“Esta operación de Talgo supone un nuevo paradigma de cómo la colaboración público-privada puede ayudarnos a defender, a retener y a arraigar proyectos industriales estratégicos para Álava”. El diputado general alavés, Ramiro González, ha defendido hoy en el Pleno de Juntas Generales el modelo de operación que ha supuesto la entrada del consorcio vasco liderado por Sidenor –junto a Gobierno Vasco, a través de Finkatuz, y las fundaciones Vital y BBK– en el fabricante ferroviario.
“Seguiremos participando en este tipo de operaciones”, ha afirmado.
“Mantener los centros de decisión de nuestra industria aquí es una prioridad por la que debemos seguir trabajando día a día, con una visión alineada de país, sin titubeos y sin ruido”
Insistiendo en la apuesta por esa colaboración público-privada como ingrediente para apuntalar la competitividad del tejido industrial alavés –como ya hiciera la semana pasada con motivo de la presentación de Lanean Aiaraldea–, el diputado general ha advertido en respuesta a una pregunta del grupo jeltzale de la importancia de disponer de “un ecosistema de financiación propio, integrado por capital local” porque, alertó, sino “esos recursos vendrán de otros lugares, lo que conlleva una pérdida del poder de decisión y, por ende, un menor arraigo del territorio”.
“Mantener los centros de decisión de nuestra industria aquí es una prioridad por la que debemos seguir trabajando día a día, con una visión alineada de país, sin titubeos y sin ruido”, ha sentenciado el jefe del Ejecutivo alavés y ha añadido: “Este nivel de calidad de vida y bienestar no podemos darlo por sentado, debe pelearse cada día con elementos de competitividad, como son la fiscalidad, la disponibilidad de suelo industrial, el apoyo a la innovación y por supuesto nuevas fórmulas de inversión y financiación de proyectos empresariales con capital alavés, con capital local”.
El "arraigo" de Talgo y el empleo
Así, el diputado general ha subrayado que la entrada del consorcio liderado por Sidenor en Talgo es “una grandísima noticia”, porque representa “la vuelta a Álava de su domicilio fiscal, de donde nunca debiera haber salido”, ahondando en el objetivo de “arraigo empresarial”.
“También es una excelente noticia en términos de producción y de empleo”, ha explicado, recordando los más de 700 trabajadores de la planta de Talgo en Ribabellosa y los más de 5.000 empleos indirectos que genera la compañía en Araba.
El reto de atender a los pedidos
No obstante, ha apuntado que el reto ahora es “activar un plan de producción industrial que permita cumplir con los 4.000 millones de euros de pedidos que la empresa tiene en cartera, la mayor reserva de pedidos que Talgo ha tenido en toda su historia”.
“El consorcio vasco entra en Talgo con una visión de consolidación y crecimiento del proyecto empresarial”, ha explicado.
De este modo, el diputado general alavés ha recordado la gran inversión de más de 1.000 millones que se está desplegando en la planta de Mercedes en Vitoria, el nuevo hangar que prepara DHL o la posible inversión de 70 millones de euros anunciada la semana pasada por Vidrala en su planta de Laudio para subrayar que Álava “sigue siendo un polo industrial de primer orden”.