- La mejora de la situación epidemiológica y la consiguiente entrada en la fase 2 de la desescalada permitieron ayer a Álava dar un paso más hacia la ansiada normalidad. Al margen de la eliminación de las franjas horarias para salir a la calle, el acceso a esta nueva etapa post-cuarentena estuvo marcada principalmente por la reapertura del espacio interior de decenas de locales de hostelería y de los grandes establecimientos comerciales del territorio, en todos los casos con restricciones de aforo e importantes medidas de seguridad. En el caso de Gasteiz, fue el turno para El Corte Inglés, El Boulevard, Lakua Centro o Dendaraba, así como para numerosos bares y restaurantes que han optado por superar la fase 1 para retomar la actividad y poder sumar así el espacio de sus terrazas, si las tienen, al de sus mesas interiores.
Quien diese un paseo por el centro de la ciudad, si no fuera por la generalización de las mascarillas o por el incesante trajín de patrullas policiales, pudo comprobar que el de ayer fue un lunes mucho más parecido a los de antes de la irrupción del covid-19. Calles y plazas llenas dibujaron la estampa de una capital alavesa que sigue ganando terreno al coronavirus y, en consecuencia, conquistando nuevos espacios de libertad.
Antes de las 10.00 horas, momento en el que El Corte Inglés reabrió sus puertas en su totalidad tras más de diez semanas, numerosos vecinos aguardaban ya en la calle para acceder al interior. Al igual que el resto de centros comerciales, el de la calle Paz subió la persiana con un 40% de aforo máximo total y en cada una de sus plantas y entre estrictas medidas de seguridad, que incluyen las señalizaciones, la delimitación de espacios o su higienización permanente. "Hemos tenido afluencia y estamos satisfechos, porque esto supone recobrar la normalidad y porque vemos que los clientes están respondiendo", celebraba el director de Comunicación y Relaciones institucionales del centro, Carmelo Lezana. Iñaki Marquínez, uno de los numerosos clientes que se acercaron durante la mañana a la céntrica gran superficie, corroboró que en el interior no hubo "ningún tipo de agobio". "La gente con la que he coincidido está respetando muy bien las distancias y la higiene. He venido a cambiar unas sábanas y todo perfecto", describía.
Muy cerca, en Dendaraba, la actividad regresó al mismo tiempo a las tiendas y a la cafetería del centro comercial, que durante el día experimentó también un goteo constante de vecinos. Inge Egaña, de Artesanía de Turquía, ha aprovechado el parón para poner a punto su web y ahora espera que, poco a poco, la clientela vuelva a su negocio, entre las ganas y ciertas dosis de incertidumbre. "Ilusión mucha, pero no sabemos muy bien por dónde va a tirar la cosa. Encima abrimos a final de mes, con todo el mundo cobrando al 70%... A ver si salimos para delante", confesaba.
Lejos del centro, en El Boulevard, jornada también de regreso a la actividad y de sensaciones positivas en palabras de su gerente, Amaia Castillo. El gigante de Zaramaga, donde se han aplicado estrictos protocolos de seguridad e higiene, abrió casi en su totalidad, salvo algunos locales que esperarán a hoy o mañana, con el obligado aforo reducido. Algo más tendrán que esperar, hasta junio, tanto los cines como el gimnasio del centro. "Como dice el eslogan de nuestra campaña actual, Nos alegremos de verte. Hoy -por ayer- ha sido por ambas partes. Me ha dado mucha alegría ver a gente esperando a entrar desde las 10.00 horas con orden, sosiego y paciencia", felicitaba Castillo.
El mapa hostelero de Gasteiz ha experimentado también una notable ampliación con la posibilidad de los locales de servir en sus mesas interiores, también con un aforo reducido, en este caso del 50%. Ayer fueron decenas los que abrieron por primera vez sus puertas desde el inicio de la desescalada y está previsto que a ellos se sumen decenas más durante la semana. Uno de ellos fue la taberna Hungaria, que ha esperado a esta fase 2 pese a contar con una generosa terraza. Gonzalo Silva, "con mucha ilusión" en la reapertura, no ocultaba al mismo tiempo la incertidumbre ante el futuro y su enfado por la gestión de la crisis. "Todavía tenemos 20.000 Distancias, aforos, ceniceros... Y también hay un agujero financiero que veremos cuándo se recupera", reconocía Silva.
Otro de los bares del centro que esperó a abrir ayer es el Mallory, en General Loma, que también vio repleta de clientes su terraza durante la mañana. "El problema es que atender la terraza, limpiar y desinfectar te da el doble de trabajo. Ha costado un poco arrancar, vamos al tran tran, pero al menos hay meneíllo", celebraba tras la barra, mientras preparaba cafés sin descanso, Carlos Calzado.
Algo más, hasta mañana, esperará a abrir el Green de plaza de Los Fueros, donde Matías Vega limpiaba a conciencia el mobiliario exterior. También "con ganas", este experimentado trabajador se prepara para lo que viene. "Somos conscientes de que hay que llevar las cosas como son y de que no podremos atender a todo el mundo. Esperemos que la gente no se pelee con las sillas, pero tenemos una clientela maja", apuntaba Vega.
El director de Comunicación y Relaciones institucionales de El Corte Inglés, satisfecho con la reapertura.
Fue uno de los numerosos clientes que acudieron durante la mañana de ayer a El Corte Inglés.
Ganas e incertidumbre a partes iguales desde la tienda Artesanía de Turquía, en el centro comercial Dendaraba, que también volvió a abrir sus puertas con el arranque de la fase 2.
La gerente de El Boulevard valoró positivamente la reapertura del centro tras diez largas semanas.
Desde Hungaria Taberna, frente a la plaza de la Provincia, este hostelero se movía ayer entre la "mucha ilusión" y el enfado ante la gestión de la crisis por parte de las autoridades.
Tras la barra del café Mallory, uno de los muchos establecimientos hosteleros que ayer abrieron sus puertas por primera vez durante la desescalada.
El Green de la plaza Fueros abrirá sus puertas mañana, sumándose a los numerosos locales hosteleros con terraza que han esperado a la fase 2.
Gasteiz. "Tiendas y bares de Vitoria siguen sin recibir las ayudas para material de protección frente al covid-19 casi un mes después de que el gobierno Urtaran las prometiera". Es la denuncia realizada ayer por Miguel Garnica, concejal del Partido Popular en la capital alavesa, quien urgió al ejecutivo municipal a aprobar estas subvenciones. "Para el PP son insuficientes pero el sector las está esperando después de que el gobierno anunciara que financiaría la adquisición de material de seguridad, mascarillas, geles, desinfectantes, mamparas y otros sistemas de protección e higiene ante la apertura de comercio y hostelería. Muchos negocios abrieron hace ya dos semanas y las ayudas siguen sin llegar", insistió Garnica. Comerciantes y hosteleros han preguntado desde entonces por estas ayudas al Ayuntamiento, a través del buzón ciudadano, y la respuesta que les da el Consistorio es que "no se podrán solicitar hasta su publicación en el BOTHA", denunció Garnica.