Su nombre significa portador de Cristo y es venerado por las iglesias católicas y ortodoxa como un mártir asesinado durante el reinado del emperador de Roma Decio, que reinó del 249 al 251, o durante el reinado del emperador romano Maximino Daya, que reinó del 308 al 313, debido a la confusión existente por la similitud de los nombres.
En lo que no hay confusión es en que, a día de hoy, a San Cristóbal se le conoce como el patrón de los conductores.
Por eso, ayer, decenas de ciudadanos se acercaron con sus vehículos hasta la iglesia que lleva su mismo nombre en Vitoria para pedir protección al santo, cuya festividad se celebra cada 10 de julio.
Hubo vehículos de todo tipo y, por supuesto, los clásicos no faltaron a la cita. Se pasearon desde utilitarios y bicicletas hasta camiones de gran tonelaje. También coches de todos los modelos, desde los más modernos hasta alguna joyita sacada del garaje para la ocasión. Y, por supuesto, también hubo bocinas y aplausos de los feligreses allí congregados al paso de los conductores bendecidos.
Bendecidos
Previamente, el párroco Rubén Martínez ofició una misa. Tras la eucaristía, el sacerdote, acompañado de acólitos y fieles, se situó a las puertas de la parroquia, junto a la talla de San Cristóbal para, con agua previamente bendecida en la celebración religiosa, bendecir todo aquel vehículo que en esos momentos circulaba por la confluencia de las calles Comandante Izarduy y Alberto Schommer de San Cristóbal.