Uno de los principales handicaps con los que cuenta la economía alavesa es el imparable y progresivo envejecimiento de su población y la falta de relevo generacional. Los datos al respecto, son tozudos, y señalan que el 22,17% de los alaveses son mayores de 65 años, con un crecimiento interanual de 0,31 %. Frente a esta realidad, los menores de 16 años representan un 7,23% de la población total.

Este contraste se antoja esencial a la hora de entender fenómenos de nuevo cuño, como la existencia de huecos en las plantillas de ciertas empresas, sobre todo, industriales, que no encuentran personal para reponer las bajas que se producen por jubilaciones y circunstancias similares.

El 22,17% de los alaveses son mayores de 65 años mientras que los menores de 16 años representan un 7,23% de la población total

Este tipo de registros, incluidos en el Informe del Mercado de Trabajo de la provincia de Álava, editado y elaborado por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), sirven para contextualizar una realidad que dicta que el índice de envejecimiento se desgrana en más de 300 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años. Y en relación al sexo, destaca la sobrerrepresentación femenina a partir de los 55 años de edad.

Una persona mayor camina por Vitoria Jorge Muñoz

Incorporación y jubilación

Sobre el particular, el citado análisis poblacional, imprescindible para observar con los datos adecuados el mercado de trabajo del territorio histórico, recoge que en enero de 2023, en Álava residían un total de 22.781 personas con edades comprendidas entre los 60 y 64 años frente a los 15.654 con edades entre los 20 y 24 años.

Lo que equivale a decir que, por cada 100 jóvenes con edades cercanas a su incorporación en el mercado laboral, residen en la provincia 145 personas próximas a la jubilación. “Este envejecimiento de la población siguió dificultando la posibilidad de reposición generacional en el mercado laboral, que en el último año se acentuó en más de dos puntos porcentuales”, señalan los técnicos redactores del informe.

El aumento de la población femenina ha sido más pronunciado que el correspondiente a la masculina

Datos censales

El estudio utilizado para vertebrar estas líneas recoge para contextualizar la realidad descrita los últimos datos definitivos del censo anual de población publicados por el INE, a fecha 1 de enero de 2023.

El detalle de los registros no deja lugar a dudas respecto a la importancia de la llegada de inmigrantes para sostener el sistema económico y, por supuesto, el social y el asistencial. La tesis parece clara. Si no hay crecimiento orgánico, deberá haber aportes exteriores para suplir las bajas que, cada año, va a sufrir el sistema.

Según los citados datos censales, el número de residentes en el territorio histórico registró un incremento interanual del 0,72% y alcanzó los 336.308 habitantes, con un incremento en términos absolutos de 2.400 personas en el término provincial.

Más peso de Álava

Este crecimiento generó un aumento del peso de la población de este territorio en el conjunto del País Vasco, debido a la ligera pérdida de residentes experimentada en Bizkaia, mientras que su representación en el Estado se mantuvo estable en el 0,70%.

“Este envejecimiento de la población siguió dificultando la posibilidad de reposición generacional en el mercado laboral”

El incremento del número de residentes fue ocasionado por el positivo saldo migratorio, dado el negativo crecimiento vegetativo de la población alavesa, que continuó en tendencia descendente, mientras que la tasa de extranjeros empadronados en la provincia repuntó de forma notable, registrando el mayor crecimiento porcentual de la última década.

Según indica el informe del SEPE, Desde 2019, en vísperas de la pandemia, la población creció en esta provincia un 1,88%, por encima de la registrada en el País Vasco en su conjunto que aumentó 0,86%, aunque inferior a la experimentada en el conjunto del Estado.

Este incremento del número de empadronados significó el máximo histórico de población en la provincia alavesa, en la misma sintonía que los censos del País Vasco y del territorio nacional.

El envejecimiento de la población difculta el relevo generacional en el mercado laboral Jose Maria Martinez

Diferencias por género

En relación a la representación por sexo, el incremento del número de residentes en la provincia fue similar para ambos colectivos, por lo que su representación se mantuvo en los mismos términos que el año anterior, dado que el censo aumentó de forma equitativa en 1.190 vecinos y 1.210 vecinas.

El análisis del SEPE recoge que la población femenina mantuvo su evolución al alza hasta situarse en el 50,76% de la población, una tasa algo inferior a la registrada en el conjunto del país. Desde 2014, el aumento de la población femenina ha sido más pronunciado que el correspondiente a la masculina, con un 5,50% frente al 4,39% de los hombres.

Al detalle

  • Saldos migratorios. El incremento del número de residentes fue ocasionado por el positivo saldo migratorio, dado el negativo crecimiento vegetativo de la población alavesa, que continuó en tendencia descendente, mientras que la tasa de extranjeros empadronados en la provincia repuntó de forma notable, registrando el mayor crecimiento porcentual de la última década.
  • Tesis clara. El detalle de los registros no deja lugar a dudas respecto a la importancia de la llegada de inmigrantes para sostener el sistema económico y, por supuesto, el social y el asistencial del territori histórico.

La frase

SEPE: “Este envejecimiento de la población siguió dificultando la posibilidad de reposición generacional en el mercado laboral, que en el último año se acentuó en más de dos puntos porcentuales”.

El aviso del servicio estatal de empleo no hace sino confirmar las advertencias emitidas por el tejido empresarial alavés, que pasa por dificultades a la hora de cubrir determinados puestos de trabajo.