La Diputación Foral de Álava va a invertir casi cinco millones de euros en la primera fase de ampliación del nudo de Armiñón con el fin de aumentar de uno a dos carriles la conexión entre la autovía A-1 y la autopista AP-1 en sentido Burgos-Madrid.

Esta intervención dará solución a las retenciones que se generan ahora en dicho punto en picos de circulación como en Semana Santa y verano.

El Consejo de Gobierno Foral ha aprobado este martes la adjudicación de las obras por un importe de 4,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 11 meses. Las obras comenzarán esta primavera y, por lo tanto, la nueva bifurcación entraría en servicio a principios de 2025.

Segunda fase

La ampliación de este nudo tendrá continuidad con la ejecución de una segunda fase para aumentar de dos a tres carriles la confluencia de la AP-1 y A-1 en sentido a Vitoria.

La licitación de esta segunda fase tendrá lugar previsiblemente a finales de este año para que las obras se ejecuten entre 2025 y 2026. El coste total de las mismas, estimado en 16 millones de euros, será financiado íntegramente por el Gobierno de España.