La directora de personal y recursos humanos del grupo Pferd Rüggeberg S.A., Yolanda Berasategui, aboga por dar soluciones a los problemas de salud de los trabajadores para mejorar su bienestar y competitividad de la empresa.

Una de las dos patas de su grupo, la pyme Pferd Abrasivos S.L. de Araia, ha sido recientemente galardonada en la segunda edición de los Premios Empresa Saludable que otorga la patronal SEA Empresas Alavesas por contribuir a la mejora de la salud de sus trabajadores.

–Así es. Desde nuestro grupo queríamos hacer frente principalmente a dos problemas que ya teníamos detectados desde hace tiempo en torno a la salud de los trabajadores. Los riesgos musculoesqueléticos y la salud mental. Y más teniendo en cuenta que la edad media de nuestra plantilla es elevada y el absentismo, en general, creciente.

Formáis parte de un programa pionero de La Fundación Laboral San Prudencio que fomenta la prevención de la salud de las plantillas en Álava

–Sí. Se llama Zure Osasuna y ofrece herramientas para mejorar el bienestar de los trabajadores. Por ejemplo, Nordic Klinika es el primer centro de diagnóstico funcional musculoesquelético integral de toda España.

¿Cómo funciona y cuál es su objetivo?

–Su propósito es mejorar y prevenir los dolores crónicos, hayan sido o no originados por el trabajo, de espalda, cervicales, hombros, caderas o rodillas. Unos problemas que no solo repercuten en su vida laboral sino también en la personal. Los trabajadores pueden acceder al programa de forma voluntaria.

Y, ¿se animan a hacer uso del mismo?

–Actualmente está apuntado el 30% de nuestra plantilla, pero no se limita solo al diagnóstico, sino que te hacen un seguimiento en el tiempo para realizar el mantenimiento. Yo misma lo he probado y puedo decir que mejora la calidad de vida.

El otro aspecto a mejorar y prevenir es el de la salud mental. Para ello, contáis con el servicio Psicolan.

–La pandemia y lo que hemos vivido han agudizado totalmente los riesgos psicológicos que antes eran más invisibles y ahora afloran más porque hay una mayor conciencia social sobre ellos. Son problemas de salud emocional que se pueden detectar y afrontar.

En este caso, ¿cuesta más que se apunten los empleados? Quiero decir, todavía se mantienen estereotipos y pueden echarse atrás por el qué dirán.

–No porque es una atención totalmente confidencial. La empresa no sabe quién va. Nosotros les facilitamos el teléfono y son ellos quienes lo gestionan. De todas formas, te pudo decir que los resultados también están siendo satisfactorios.

El aspecto de cuidar la salud de los trabajadores desde la propia empresa es un asunto relativamente nuevo.

–Es una manera de entender la salud y el bienestar que antes no se cuidaba y Zure Osasuna da respuesta a estos dos grandes problemas que tienen todas las empresas y que nos preocupan. Cada vez trabajamos más años, las plantillas envejecen y las personas no somos máquinas, sufrimos y padecemos y hay que cuidar de todo ello.

Son acciones de mejora en el ámbito personal del empleado que revierten en el buen funcionamiento de la empresa. Si se encuentran mejor, el ambiente también se ve beneficiado.

–Está claro. Todos tenemos problemas, ya sean personales, familiares o laborales y hay que afrontarlos porque cualquier patología repercute en el trabajo. El bienestar del trabajador redunda en la mejora y competitividad de la empresa. Una persona con buena salud, está contenta en el trabajo y rinde el doble

Me ha hablado anteriormente del problema del incremento del absentismo laboral. ¿Han mejorado los datos a raíz de ofrecer estos programas de prevención?

–Lo hemos reducido claramente. En el 2020/21 teníamos un absentismo laboral del 11,53% y en el 2021/22 del 8,12%. Además, en nuestro caso, la edad media de la plantilla es de 52 años. Una edad en la que ya hay que cuidarse (sonríe).

Centrándonos en su empresa, ¿qué tarea realizan?

–Somos un grupo alemán con dos empresas, una en Jundiz y otra en Araia. La fábrica de abrasivos de Araia cuenta con 40 trabajadores y toda la producción está prácticamente destinada al apartado industrial. Fabricamos discos, cepillos lijadores, abanicos, ruedas. Todo tipo de herramientas para dar soluciones al acabado de superficies y corte de materiales.

Hace un par de semanas participasteis del Día de la Industria y estudiantes de la ESO de Olabide visitaron vuestras instalaciones. ¿Qué tal fue la experiencia?

–La verdad es que nos encantó la iniciativa. Es imprescindible acercar a la juventud para que conozca proyectos de vida en la industria y poder romper con estereotipos antiguos de que es un agujero oscuro, cuando en realidad, actualmente, la industria es ergonómica y cómoda, pero eso no se conoce. Les explicamos la empresa, les enseñamos las prensas y las máquinas automatizadas para que vieran realmente cómo es el trabajo aquí.

Es el sector industrial el que ofrece el 81% de los nuevos contratos laborales en Álava. Es un número muy elevado, ocho de cada diez nuevos contratos que se firman en nuestro territorio proceden de la industria

–Álava es un territorio eminentemente industrial, pero falta mano de obra cualificada. Necesitamos trabajadores, y a esto se suma que el relevo generacional está a la vuelta de la esquina y con el panorama que tenemos de que cada vez hay menos nacimientos y se van a incrementar considerablemente las jubilaciones, pues hay que buscar mano de obra, venga de donde venga.

Imagino que usted como directora de Recursos Humanos lo conoce perfectamente. El 84% de las empresas alavesas asegura tener dificultades para incorporar personal.

–Sí, como he expuesto anteriormente, hay una gran merma de mano de obra formada y especializada. Se necesitan operarios con formación, sin ella, no se puede trabajar. Los procesos en la industria están cada vez más automatizados y requieren de mayor cualificación. Es uno de los grandes problemas y es que las empresas no encuentran personas para trabajar en los entornos industriales. Son trabajos en los que antes se primaba la fuerza, pero los sectores están más automatizados y la formación específica es imprescindible.

Usted es mujer dentro de un sector, el industrial, muy masculinizado. ¿Se van rompiendo también esos estereotipos?

–Precisamente por eso es importante realizar iniciativas como el Día de la Industria para empezar a informarles desde la ESO y tengan contacto directo con lo que hacemos. Como te he dicho, ya no se requiere de la fuerza para el trabajo industrial y las mujeres pueden realizarlo de la misma manera que los hombres. En nuestro caso, la mitad de la plantilla de Pferd Abrasivos son mujeres, un 44%, y en la planta de Jundiz hay un 25% de mano de obra femenina. Las mujeres siempre aportan un plus.

Y ¿cómo lo ha logrado? Teniendo en cuenta que no hay muchas mujeres que opten hoy en día por el sector industrial a la hora de trabajar

–Discriminación positiva (ríe). Colaboramos con Egibide y todos los años vienen alumnas a hacer la Formación Profesional Dual y las prácticas. Es la mejor forma de conocer a chicas que están en el sector y de que entren a trabajar. Además de que dan un resultado estupendo. Que tengo un par de plazas para cubrir de mantenimiento y electromecánico, pues pido dos alumnas. Las chicas tienen las puertas abiertas en esta empresa. Somos menos y tenemos que fomentar las mismas oportunidades para todos y las mujeres no las tenemos, así que desde la empresa les abrimos las puertas de par en par.