Vitoria y Álava entera ya se encuentran al calor de la fiesta en honor a San Prudencio. A ese calor propio de una celebración tan dada a tomar las calles y compartir tradiciones y también al meteorológico, que ha dejado este jueves unas temperaturas de récord en pleno abril y mañana continuará apretando de lo lindo.
Superados por fin todos los sinsabores de la pandemia, el territorio disfruta por segundo año consecutivo del menú completo de su fiesta patronal. De unas fiestas como las de siempre. Solo faltará un ingrediente habitual, la lluvia, esa que ha servido para rebautizar a San Prudencio como el santo meón.
La interpretación de la Retreta en la céntrica Plaza Nueva con la participación de la Academia Municipal de Folklore, un colorido espectáculo que ha fusionado música y danza, ha servido de aperitivo para el acto central de la jornada, el que sirve para inaugurar oficialmente unos festejos que –en el caso de Gasteiz– mañana se dividirán entre el centro de la ciudad y las campas de Armentia.
Multitudinaria Retreta
En la cercana Plaza del Provincia, y con rigurosa puntualidad, los trompeteros y atabaleros de la Diputación Foral de Álava y del Ayuntamiento de Gasteiz han hecho sonar a las 21.00 horas por primera vez la Retreta desde los balcones del Palacio Foral.
Las principales autoridades del territorio dentro y una multitud fuera han asistido a la llamada a la fiesta, que ha estado amenizada este año entre toque y toque por propuestas musicales y escénicas bastante más contemporáneas.
Ha sido el caso de Algara Dantza Taldea, de Azirkarte –con su propuesta de circo inclusivo– y de la artista Kai Nakai con su reggaeton en euskera.
Cinco toques... y Tamborrada
El tun tun ha sonado como manda la tradición cada quince minutos, hasta las 22.00 horas, momento en el que los cielos de la ciudad se han iluminado tras el quinto y último toque con un novedoso espectáculo piromusical.
Las 25 sociedades gastronómicas de la ciudad, con los motores ya bien encendidos tras cenar en sus respectivas casas, tomarán el testigo al filo de la medianoche para protagonizar la tradicional Tamborrada en el mismo escenario.