Tres jornadas, más de 40 actividades, más de 50 ponentes y artistas y más de 2.000 asistentes.

Son las grandes cifras que ha arrojado la Gran Kedada Rural celebrada este pasado fin de semana en Kuartango, pero según ha subrayado este martes la organización del evento "lo de menos son los números".

La segunda edición de este encuentro sobre innovación rural, no en vano, "ha logrado cumplir su auténtico objetivo". Y ese no es otro que "consolidarse como espacio de encuentro, aprendizaje y contactos para todas las personas comprometidas con el mundo rural, poniendo al municipio en el mapa".

"No hay mejor cosecha"

“Estamos muy emocionados y agradecidos por la respuesta recibida, por la atmósfera que se ha creado, por todo lo que la gente nos ha dicho que se lleva a casa: calor de hogar, conocimiento, diversión… ¡En algunos casos hasta financiación para proyectos! No hay mejor cosecha que esa, junto con la repercusión que ha tenido el encuentro”, destacan desde BIKO, la cooperativa alavesa que ha organizado La Gran Kedada Rural bajo el paraguas de su proyecto Rural Citizen.

Actividad celebrada al aire libre en la Gran Kedada. Cedida

“Gracias”, de hecho, es la palabra que más se ha repetido durante todo el evento tanto por parte de ponentes y artistas, como de público y organización, según ha destacado Rural Citizen.

Han sido tres jornadas llenas de talento, cultura, tradición e innovación, que en realidad empezaron con una avanzadilla el jueves 21 por la tarde en Vitoria con un concierto de Los Niños Jesús, la banda de Jordi Évole.

"Momentos estelares"

Desde entonces y hasta el domingo 24 se pudieron vivir “momentos estelares” como la conversación del periodista catalán con la cantautora Rozalén la tarde del viernes o el acústico de la propia artista el sábado. "Ambos se entregaron con generosidad y mostraron sus ganas de regresar", según celebra la organización.

Évole, por ejemplo, destacó su “amistad eterna con el equipo de La Gran Kedada Rural y la gente de Kuartango”, en un fin de semana “largo y muy especial”.

Rozalén, que aprovechó su estancia para conocer la zona, describió así los días vividos: “Kuartango, Álava, creo que es imposible tratar mejor a una persona. ¡Qué belleza de valle, de gente, qué descubrimiento las Salinas de Añana! Me habéis dado un chute que ni os lo imagináis! Gracias, gracias, gracias”.

La "emoción" arrasó por todos los espacios de La Gran Kedada durante tres días llenos de mesas redondas, charlas, talleres, exposiciones, conciertos, literatura, teatro y actividades en contacto con la naturaleza.

El propio coordinador general del encuentro y socio cofundador de BIKO, Ivan del Caz, confiesa que “según iba recibiendo mensajes de grandes personas que han pasado por Kuartango, la barbilla se iba encogiendo y los ojos humedeciendo".

"Gente luchadora y comprometida"

"Sí, he llorado, pero ha sido de alegría de sentir que el objetivo de LGKR se está cumpliendo, de ver que se pueden visibilizar las oportunidades de los territorios, conectar a tanta gente luchadora y comprometida, y romper barreras que dificultan el desarrollo de proyectos en el mundo rural”.

Conversación entre Jordi Évole y Rozalén. Jesus Salazar

La Gran Kedada Rural mira ya a su tercera edición, con la filosofía instaurada desde el primer año: ofrecer un espacio de aforo limitado donde se prime la calidad sobre la cantidad, para que la gente pueda vivir experiencias en primera fila y surjan colaboraciones entre personas de diferentes territorios.