El Gobierno Vasco ha declarado Bien Cultural de Protección Especial, con la categoría de conjunto monumental, el ferrocarril Vasco-Navarro a su paso por Euskadi.
El ferrocarril Vasco-Navarro se extiende a lo largo 140 kilómetros, de los cuales 110,5 discurren en el territorio de Euskadi (47 kilómetros en Gipuzkoa y 63,5 en Álava), mientras que el resto lo hace por tierras navarras.
A su paso por la Comunidad Autónoma Vasca, atraviesa el territorio de 16 municipios: seis en Gipuzkoa (Bergara, Oñati, Arrasate/ Mondragón, Aretxabaleta, Eskoriatza y Leintz-Gatzaga) y diez en Álava (Aramaio, Arratzua-Ubarrundia, Legutio, Vitoria-Gasteiz, Elburgo, Iruraiz-Gauna, Alegría-Dulantzi, San Millán, Arraia-Maeztu y Campezo).
Durante su vida útil, el ferrocarril, tuvo muchos nombres: en los primeros tiempos, se le llamaba 'el Anglo' y después 'el Vasco'; en la zona de la Montaña Alavesa y en Navarra, se le llamaba 'El Trenico', y también se le conoció como el 'tren cangrejero' o el 'tren de los montañeros'.
El ferrocarril Vasco-Navarro fue una de las líneas férreas de vía métrica más importante de la Península Ibérica, tanto por la longitud de su trazado, que fue el más largo de los que se construyeron en España en el siglo XIX y primera mitad del XX, como por ser de las primeras líneas férreas electrificadas, lo que la situaba "al mismo nivel que las mejores europeas".
VALOR CULTURAL
El decreto aprobado este martes por el Consejo de Gobierno subraya que el Conjunto Monumental del ferrocarril Vasco-Navarro es "un bien excepcional" en el patrimonio industrial de Euskadi y subraya su valor histórico, con una vida útil de casi 80 años y una gran influencia en el desarrollo social, industrial y urbano de los municipios y comarcas que conectaba.
También se tiene en cuenta su valor social, por el gran impacto en las vidas diarias de sus usuarios; y su valor tecnológico, por tratarse de una de las primeras líneas férreas electrificadas del Estado y por la complejidad técnica de la infraestructura requerida por la difícil orografía del territorio.
A su vez, se tiene en cuenta su singularidad, dado que fue la línea férrea de vía métrica de mayor longitud de las construidas en el Estado en el siglo XIX y primera mitad del XX, su valor paisajístico y su interés territorial.
CONTENIDOS DEL DECRETO
Entre otros aspectos, el decreto aprobado este martes protege el trazado ferroviario, la obra civil, la arquitectura, y los elementos auxiliares de la red.
El decreto aprobado se publicará en el Boletín Oficial del País Vasco y en los Boletines Oficiales de los Territorios Históricos de Álava y Gipuzkoa, y a partir de ahora las intervenciones sobre estos bienes protegidos deberán ser autorizadas por las Diputaciones Forales.
En la actualidad, la Diputación Foral de Álava reutiliza el ferrocarril como vía verde perteneciente a la red de rutas verdes del Territorio Histórico de Álava. Para ello, se han habilitado las infraestructuras necesarias como pasos, puentes o túneles.
En Gipuzkoa, el trazado ferroviario ha sido invadido, en parte, por la cambios urbanos e industriales de Aretxabaleta, Arrasate/Mondragón, Bergara y Oñati; y en aquellos lugares donde se mantiene el trazado, se han habilitado algunos tramos de itinerarios peatonales o ciclistas.