El guionista y comunicador Jordi Évole es un fiel seguidor de La Gran Kedada Rural de Kuartango, que celebra su tercera edición este fin de semana. El periodista charla con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sobre el vínculo que mantiene con el encuentro, su banda de rock y algunas de sus entrevistas más destacadas.
Tercer año que participa en La Gran Kedada Rural que se celebra este fin de semana en Kuartango.
Sí, yo creo que nos van a echar ya, a mí y a Los Niños Jesús (su banda de rock). Este año voy a tener una charla con el cantautor Depedro y poder coincidir con él en Kuartango me hace especial ilusión.
¿Qué es lo que le empujó a participar en este encuentro alrededor de la Innovación Rural?
No tenía ni idea de lo que era la gran kedada, pero sí que es verdad que toda reivindicación de lo rural siempre me ha provocado mucha atracción. Supongo que también porque es lo que no tienes. He crecido en un entorno urbano y, cuando llegaban las vacaciones y podía ir al pueblo, era un momento de libertad, de contacto con la naturaleza que luego el resto del año no podías tener. Además, el título de las jornadas me llamó mucho la atención, porque me daba la sensación de que no se estaba abordando lo rural desde un lugar paternalista, ni desde el concepto pobrecita la España vacía. Yo creo que se hace desde un lugar proactivo y donde ves a gente que, en un entorno rural, está desarrollando oficios que perfectamente podría estar desarrollando en la ciudad. Se demuestra que en el medio rural se pueden hacer actividades que pensábamos que estaban vinculadas al mundo urbano.
¿Cómo ha sido su experiencia en las dos ediciones anteriores?
Muy buena. La prueba está en que repetimos. El primer año vinimos actuar y nos sentimos muy bien acogidos por la gente de Kuartango y de la organización. Fueron dos días de convivencia, de estar con la gente de allí. Se creó un vínculo de esos que no siempre se producen en poco tiempo. La situación nos invitó mucho al disfrute, tanto cuando estuvimos tocando como en la charla o visitando otros proyectos que también se exponían en la muestra. Además, el primer año acabamos cantando con Coque Malla y, el segundo, conocí personalmente a Rozalén, con quien tengo ahora una relación muy habitual de escribirnos y hablarnos. Siempre que hemos ido a Kuartango, ya sea por la propia naturaleza de las jornadas o por todo lo que hay montado alrededor de ellas, ha sido una experiencia muy muy bonita.
Una cita donde también se pone en valor la gastronomía del territorio, ¿cuáles son sus preferidos?
Me quedo con cualquier cosa, no bebo nunca nada malo en Álava (risas). No sería capaz de deciros esto o lo otro. Por ejemplo, a mí, que no me gusta el bacalao, la tortilla de bacalao me parece una delicia. El menú de sidrería que tenéis allí, me parece una barbaridad.
En el terreno musical, ¿cómo surge Los Niños Jesús?
Como surgen las cosas chulas, sin quererlo. Fue en 2021, a partir de alguna sobremesa con guitarras y chupitos, que eso también anima mucho al cante. Un amigo era guitarrista, su cuñado también, y me invitaron a ir a ensayar con ellos los jueves y montar una banda con la gente del barrio (Sant Boi de Llobregat). Y durante ese primer año, estuvimos tocando en el sótano donde ensayamos. Más tarde empezamos con los bolos. De hecho, el primer fin de semana fue bastante vasco. Tocamos en una glorieta en Bilbao, al día siguiente fuimos al Dabadaba de Donostia y después vino Kuartango. Además, en la pasada edición de La Gran Kedada Rural tocamos en Vitoria (plaza de la Provincia) y, aunque estaba diluviando, el público se quedó escuchándonos bajo un porche. Hemos tenido un vínculo muy potente con Euskadi.
¿Cuál es el carácter de la banda?
Somos un grupo que se da con un canto en los dientes cuando nos invitan o nos contratan, pero, lógicamente, tú sabes el lugar que ocupas en el cartel. Un grupo pequeño, sin pretensiones. Además, todo lo que hacemos son versiones, tampoco queremos componer porque no queremos eclipsar a los compositores. A mí me gusta mucho que me asocien a la verbena, que dentro de lo que puede ser un concierto de rock el público conecte contigo porque realmente está teniendo una experiencia entre nostálgica y divertida de lo que ha sido su playlist durante toda vida; especialmente aquellas personas de 30, 40, 50 y 60 años. Lo que hacemos es una repaso desde Los Ronaldos hasta La la Love You o Alcalá Norte, que son grupos de ahora. Intentamos ofrecer música de la mejor manera que sabemos. Los músicos del grupo son muy buenos, lo peor que tienen es el cantante (risas), pero el verme a mí mismo dentro de una furgoneta recorriendo carreteras secundarias de este país con mis amigos y con la intención de llegar a un sitio y tocar, me parece que es difícil de superar en cuanto a felicidad.
A lo largo de su carrera ha entrevistado a personajes muy relevantes, de distintas esferas, ¿a cuáles fue difícil acceder?
Hay entrevistas muy exclusivas que cuesta mucho conseguir. La del Papa Francisco, es evidente. Aunque por ejemplo, para la entrevista a Josu Urrutikoetxea, tuvimos que hacer muchas visitas y hablar con mucha gente para que se acabara haciendo.
De hecho, no fue una entrevista fácil para usted, ¿no?
Evidentemente no podía ser una entrevista fácil, pero fuimos nosotros los que nos quisimos meter en ese jardín. Ósea que también hay una voluntad de conocer lo que pasó durante aquellos años tan duros y tan terriblemente dolorosos. Años de actividad de la organización terrorista ETA donde Josu Urrutikoetxea tenía un papel importante dentro de la organización. Claro, a mí me parecía que era un documento de valor periodístico e histórico, porque nunca había visto hablar a un etarra que lo ha vivido desde dentro con la crudeza con la que él lo narró. No le puso demasiados paños calientes, al contrario. No hablaba desde el arrepentimiento, como si que hicieron otros miembros de la banda que entrevisté. En cuanto al público, hubo quien simplemente por el titular de Évole entrevista a Ternera ya se tiró encima de la entrevista sin haberla visto siquiera.
Pero sí que ha habido encuentros en los que verdaderamente ha disfrutado.
Sí, yo he disfrutado mucho en las diferentes charlas que he tenido con Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, al que además hemos vuelto a entrevistar recientemente antes de que empezase el tratamiento del cáncer que padece. De hecho, esta última ha sido especialmente potente por el lugar desde donde él habla y por el momento que pasa. Se verá en la próxima temporada de Lo de Évole, a principios de 2025.
Pau Donés fue otro de los personajes con quien pudo charlar días antes de su fallecimiento, ¿le caló especialmente esa entrevista?
Esa entrevista lo cierto es que tiene poco de entrevista. Es un acompañamiento que yo le hago a Pau donde él me va explicando cómo vive la vida en un momento así, también su cotidianidad. No era una entrevista para buscar titulares. Era escuchar a una persona que vivía un momento muy concreto, duro y complicado de la vida, porque se estaba despidiendo de ella. A mí, personalmente, me supuso un viaje importante. De él aprendí que hay aprovechar cada minuto y no ahogarnos en un vaso de agua. Es una conversación que tengo muy presente en mi día a día.
¿A quién le gustaría entrevistar de cara a la próxima temporada?
La verdad es que a mucha gente (risas), pero creo que Amaia Montero. Me parece que es una persona que tomó una decisión complicada: dejar algo que tenía muchísimo éxito y empezar su carrera en solitario. Creo que el país no la ha tratado bien, con comportamientos poco constructivos por parte de los medios, espectadores e incluso fans. Pero también creo que ahora se está haciendo una reivindicación tanto de su figura como de lo que supuso en su momento La Oreja de Van Gogh. Un grupo que lo reventó.