“Es lo que nos temíamos, que vaya a caer la afluencia de gente”, apunta José Luis, de la organización.
Finalmente, no es para tanto, el público responde y Araia aguanta el tipo en un sofocante Artzain Eguna en el que colabora DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Eso sí, se decide suspender el concurso de perros pastor de la tarde y trasladar el certamen a otra fecha.
“Las campas están preparadas para las pruebas de destreza y obediencia, pero allí no hay nada de sombra y a las seis de la tarde solo van a sufrir las personas y los animales”, apunta la organización.
“La lluvia es lo peor que nos puede pasar y, después, el calor”, apunta Joseba, también de la organización. A su lado, un grupo de voluntarios prepara ya los tacos de queso para degustar.
Intenso y característico
El sabor del queso Idiazabal es intenso, limpio y muy característico. Tan intenso y característico como el ambiente festivo que cada 15 de agosto reina en el barrio Andra Mari de Araia.
La localidad se rinde al ancestral oficio del pastoreo y el público responde año tras año a la invitación. Joxean Merino, presidente de Arabako Txakolina, se encarga de cortar el queso y abrir la cata. Además, este año, el maridaje del queso Idiazabal es con el vino de Rioja Alavesa elaborado por Bodegas García de Olano, de Páganos.
Sudan los quesos
Reina buen ambiente en el pueblo. “Es una zona en la que hay mucho fervor”, destaca Mirian, de la Denominación de Origen Idiazabal, encargada de supervisar el certamen de quesos. Repite victoria la quesería Mausitxa, de Elgoibar. En segunda posición queda Patxi López de Uralde, de Larrea y el tercer puesto es para La Leze, de Ilarduia.
“La verdad es que el concurso ha ido bastante bien. Para estar los quesos sudando como estaban, las puntuaciones han sido bastante altas”, sostiene la representante de Idiazabal.
Concursos de quesos
Las txapelas
- 2025: Mausitxa, de Elgoibar
- 2024: Mausitxa, de Elgoibar
- 2023: Aizpea, de Olaberria
- 2022. Unai Lekuona, de Araia
- 2021. La Leze, de Ilarduia.
- 2019: La Leze, de Ilarduia.
- 2018: Mausitxa, de Elgoibar
- 2017: Mausitxa, de Elgoibar.
- 2016: Patxi López de Uralde, de Larrea.
- 2015: Mausitxa, de Elgoibar.
- 2014: Hnos Audikana, de Gereñu.
- 2013: Hnos Audikana, de Gereñu.
- 2012: Ricardo Remiro, de Eulate.
- 2011: La Leze, de Ilarduia.
- 2010: Mausitxa, de Elgoibar.
- 2008: J. Aranburu Elkartea, de Idizabal.
- 2007: Aizpea Gaztandegia, de Olaberria.
- 2006: La Leze, de Ilarduia.
- 2005: Feliz Etxezarreta, de Gordoa.
- 2004: Unai Lekuona, de Araia.
- 2003: Santi Etxezarreta, de Olaberria.
Ya lo advertía Eli Gorrotxategi, de La Leze, desde primera hora de la mañana. “Tampoco es buen día para el concurso de quesos. El problema es el calor, ya que los quesos van a sudar y no van a estar en sus mejores condiciones. Tampoco es el momento óptimo para la cata”, apunta esta veterana quesera.
Esta edición presenta al certamen –16 participantes– un queso elaborado en marzo de “textura fina y sabor equilibrado, parecido al del año pasado”, explica antes de saberse premiada, mientras atiende su puesto de venta. “Ya he empezado mal el día, menos mal que se me ha estropeado la máquina a primera hora porque si me pasa a las once de la mañana, me muero”, bromea.
Buena plaza
Considera que esta feria de Araia es una buena plaza para vender queso, mientras a su alrededor se van agolpando más y más clientes. “Dos medios ahumados”, pide uno. “Un trozo de éste”, dice otro. “Ése es muy curado”, responde ella.
Calle arriba, calle abajo, la mañana se va animando, pese a las extremas altas temperaturas que obligan a productores y artesanos a proteger con telas su mercancía del calor.
Hay medio centenar de stands de miel, patés, repostería, embutidos, plantas aromáticas y medicinales, salpicados de otros de artesanía de madera, cerámica, calzado, bolsos y bisutería, entre otros artículos y, aunque los toldos dan sombra, la calle es un hervidero a media mañana, al igual que la plaza, donde sudan la gota gorda en la exhibición de herri-kirolak.
El pastoreo en la sangre
Miren y Unai no pueden ni exponer el queso en crema que embotan en la quesería Sustrai de Huarte Arakil. “Se va a deshacer”, dicen. Es el quinto año que estos jóvenes productores acuden al Artzain Eguna de Araia.
El pastoreo les viene de familia y, al igual que otros jóvenes productores, garantizan la supervivencia del sector. “Es una vida dura, son muchas horas y todos los días, pero en invierno nos relajamos más”, comenta Unai.
Presentan al concurso un queso joven, como manda el certamen, elaborado en marzo o abril, en primavera. “No es fuerte, ni picante; tiene un toque a hierba, se nota que es de oveja de pasto”, describe Unai.
Idiazabal se vende bien. Es una marca reconocida. “La gente nos pide más quesos curados, los nuestros no son muy fuertes, usamos poco cuajo”, detalla Unai. “Curando pueden estar hasta año y medio, pero la mayoría de los pastores vende más queso joven, se lo quitan de las manos antes porque hay mucha demanda, y tampoco vas a decir que no tienes”, argumenta este joven elaborador navarro.
Pastores y etnografía
El día del pastor de Araia es también un homenaje al fallecido Fermín Leizaola, considerado el etnógrafo de los pastores. Gran estudioso de la tradición rural vasca y director de Etnografía de Aranzadi durante más de cuatro décadas, participó desde sus inicios en el concurso de quesos de pastor de Araia y el pueblo responde con cariño a su dedicación.
Joseba está encantado con formar parte de la organización del Artzain Eguna, aunque suele estar nervioso desde la víspera, pensando en que todo salga bien. Le gusta la afluencia de gente, sin llegar a ser masiva.
Sabroso y fácil de comer
“La fiesta no ha perdido protagonismo con los años ni esencia; los pastores y el queso siguen siendo los protagonistas, y eso que cuando empezamos lo hicimos de cero, no había ningún concurso de quesos por la zona”, recuerda. 21 años después participan una veintena de queserías en Artzain Eguna, y en el municipio de Asparrena, el relevo está garantizado con media docena de queserías abiertas y, además, con gente joven.
“El queso de este año ya lo hemos probado y está “blandito, sabroso y fácil de comer”, valora.