Las Hijas de la Caridad se despiden de Laudio tras un siglo de entrega educativa y social
El colegio La Milagrosa acoge a las 11.00 horas de este sábado un homenaje abierto a la población
El colegio La Milagrosa de Laudio ha organizado para las 11.00 horas de este sábado, en su salón de actos, un acto abierto a todo el pueblo que, a modo de abrazo cariñoso, sirva de agradecimiento y sentida despedida a sus compañeras de las Hijas de la caridad que, tras 103 años de entrega educativa y social, el pasado 1 de septiembre vieron trasladar su domicilio a otras comunidades. El homenaje, que culminará con un aperitivo para todas las personas asistentes, pretende ser un momento para “compartir” como a ellas tanto les gusta decir.
La congregación mantendrá la titularidad del centro educativo y, pese a haber sido trasladada, Sor Prudencia Sáez continuará como directora. El resto de las hermanas se integrarán en la comunidad de Bilbao o Getxo, dado que son mujeres mayores.
Aunque la comunidad religiosa deja físicamente el colegio, la congregación mantendrá la titularidad del centro educativo. Sor Prudencia Sáez continuará como directora, a pesar de trasladarse a vivir a Bilbao, según ha confirmado el Obispado. El resto de las hermanas se integrarán en la comunidad de Bilbao o, en su defecto, en la de Getxo, dado que son mujeres mayores y en esas comunidades existe un mayor número de religiosas, según ha informado la Diócesis de Vitoria.
Las pioneras
La historia de las Hijas de la Caridad en Laudio comenzó con Sor Eustaquia y seis hermanas, quienes llegaron con la misión de atender a los pacientes del hospital-asilo local, donde también comenzaron a impartir clases. Con el tiempo, su labor se centró exclusivamente en la educación, primero en un edificio en la plaza del pueblo, después en los barracones de la avenida Zumalakarregi, y finalmente en el actual colegio de Ugarte, que desde entonces ha seguido evolucionando.
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Durante estos años, muchas hermanas han dejado una huella imborrable en la comunidad. Sor Teodora y Sor Cecilia, profesoras de música —y, en el caso de la primera, también de euskera— son recordadas con especial cariño por sus alumnos. Sor Marina fue pionera como la primera asistenta social de Cáritas en Llodio, y Sor Visitación es aún recordada por su enorme paciencia y entrega en el aula.
Con su marcha, se cierra un capítulo histórico para Laudio, marcado por la vocación educativa y el compromiso social de una congregación que ha acompañado el crecimiento del municipio durante más de un siglo.