Sola no mola”. Bajo este lema nació en febrero de 2016 el grupo de mujeres ciclistas ELLAbikes, apasionadas por la bicicleta de montaña y activas en la realización de rutas BTT por la zona de Vitoria-Gasteiz. Su fundadora, Kerstin Lühr, alemana de origen y alavesa de adopción, recuerda en su charla con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que ese lema “es toda una declaración de ser”.

En sus inicios, Kerstin pedaleaba acompañada de hombres, una etapa que recuerda “con mucho cariño”, ya que aprendió de todos ellos, “amigos estupendos que me animaban constantemente”. Sin embargo, añade que “yo me quedaba atrás. No pasa nada, pero sola no mola”. Fue tras participar en una marcha de BTT en la que vio una notable presencia femenina cuando decidió crear una página en Facebook para dar a conocer su proyecto y atraer a más mujeres al ciclismo de montaña.

Kerstin Lühr fundó en 2016 un grupo ciclista que cuenta en la actualidad con más de 100 mujeres

“Al principio éramos muy pocas, a veces incluso salía sola, pero cada mujer que se unía traía a dos amigas. Eso genera un efecto bola de nieve y se ha convertido en todo un movimiento”, celebra, tras casi una década al frente de ELLAbikes. El grupo nació con un espíritu eminentemente deportivo y, en su página web, se detalla que existen cuatro niveles de dificultad para que cada ciclista encuentre su sitio.

Durante estos años, el boca a boca y las redes sociales han jugado un papel esencial para dar a conocer el proyecto y atraer nuevas integrantes. “Todo empezó con Facebook, ahora usamos más Instagram, también estamos en Strava y publicamos nuestras rutas en Wikiloc. Me he encontrado con gente en el monte que dice: ‘¡Estamos haciendo una ruta vuestra!’. Y eso mola mucho”, asegura Kerstin.

Los cuatro niveles se denominan “Hasiberriak”, “Absolute Beginners”, “Chicle” y “Akelarre”, de menor a mayor dificultad

Una de las claves del éxito del grupo ha sido establecer niveles claros para evitar frustraciones y garantizar que todas disfruten de la experiencia. En su web, las interesadas pueden realizar un test para conocer su nivel y, en función del resultado, se les orienta sobre qué tipo de salidas les convienen.

Nombres divertidos

La iniciativa surgió de forma orgánica. “En un grupo de 10, veíamos que las más inseguras tenían miedo y las que iban más fuertes se aburrían. Así que, entre todas, decidimos establecer diferentes niveles, y también le dimos una vuelta divertida a los nombres”, recuerda Kerstin. Así nacieron denominaciones como “Hasiberriak”, “Absolute Beginners”, “Chicle” y “Akelarre”, que van de menor a mayor dificultad y dan cabida a todo tipo de ciclistas.

Por ejemplo, el nivel Chicle propone salidas de dificultad media, con desniveles positivos acumulados de entre 450 m+ y 600 m+, distancias de 35 a 45 km y una duración aproximada de 4,5 horas. “Pero como su nombre indica, si vemos que vamos justas, se acorta… y si vamos bien, se alarga”, apunta la fundadora.

Kerstin Lühr, fundadora de ELLAbikes, junto a Pili Rodríguez DNA

Desde el año pasado, el grupo ha establecido una periodicidad fija: el segundo sábado de cada mes realizan una salida del nivel Absolute Beginners, adaptada a las participantes más noveles, y el cuarto sábado del mes está reservado para el nivel Chicle. La asistencia varía en función del clima y la época del año.

“Cuando hace frío o llueve, en las de Absolute Beginners no viene tanta gente, porque cuando empiezas no tienes ropa técnica”, matiza Kerstin. Aun así, si el tiempo acompaña, son alrededor de 15 mujeres las que suelen participar en rutas de unas cuatro horas. “En nuestras salidas más numerosas hemos llegado a ser 25 mujeres, sobre todo en las de nivel más alto”, añade.

Una de las marchas BTT en la que tuvo presencia el grupo ELLAbikes Cedida

Lo cierto es que el grupo ha cultivado un fuerte espíritu de sororidad. “Charlas, compartes experiencias, y al final nacen amistades. Se ha creado una red que va mucho más allá del deporte: nos ayudamos y nos apoyamos en cualquier aspecto de nuestras vidas. A veces necesitamos ayuda con lo que sea”, señala orgullosa.

Para Kerstin, la bicicleta no solo representa un estilo de vida, sino también una herramienta de empoderamiento. Lejos del enfoque competitivo, el objetivo de ELLAbikes es disfrutar de la bicicleta entre mujeres, en un entorno de confianza, complicidad y desconexión de la rutina diaria.

Uno de los mayores motivos de orgullo para su fundadora es ver cómo cada vez más mujeres se animan a probar la bicicleta de montaña. “Se ve a más mujeres haciendo deporte, y esa visibilidad es importante para animar a muchas más”, afirma. Kerstin concluye con una reflexión que resume el alma del proyecto: “Quiero ser la referente que no tuve”.