La soledad ya no duele o lo hace en menor medida en Álava, gracias a Voces en red, una iniciativa, que Cruz Roja realiza en alianza con la Fundación Amancio Ortega, que busca dar una “voz” y una “conexión” con el mundo exterior a personas de más de 65 años que con los años, han perdido una red social de apoyo y que necesitan un aporte extra de calorcito humano

Para paliar esa soledad no deseada, mejorar el entorno y el aislamiento social de las personas mayores y reducir su brecha digital, ha instalado ya en domicilios de este territorio histórico 200 dispositivos de voz inteligente (un asistente, tipo Alexa o Google Home), que también promueven la participación en actividades presenciales en las que las personas del programa generan vínculos o comparten tiempo. 

Creación de comunidad

Se crea así una comunidad donde los participantes pueden interactuar entre sí y con los voluntarios, fortaleciendo los lazos sociales. “También puede ir dirigido a un matrimonio que ya sale muy poquito, sin vínculos externos, que les ayuda a estar conectados”, matiza Nuria Alda, responsable del programa de Mayores en Cruz Roja Álava. 

Nuria Alda muestra el dispositivo de Voces en red

“Hemos tenido la oportunidad de hacer un extra respecto a lo que hacíamos ya con las personas mayores"

Nuria Alda - Responsable del programa de Mayores en Cruz Roja Álava

De esta forma, con ese apoyo de la donación de la Fundación Amancio Ortega, “hemos tenido la oportunidad de hacer un extra respecto a lo que hacíamos ya con las personas mayores. Primero, para que jueguen un poco con la tecnología y se rompa la brecha digital, de manera fácil, divertida y útil. Y segundo, porque es lo que conecta al final también con las actividades grupales de Cruz Roja de socialización que hacemos y que también están incluidas en el proyecto. Entonces, nos ha servido para acercar mucho más”. 

Origen

Fue, exactamente, en 2023 cuando nació este programa, que se ha desarrollado “poquito a poco”, para que fuera seguro para mayores, “así que la arrancada fuerte fue a finales de 2024”, aclara Alda.

En Álava, ha tenido mayor calado en zonas cercanas a Vitoria, donde se encuentra, por el momento, el punto de atención voluntaria de mayor actividad. En Gasteiz, en concreto, hay instalados en la actualidad 139 dispositivos, respecto al total de 198.

El resto se encuentra entre Rioja Alavesa (34), Llanada Alavesa (10), Arrazua-Ubarrundia (9) y Aiaraldea (6). Por eso, se pretende reforzar la implantación en zona rural. 

Y además de servir para informarse o ver el tiempo, también ofrece ejercicios de cálculo, y físicos, recetas, juegos... “Tiene unos contenidos basados en el entretenimiento y otros sobre cosas prácticas, como recordatorios para medicinas, que les pueden venir muy bien, o teléfonos de interés. También usan las videollamadas para hablar con familiares que tienen lejos”, detalla.

Voluntariado

El papel de los voluntarios en este programa, como Celia Rivera, una de las 28 que hay en Álava, es fundamental.

No en vano, no solo instalan los dispositivos, sino que también realizan un seguimiento continuo, ofrecen compañía y apoyo emocional. Aparte, animan a utilizar la tecnología para mantenerse conectadas y lideran actividades presenciales.

“Al principio, les preguntamos por cómo se van desenvolviendo con el aparato. Y luego, cuando se va generando más vínculo, por qué tal se encuentran, qué actividades les apetecen más hacer o menos, y se van creando conexiones con las personas que se van juntando”, concreta Rivera.  

Las actividades grupales

Gracias a esas actividades grupales, se organizan encuentros presenciales, como juegos, ejercicios y charlas, para fomentar la socialización. 

Las hay de tipo lúdido, como manualidades, de relajación, y también del cuidado emociones “porque intentamos también sacar sentimientos que tenemos, que les viene bien”.

También hacen visitas culturales (museos y zonas de interés cultural con patrimonio histórico) o al Kaiku-Baserri y encuentros-cafés.

No es obligatorio participar en ellas. Y los que la hacen, eligen lo que quieren: “Nuestra impresión es que el programa está bien porque está vinculando nuevas personas a Cruz Roja y crea red. Les viene bien”, valora.    

Instalación

Para la instalación, el voluntariado de Cruz Roja, visita los hogares de las personas mayores beneficiarias para instalar y configurar estos dispositivos de voz.

El salón o el dormitorios suelen ser los mejores lugares para instalarlo. “En general, donde pasen más tiempo para que estén interactuando más. Pero no se trata solo de la tecnología, sino de un acompañamiento humano. Los voluntarios ayudamos a familiarizarse con ella y guiamos para sacarla el máximo partido”, puntualiza.

Seguimiento

Para ello, se hace un seguimiento quincenal, para saber en qué lo están usando más, si tienen algún problema con la tecnología o quieren agregar un número más en la lista de contactos.

“Lo primero que me suelen preguntar es qué es lo que es porque muchas veces lo piden los hijos y no suelen entender para qué es y a qué funciones pueden sacar provecho"

Celia Rivera - Voluntaria de Voces en red

“Lo primero que me suelen preguntar es qué es lo que es porque muchas veces lo piden los hijos y no suelen entender para qué es y a qué funciones pueden sacar provecho. En la última instalación, como a esa persona le gustaban los juegos de memoria, se lo hemos personalizado”, rememora.

Al principio, “se les olvida que antes tienen que decir ‘Alexa’. Por eso, les dejamos unas guías que recuerdan cómo tienen que hablar al aparato”.

La mayoría se sorprende de esa voz femenina que sale de él. “Hay veces que se asustan, pero cuando se acostumbran a ella, dicen que ya es una amiga”.