acompañamiento y acercamiento a la comunidad. A partir de ahí, ofrecemos a la persona los muchos recursos que van desde el propio equipo de profesionales del Servicio Social de Base de su barrio hasta BIZAN (a través de Activa tu barrio, todo el programa de actividades, los parques de salud...), pasando por el SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), los comedores, la comida a domicilio y todos los recursos para personas con reconocimiento de dependencia”.