El polígono industrial de Murga, en el municipio de Ayala, esta asistiendo desde inicios de año a la construcción de una doble planta que, por un lado, tratará las escorias recogidas en las acerías, incluidas las inoxidables, para, en la de al lado, convertir esa materia prima en ecoasfalto de baja huella de carbono, y matar así dos pájaros de un tiro, en un impulso a la economía circular y la necesidad urgente de reducir la generación de residuos para cumplir el calendario de cierre de vertederos, tal y como se recoge en el Plan de prevención y gestión de residuos de Euskadi 2030.

Se trata de un proyecto de la multinacional estadounidense Harsco Environmental que, de cumplirse los plazos de las obras, podría comenzar a producir este mismo verano y aprovechar así la “temporada alta” a nivel de construcción y reparación de carreteras por el buen tiempo y el mayor número de horas de luz. La compañía, cuya sede en España está en Getxo, está en fase de captación de socios, por un lado las acerías y, en el otro extremo de la cadena, las constructoras, pues se habla de tratar 195.000 toneladas anuales de escorias negras de acería y fresados de carretera.

Fórmula inglesa

Experiencia ya tiene, pues se trata de una fórmula que lleva en marcha desde 1964 en Reino Unido, donde ha conseguido asfalto con hasta un 95% de materiales reciclados, básicamente escorias de acerías (en fase experimental cuenta con una variante que llega al 98%). La idea ahora es exportar esa receta al mundo empezando por Euskadi, uno de los ecosistemas más potentes en Europa a nivel siderúrgico.