La resaca ha sido dulce, muy dulce. Pese a las sobresalientes cifras que ha arrojado la cuarta edición de La Gran Kedada Rural celebrada este pasado fin de semana en Kuartango, por donde pasaron más de 50 ponentes y artistas y alrededor de 1.800 asistentes, ”lo de menos son los números”.

No en vano, según ha celebrado este lunes la organización del evento en una nota pública, la cita ha cumplido “su auténtico objetivo”: consolidarse como espacio de encuentro, aprendizaje y conexiones para emprendedores, organizaciones e instituciones que trabajan en y por el mundo rural.

De charla en el chill out literario. Jesus Salazar

"Mantener un ambiente familiar"

“Nuestro propósito no es que crezca más, sino mantener un ambiente familiar y propicio en torno a un programa muy cuidado para que las personas que vienen se sientan en casa, se relacionen, hagan contactos, aprendan, se inspiren y experimenten eso que ya todo el mundo conoce como el Espíritu Kuartango: una manera de entender y vivir la ruralidad de forma positiva, aparcando estereotipos negativos, visibilizando las muchísimas oportunidades de nuestros territorios, con optimismo, sostenibilidad, innovación y esperanza. Y justo eso es lo que nos ha transmitido la gente, así que estamos felices, con una resaca emocional enorme”, destaca Ivan del Caz, director de Rural Citizen, el proyecto bajo cuyo paraguas se desarrolla La Gran Kedada.

"Estamos felices, con una resaca emocional enorme”

Ivan del Caz - Director de Rural Citizen

Personas procedentes de Canarias, Andalucía, Galicia, Asturias, Extremadura, Burgos, Aragón o Valencia, así como de Londres o incluso Brasil, se acercaron hasta Kuartango para vivir La Gran Kedada Rural, en la que NOTICIAS DE ÁLAVA ejerció de media partner. Fue una suerte de “microcosmos” en el que se mezclaron agricultores, ganaderos, nómadas digitales, pequeños emprendedores con proyectos rompedores en áreas tan diversas como el arte, el turismo o la comunicación, especialistas en sostenibilidad e innovación social, asociaciones de desarrollo local, representantes de fundaciones y grandes compañías, así como personas procedentes de la ciudad con curiosidad por descubrir una nueva ruralidad.

La Gran Kedada Rural se ha consolidado, en definitiva, como “una cita de referencia para el ecosistema rural estatal, pero también para quienes desde el mundo urbano quieren construir nuevas relaciones con los pueblos”.

La mejor constatación de ello es que el evento volverá a celebrarse el próximo 2025, concretamente los días 26, 27 y 28 de septiembre.

Jordi Évole y Depedro. Jesus Salazar

La asistencia en La Gran Kedada de este año de Paco Boya, secretario general para el Reto Demográfico, así como de representantes del Pacto Rural Europeo, de Redeia o Repsol, ha ayudado a “poner Kuartango, Álava y Euskadi en el mapa”.

La cita, además, ha sido escenario del evento final del Desafío Ashoka Changemakers, programa referente a nivel mundial en emprendimiento social.

“Esto pone de manifiesto la repercusión creciente de La Gran Kedada Rural y cómo se van consiguiendo los objetivos. En las primeras ediciones venía más gente por los conciertos del sábado. Este año, en cambio, casi todo el mundo aterrizó el viernes, que es la jornada más importante para nosotros, y se ha quedado los tres días”, según Del Caz.

El director de Rural Citizen se refiere a la Jornada Talento, que acogió mesas redondas en torno a temas candentes como la energía o la industria, talleres de emprendimiento y presentaciones de iniciativas rurales disruptivas, además del ya consabido espacio de conversación con Jordi Évole, que no se ha perdido ninguna edición desde 2022.

Actuación de El Naán. Jesus Salazar

Lustre y eclecticismo

Muestras artísticas tan singulares como la intervención realizada por Juan Miguel Cortés, la exposición y espacio fotográfico de Nomad Studio, el acústico de Depedro, el recital de El Naán, los conciertos de Demode Quartet y The Allnighters, el karaoke con Los Niños Jesus, los talleres tecnológicos con BIC Araba y Wikimedia o un paseo botánico han dado lustre y eclecticismo al programa de este año.

“Todos los años procuramos ofrecer un programa de calidad y sorprender, pero al final lo que hace grande la Kedada Rural es la entrega y el cariño de la gente”, reconoce Del Caz.