“Aintzaldun daigun Agate Deuna, biar da ba Deun Agate. Etxe onetan zorion utza betiko eusko aldabe”. Así comienza la tradicional copla que, en la víspera de Santa Águeda de este domingo, se oirá por todos los rincones de nuestra geografía, surgida de las voces de personas de todas las edades que, marcarán el ritmo, golpeando la tierra con varas y bastones, en un rito ancestral que podría tener su origen en la mitología vasca, siendo el choque de makilas una llamada a la tierra para que despierte de su letargo invernal.

Tradición

Y es que Santa Águeda fue una mártir siciliana del siglo III que, según cuenta la tradición, se resistió a las pretensiones y deseos del emperador Quinciano y, por ello, fue condenada a morir el 5 de febrero del año 252. Así, la historia terminó por convertirla en la patrona de las mujeres y la fertilidad (por ello recurren a ella muchas futuras madres), sin olvidar que se le atribuyen un sinfín de poderes, tales como evitar incendios y erupciones volcánicas, proteger contra malos espíritus y enfermedades del ganado o potenciar la producción agraria. La tradición vasca le atribuye, además, la capacidad de curar cefaleas y migrañas y, por lo que respecta a Álava, fue acogida como patrona de los mozos (jóvenes solteros), que se agrupaban e iban de puerta en puerta recogiendo dinero o diferentes viandas para realizar una comida o merienda.

Elementos tradicionales

Sea como fuere, coro, mozos, canción, kaikus, bufandas, txapelas, abarcas, farol, palos, cestas, chorizo, huevos, dinero, cena, merienda, juerga… Son elementos que han contribuido a crear una fiesta en la que, en la actualidad, toman parte grupos de todas las edades, escuelas y colegios, que salen de ronda a cantar, recogiendo dinero para diversas finalidades.

Comarca ayalesa

De esta forma, en la comarca de Aiaraldea, el municipio de Okondo ha convocado ya, para las 18.00 horas de hoy al ensayo que tendrá lugar en la casa de cultura, a todas las personas que quieran participar en el pasacalles que, partiendo del local de jubilados, tendrá lugar en el pueblo a partir de las 16.00 horas del sábado. El evento –organizado por la coral local Itzalde, en colaboración con OEGE y la asociación de mujeres Ametsus– contará con chocolatada y todo el dinero que se recaude en las rondas “se donará a proyectos solidarios”, explican desde el Ayuntamiento.

En Artziniega, por su parte, serán más madrugadores, ya que la asociación Otsati ha citado a las personas dispuestas a salir de ronda por el pueblo a las 10.00 horas del sábado en el frontón. Algo con lo que seguirán, a partir de las 18.00 horas, para culminar una hora después en Goikoplaza, con una chocolatada, para la que cada cual deberá llevar su vaso. No en vano, en este pueblo lo de implorar a Santa Águeda el retorno de la fertilidad a los campos viene de lejos, aunque antaño la costumbre pasaba por tocar las campanas la noche de la santa, en la creencia de que iba a despertar la tierra tras el solsticio de invierno.

Al menos así lo recoge el Libro de cuentas del Ayuntamiento del año 1622, en el que consta la frase “y da por descargo quatro rreales quedio a los que tañeron la noche de santa agueda y se les pasan”. ¡Vamos! Que las arcas públicas abonaban cuatro reales de entonces a las personas que se encargaban de la importante tarea, no fuera a ser que no llegara la primavera ni la posibilidad de sembrar para cosechar.

Kintos de Amurrio

En Laudio, por su parte, de velar por el mantenimiento de esta tradición se encargan los colegios, cuyo alumnado invade calles y plazas cantando y pidiendo; pero es en el vecino Amurrio donde las rondas de la víspera de Santa Águeda tienen un protagonismo especial, al estar vinculadas a Kintos. Una fiesta que alcanza su 84 edición y que ha sabido llegar hasta la actualidad, generación tras generación, con un guión casi calcado, pero con importantes diferencias en lo que a sus protagonistas se refiere, consecuencia directa de la evolución social.

Rondas de Santa Águeda en OKond. Coral Itzalde

Un poco de historia

Y es que en Amurrio, como en la mayor parte de Euskadi, grupos de todas las edades salían a cantar para celebrar la víspera de Santa Águeda, hasta que en 1924 hubo una reyerta en la que murió un joven. Entonces, el Ayuntamiento prohibió la fiesta para evitar incidentes. La tradición se recuperó en 1940 cuando el Consistorio permitió su celebración, siempre y cuando sólo salieran a cantar los mozos que habían sido llamados a cumplir el servicio militar. Así surgió la fiesta de los kintos que, en 2001, volvió a cambiar con la inclusión de las chicas en los coros tras haber desaparecido la mili de carácter obligatorio. Así se dio paso a una fiesta de la juventud sin matiz de género y una forma distinta de celebrar con todo el municipio la entrada en la mayoría de edad.

Fiesta y tradición

“La fiesta en sí no ha variado. Se sigue saliendo a cantar y con lo recaudado se organiza una verbena. Ahora festejan que ya pueden votar, sacarse el carnet de conducir o pedir una cerveza en un bar, y para nosotros era una despedida del pueblo porque nos íbamos a la mili”, recuerda Alfredo Cerrillo, de 82 años y perteneciente a la quinta de 1960. Este joven de ayer asegura que “los mozos de ahora tienen la suerte de compartir esta jornada con las chicas de su edad, pero nosotros comíamos angulas, que estaban más asequibles, en el ya desaparecido restaurante La Estación o en el Bar de Urrutia. Todas las generaciones tienen recuerdos entrañables de este día”, matiza.

Escolares de Laudio alzando sus makilas en las rondas de Santa Agueda. La Milagrosa

“La fiesta en sí no ha variado. Se sigue saliendo a cantar y con lo recaudado se organiza una verbena. Ahora festejan que ya pueden votar, sacarse el carnet de conducir o pedir una cerveza en un bar"

Alfredo Cerrillo - Quinto de 1960

121 jóvenes

Al igual que hicieron Alfredo y sus compañeros de reemplazo hace ya 64 años, los 121 jóvenes que este año alcanzan las 18 primaveras (tanto de Amurrio como de localidades vecinas) seguirán el guión. Así, a partir de las 9.30 horas de este domingo, la generación nacida en 2006, ataviada con sus trajes típicos, se distribuirá en grupos mixtos de en torno a diez personas, para recorrer todos los rincones del municipio cantando la tradicional tonadilla, a golpe de makila y recogiendo los donativos –en metálico o en especias– de los convecinos que se presten a colaborar. Para ello llevan ya varios meses ensayando, y lo demostrarán en la actuación conjunta que harán en la plaza San Antón a las 20.00 horas, para sellar esta primera jornada, ya que el plato fuerte está por llegar.

Fiesta posterior

Y es que los donativos se emplean, además de para pagarse una comida, para organizar una fiesta posterior para toda la población, aunque en ello también les echa un cable el Ayuntamiento. La citada fiesta tendrá lugar el viernes 16 de febrero y arrancará a las 11.10 horas con los kintos de este año haciendo las últimas rondas por colegios y comercios, para terminar a las 13.30 horas en torno a la escultura Guk del parque. Tras la comida, la diversión continuará de 20.00 a 22.00 horas con un poteo a ritmo de Elektrokela Electrotxaranga y, a partir de las 23.00 horas, con una verbena a cargo de Zutik Erromeria en la plaza Juan Urrutia, que se extenderá hasta las cinco de la madrugada de mano de Dj Blesiive. En el mismo recinto, el grupo de quintos hará su última actuación conjunta al filo de la medianoche. De cara a las rondas, se recomienda a la ciudadanía que deposite sus donativos siempre en las huchas que portarán mozos: una fiesta de invierno de gran arraigo en el municipio y muy esperada, tanto por sus protagonistas como por la ciudadanía en general.