La Gran Kedada Rural de Kuartango se salda con una asistencia de 1.800 personas. Un balance "positivo", que hace a la organización tomar aire para empezar a preparar ya la próxima edición, “porque la habrá”, asegura Iván del Caz, director de Rural Citizen.
La quinta edición será los días 26, 27 y 28 de septiembre de 2025, adelanta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
“Está muy bien. De hecho, no queremos que crezca demasiado y se nos vaya de las manos; nuestro objetivo no es ése sino que las personas que vienen a Kuartango se relacionen y hagan contactos”, apunta.
Repercusión
Esta cuarta edición –la tercera presencia, ya que la primera fue online– “ha venido una pareja de Brasil expresamente a la Gran Kedada y otra persona desde Londres.
Son casos puntuales, pero también un reflejo de lo que Kuartango mueve en tres días. Además, se han acercado al antiguo balneario, sede del semillero de empresas Kuartango Lab emprendedores y emprendedoras procedentes de Canarias, Cádiz, Galicia, Asturias, Valencia, Extremadura, etc.
El 'Espíritu de Kuartango'
Es el denominado Espíritu de Kuartango, indica Del Caz. “Se trata de reactivar el mundo rural, ver todo lo que se está haciendo, los proyectos e iniciativas en marcha y hacerlo de forma positiva; cambiar el chip y acabar con estereotipos negativos”, ensalza el director de Rural Citizen.
Talento
El viernes fue la jornada de mayor afluencia de asistentes, coincidiendo con la jornada dedicada al talento, a exponer todo lo que se está trabajando en el mundo rural. Se desarrollaron mesas redondas sobre temas diversos, como alcaldes emprendedores, energía consciente e industria e innovación rural. Se visitaron las empresas asentadas en Kuartango Lab y, como broche, se celebró un espacio de conversación con Jordi Évole y Depedro.
Teatro y conciertos
El sábado, el pueblo también estuvo animado en la jornada dedicada a la cultura, con el afán por tender puentes entre ciudades y pueblos gracias a la fuerza tractora de la música y el ocio. Sobre todo, gracias al plato fuerte, los conciertos de Depedro y al exitazo del grupo El Naán Trío.
“Fue un exitazo, vino muchísima gente”, destaca Guillermina García, mientras se prepara para dar una clase de yoga y un paseo botánico por el pueblo para reconocer plantas medicinales y silvestres comestibles.
Tradición
Hoy, jornada dedicada a la tradición, ha sido día de puertas abiertas en Kuartango, con acceso libre; un homenaje a raíces y costumbres transformando el concepto de las ferias tradicionales.
Sobre las mesas, una gran variedad de productos: quesos, productos de belleza, estética y medicinales, miel, quesos, libros, imanes, postres, bolsos y complementos... Todo ello en una amplia sala decorada con fotografías del temática rural.
Kuartango Lab
Cuenta Del Caz que no hay en el Estado muchas iniciativas similares a la de Kuartango Lab. Este proyecto cuenta con la ventaja de la amplitud de sus instalaciones. 5.000 metros cuadrados sobre los que se asientan 12 empresas de variada actividad: sidrería, conservera ecológica, editorial, yoga, costura, comunicación, tecnológica, cooperativa, consultoría, pilates, investigación y la propia sede de Rural Citizen.
Y todavía hay espacio para más. “De hecho, hay al menos dos nuevas firmas interesadas en instalarse, una de elaboración de cerveza y otra de arte floral”, avanza.
Yoga y paseo botánico
Guillermina García, ya en pleno paseo botánico por Kuartango, es una de las emprendedoras que ha elegido el antiguo balneario como se de la firma Pachamama Amalurra.
“Estamos muy contentas con la idea de la Gran Kedada Rural. Viene mucha gente de visita al pueblo gracias a los espectáculos que se organizan. Pero, sobre todo, porque nos sirve para hacer relaciones con otras asociaciones y proyectos del Estado con los que tenemos intereses comunes, así que beneficia al pueblo y a nosotros”, destaca.
A caballo entre Kuartango y Salinas de Añana, García da clases de yoga en Salinas, Espejo, Lantarón y Vitoria, además de talleres de plantas medicinales.
Explica que en Kuartango hay una variedad “increíble”: romero, tomillo, rosa, lavanda... Y también de silvestres: diente de león, ortigas, cola de caballo...
“Son plantas que normalmente pisamos y pasamos por encima sin enterarnos de lo que son y de sus propiedades. Son plantas que ayer mostró a su público en el paseo botánico por Kuartango.
Hacer contactos
A la hora de hacer balance de la Gran Kedada Rural, Iván del Caz destaca la repercusión a nivel nacional que ya tiene el encuentro. “Este año, por vez primera, ha venido un representante de Transición Ecológica y Reto Demográfico, ministerio que también ha premiado la iniciativa. “De diez proyectos seleccionados entre más de mil, uno es el de Kuartango”, subraya orgulloso.
Destaca igualmente la importancia económica que el evento tiene para Kuartango y Añana por la cantidad de gente que atrae, y el ambiente cercano que se respira.
“Los asistentes se llevan un buen recuerdo y un montón de contactos; antes venía más gente atraída por los conciertos, pero ahora se quedan a pasar los tres días. La Gran Kedada Rural repercute de forma positiva en toda la zona”, considera del Caz.
Retrato nómada
Kuartango es también la parada número 23 de un proyecto muy especial: Retrato Nómada: archivo rural contemporáneo. Se trata de una iniciativa impulsada por el estudio nómada de fotografía Nomad Studio para crear un gran archivo con más de 10.000 retratos de habitantes de la España rural a través de 100 pueblos.
Cada persona que se deja fotografiar recibe su retrato impreso en papel al momento. Nomad Studio entrega también una copia al Ayuntamiento para que los custodie.
Hasta el momento, ha realizado 2.772 retratos, unos 300 en Kuartango, valle en el que viven 450 habitantes. Pero lo más destacable es que los autores llegan a la conclusión de que el Valle de Kuartango “se está rejuveneciendo”, con una edad media de cuarenta y tantos, a pesar de ser una de las zonas rurales en peligro de vaciarse.
Instalaciones escultóricas
Hasta Kuartango ha llegado también la obra visible en Kuartango Lab de Nacho Arantegui, artista que ha ambientado cada espacio con instalaciones escultóricas diseñadas específicamente para cada lugar interactuando con el territorio, a base de plantas, minerales y objetos propios de la zona rural.