La conciliación de la vida laboral y familiar es uno de los grandes retos de futuro que afronta la sociedad alavesa, en un contexto de crisis demográfica cada vez más acusada, y prueba de ello son los datos recogidos por el Observatorio de Servicios Sociales de Álava que elabora la Diputación. Según este documento, 20.000 ciudadanos del territorio consideraban en 2023 que la maternidad o la paternidad les ha perjudicado o podría perjudicar a su trayectoria profesional, un 13,4% de la población ocupada. Se trata en todo caso del porcentaje más bajo de Euskadi, pues en Bizkaia se eleva al 17,3% (87.400 personas y en Gipuzkoa al 16,5% (53.800 personas), pero no deja de poner de manifiesto que sacar adelante a una familia tanto económica como afectivamente es cada vez más complicado.

Lo ratifica el hecho de que 11.600 personas tienen problemas para compaginar el trabajo y el cuidado de los hijos, y que a otros 4.300 habitantes del territorio se les hace complicado cumplir con sus obligaciones laborales y cuidar de personas dependientes a su cargo.

Reducción de jornada y permisos de paternidad

En este contexto, las facilidades que la legislación y las administraciones ponen a disposición de la población para luchar contra la baja natalidad no terminan de cuajar entre la población. Así, 35.400 alaveses y alavesas creen, según el Observatorio de Servicios Sociales, que solicitar una excedencia o una reducción de jornada afectaría a su carrera profesional. Además, 11.200 hombres declaran que el permiso de paternidad ha afectado a su desarrollo laboral.

Maternidad tardía

Todos estos datos explican en buena medida otra realidad que arroja el estudio de la Diputación. El año pasado nacieron en Álava 191 niños y niñas de mujeres mayores de 40 años, una tasa de 86,2 menores por cada 1.000 nacimientos. La cifra, tomada de forma aislada, puede no decir demasiado, pero es más elocuente si se amplía el foco y se observa la evolución de los últimos años en este aspecto.

Si el año pasado la tasa era de 86,2, en 2022 lo fue de 86,9, ligeramente más alta, la misma que en 2021, y tocó techo en 2020 con un guarismo de de 89,3. Sin embargo, antes de la pandemia las cifras se desploman. En 2019 la tasa fue de 74,9, igual que en 2018; en 2017 de 74, y ya en 2016 la tasa se quedó en 68,3. A partir de ese año llega un desplome de las cifras, que tocan suelo en 2009, con una tasa de 35,2 hijos de madres de más de cuarenta años por cada 1.000 nacimientos. En 2008, 15 años antes del último dato conocido, la tasa fue de 39,3, menos de la mitad de los 86,2 de 2023.

Cada vez más mujeres, por tanto, retrasan la maternidad por encima de los 40 años, y el hecho de que la década de los 30 a los 40 sea una de las más relevantes a la hora de promocionar en el trabajo no es ajeno a esta circunstancia.

Curva ascendente

La curva ascendente de estos quince años, con variaciones puntuales, es muy similar en los tres territorios vascos, y así en el conjunto de Euskadi la tasa en 2023 fue de 91,4, y registró su cifra más baja también en 2009 con 35,2 hijos de madres de más de 40 años por cada 1.000 nacimientos.

Brecha de género, pero menos

Por otro lado, a la hora de dedicar el tiempo libre al cuidado de menores y dependientes y a las labores del hogar las mujeres siguen a la cabeza, si bien la brecha se va reduciendo con el paso de los años. Según el Eustat, en 2023 las diferencias alcanzaron sus valores mínimos, y así, con respecto a hace diez años, y en lo que respecta a los cuidados de personas dependientes y a las labores de hogar, la brecha se reduce en 0,4 horas, y en cuanto al cuidado de hijos e hijas la diferencia disminuye en 0,7 horas.

En todo caso, las mujeres que trabajan fuera de casa y tienen hijos o hijas menores de 15 años destinan de media 1,1 horas más al día a su cuidado que los hombres que se encuentran en la misma situación.

156 millones de euros en ayudas

Las principales ayudas destinadas a las familias de Euskadi aprobadas este año por el Gobierno Vasco han contado con una dotación económica de cerca de 156 millones de euros. Las ayudas para la conciliación de la vida familiar y laboral tienen como destinatarios a trabajadores en situación de excedencia laboral para equiparar los periodos de las prestaciones contributivas por nacimiento y cuidado de menor de un año, así como a trabajadores en excedencia para el cuidado de menores de 3 años o con reducción de jornada para el cuidado de menores de 12 años.


También están orientadas a personal en excedencia o reducción de jornada para el cuidado de familiares en situación de dependencia o extrema gravedad sanitaria, así como a familias que solicitan la ayuda por la contratación de personas trabajadoras para el cuidado de sus hijos menores de 3 años.


Estas ayudas a la conciliación se configuran como un derecho subjetivo y el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco destina este año 27,89 millones de euros a responder a las solicitudes.


Las ayudas para la excedencia y reducción de jornada por cuidado de menores ha contado con 26.124.000 euros, mientras que las destinadas a la excedencia y reducción de jornada por cuidado de familiares dependientes o en situación de extrema gravedad sanitaria han sido de con 1.325.000 euros.


A su vez, las ayudas a la excedencia para la equiparación de los permisos (familias monoparentales) tienen una asignación de 390.000 euros y las ayudas a la contratación para el cuidado de hijas e hijos disponen de 2.000.000 euros.  


El año pasado 13.150 personas fueron beneficiarias de las ayudas a la reducción de jornada o excedencia, con un importe medio de las prestaciones recibidas de 1.144 euros, lo que supone un importe total de 22,5 millones de euros.


Además, 200 personas se beneficiaron de las ayudas para el cuidado de familiares dependientes o en situación grave, con una media 1.248 euros de ayuda. En total, se destinaron más de 400.000 euros a estas aportaciones.


La ayuda por equiparación de permisos, destinada a familias monoparentales, llegó 43 personas, que obtuvieron de media una ayuda de 4.590 euros, con un gasto total algo menos de 200.000 euros.


Para la contratación de personas que cuidan a hijos e hijas, 834 familias vascas percibieron 911 euros de ayuda de media, lo que equivale a más de un millón de euros en inversión.